¿Es justo un castigo así?
¿Qué inocentes paguen por pecados que no cometerían?
Por que siempre somos puestos al límite de la vida…
Viviendo al borde la locura y el dolor…
En un momento de brillante acero y oscura sangre…
Capitulo II: La Ultima Ciudad del Hombre.
Izlude, la una vez pacifica ciudad satélite de Prontera… ¿Dije una vez? No hace más de una hora que lo era… Una ciudad pacifica llena de gente amable y calida, chicos corriendo por las calles y amables comerciantes vendiendo sus productos bajo el sol de verano. Ahora un campo de sangre y restos destrozados de personas hasta donde alcanza la vista…
-Dragonfang: -Llorando- Por que ha pasado esto…
Una enorme onda expansiva golpea al muchacho quien apenas si se puede mantener en pie.
-Fenryr: ¡OK! ¡Esto acabara acá para ustedes!
Una pelea de escala descomunal se lleva acabo en medio de la plaza de Izlude, donde 7 extraños pelean como si cada uno fuese un ejército de mil hombres.
-Hermes: -Silva- Pues esto esta por empezar… ¡Alexz!
-Alexz: Bien, ¡pongámonos serios!
“Los filos que queman a los inocentes en las llamas del caos… ¡Katar of Raging Blaze!”
En las manos del Assassin unas Katares aparecen, pero esta era un tanto diferente. Su filo parecía hecho de fuego y tenia un decorado color bermellón, un arma salida del mismo infierno, digo eso por que se podía apreciar como el aire era distorsionando por el calor y como el filo brillaba al color del metal fundido.
-Hermes: Bien acá termina…
“Abrasen la eternidad almas condenadas a mi toque de muerte… ¡Unholy Touch!”
Ahora aparecen otras Katares, esta ves de un color oscuro y con un humo fantasmal rodeándolas, la Katar era bastante simple en cuanto a diseño, pero ese aire fantasmagórico que poseía no presagiaba nada bueno.
-Kurumi: Mierda…
-Lucian: Tranquilos, podemos con ellos, aunque hayan llamado a sus “condenadas” aun podemos…
-Margaretha: ¿Enserio creen que podrán hacer algo?
El muchacho del arco se levanta a la vez que tose sangre. A pesar de haber recibido un golpe por la espalda directo del Assassin el Hunter sigue vivo.
-Arrow: Claro que podemos…
-Fenryr: Arrow no te esfuerzes aun no estas bien del todo.
-Arrow: Tranquilo ya estoy bi –escupe sangre- en...
-Kurumi: Hermes… ¡Vas a pagar por esto!
Kurumi: “¡¡Bowling Bash!!”
Nuevamente la chica blande su espada contra el grupo de enemigos, y una explosión enorme manda a todos a volar, mientras que Hermes se lleva la peor parte del daño.
-Margaretha: Vaya fuerza… ¿me recuerdas a Seyren sabes?
Kurumi escupe hacia un lado mientras levanta su espada curva del suelo, limpiando el polvo y revelando un enorme cráter seccionado por cuatro enormes cicatrices de unos cuantos varios metros de largo.
-Kurumi: ¿Debo tomar eso como un cumplido?
-Margaretha: …
-Alexz: Si eso nos hubiese golpeado…
-Hermes: Aun tenemos ventaja, no dejes que simple fuerza bruta te sorprenda…
De uno de sus bolsillos Hermes saca un pequeño frasquito con un liquido púrpura.
-Hermes: Además la fuerza bruta solo puede ser derrotada…
-Alexz: Con fuerza bruta…
Una expresión de sonrisa retorcida se dibuja en el rostro de ambos Assassin, como si tuviesen la victoria asegurada.
Hermes y Alexz: “¡¡Enchant Deadly Poison!!”
Ambos Assassin cubren sus Katares con el líquido púrpura y desaparecen de la vista de todos.
-Margaretha: -Risa desquiciada- ¡Están muertos!
-Fenryr: ¡Todos en guardia!
Los cuatro “chicos buenos” se colocan apoyando sus espaldas entre ellos y cubriendo uno cada dirección mientras se colocan en posición de guardia.
-Margaretha: Ni eso les servirá… ¡Prepárense a morir!
Margaretha: “¡¡Lex Aetherna!!”
Las espadas de luz esta vez rodean al Crusader corroyendo parte de su armadura y forzándolo a bajar su guardia.
-Fenryr: ¡Ahora chicos!
El Hunter, el Peleador y la chica Knight se separan del Crusader mientras desde distintas direcciones preparan sus ataques. En ese instante ambos Assassin aparecen al lado del Crusader y preparando su letal golpe, son interceptados.
-Hermes: Mierda…
Lucian: “¡¡Occult Impaction!!”
Kurumi: “¡¡Bash!!”
Arrow: “¡¡Double Strafe!!”
Los tres ataques golpean de lleno a Hermes quien cae al piso.
Alexz: “¡¡Sonic Acceletation!!”
Alexz golpea a Fenryr de lleno con sus ardientes Katares, propinándole ocho golpes letales destrozando su armadura y cortándole la piel a lo alto y ancho de toda su gran espalda.
-Kurumi: ¡Fenryr!
-Margaretha: Maldicion, ahora si estamos en desventaja…
-Alexz: ¡¡AHHHH!!
De pronto Alexz sale disparado hacia el cielo varios metros y cae con las mismas marcas en su espalda que las que posee Fenryr.
-Fenryr: Reflect… Shi… Shield…
-Margaretha: Como… ¡Como puede ser esto!
-Kurumi: ¿Fenryr estas bien?
-Fenryr: He estado peor…
-Lucian: Rindete Margaretha…
-Margaretha: Nunca…
Alexz toma a Hermes y lo carga de un brazo mientras ambos apenas caminan.
Margaretha: “¡¡Warp Portal!!”
Un pilar de luz nace de la tierra y ambos Assassins entran en el desapareciendo como si fuesen humo.
-Margaretha: Ya nos volveremos a ver…
Finalmente la Priest entra y el pilar de luz desaparece.
-Dragonfang: Que… Que ha sido todo eso…
-Lucian: Chico…
Al final la batalla termina, dejando solo como resultado una ciudad destruidas y llena de muertos. No existen ganadores.
-Dragonfang: ¡Porque! ¡Que ha pasado!
-Arrow: Eres el único sobreviviente de Izlude…
-Dragonfang: No puede ser…
Toda la gente que conocía, todos sus amigos, la calida amabilidad de la ciudad donde en su infancia había jugado y donde ahora se entrenaba, toda pérdida.
-Kurumi: ¿Eres un Swordman muchacho?
-Dragonfang: Si señorita…
-Arrow: Será mejor que regresemos a Aldebaran…
-Fenryr: Pero los otros…
-Lucian: Tranquilo deben estar bien…
-Dragonfang: Y yo… ¿Que voy a hacer ahora?
-Fenryr: ¿Eres un Swordman no? Pues vive como tal…
-Kurumi: Será mejor que vengas con nosotros a Aldebaran muchacho…
Así dejamos atrás Izlude y nos dirigimos al norte, sin antes pasar por una Prontera destruida y llena de muertos, seguimos hacia el norte caminando varios días hasta al fin llegar a las murallas de la ciudad fronteriza de Aldebaran.
Al acércanos mas y mas a la ciudad pude notar como mas que ciudad parecía una fortaleza, llena de estacas bajo las murallas y piedras y calderas de aceite sobre las mismas, los hombres apurados llevaban armas de un lado a otro y dentro, miembros de todas las Guilds se preparaban para una batalla enorme.
-Dragonfang: ¿Porque tantos preparativos?
-Fenryr: Probablemente Aldebaran sea la única ciudad del reino de Rune-Midgard que sigue en pie…
De la nada una voz muy animosa se acerca a nosotros, al voltear un Priest aunque con menos ropa y una gran cruz de plata al pecho se lanza sobre el Monk Lucian.
-Lucian: ¡Agh! Rag… ¡sueltame!
Empuja al Priest el cual insistente se abalanza sobre el Monk.
-Rag: No quiero, además alguien me debe dinero…
-Lucian: Te dije que ya te pagare apenas pueda, ¡pero bájate!
El Priest deja al Monk en paz mientras este se limpia el polvo de su ropa.
-Kurumi: Rag no tienes idea de lo que ha pasado…
-Rag: … Ya cayeron todas entonces…
Todos se sorprendieron, claro yo no tenia idea de que era lo que ocurría.
-Dragonfang: ¿Todas cayeron? ¿De que hablan?
-Fenryr: Las ciudades muchacho, todas las ciudades de Rune-Midgard han caído…
-Rag: Geffen, Prontera, Payon, Morroc, Comodo y Alberta todas arrasadas…
-Dragonfang: Como es posible…
-Arrow: ¿Oye Rag, puedes ayudarnos?
-Rag: ¡Ah! Claro claro…
El Priest acerca sus manos al Hunter y empieza a emitir una luz de un tono verde desde sus manos mientras las heridas del Hunter se cierran.
-Dragonfang: Vaya… nunca había visto un Heal tan rápido y eficaz…
-Kurumi: Y eso no es nada, la especialidad de Rag no es curar.
-Rag: -Shhh- cayese que me desconcentra.
-Fenryr: Kurumi ve a buscar a Kiehl y a Cordelia…
-Kurumi: Oh si claro.
La chica Knight sale corriendo en dirección a la gran torre del reloj en el centro de Aldebaran.
-Rag: Bueno, al menos acá estaremos en paz unos días.
-Lucian: ¿Tú crees?
-Rag: Claro, además juntos no nos ganaran, y el señor Kiehl esta con nosotros.
Al rato llega nuevamente la Knight, solo que esta vez acompañada por un bellísima Priest, alta, de piel muy clara y cabello oscuro.
-Fenryr: Cordelia, necesito un poco de ayuda…
La Priest mira la espalda del herido Crusader.
-Cordelia: La necrotoxina del Deadly Poison… Déjame ver.
Colocando sus manos sobre las heridas del Crusader, la Priest empieza a orar en silencio, como un susurro, a la ves que sus ya pálidas manos se tornan aun mas blancas y como por arte de magia, las terribles heridas del Crusader empiezan a desaparecer rápidamente hasta dejar de verse, sin dejar cicatriz alguna.
-Fenryr: Gracias Cordelia…
-Cordelia: De nada.
-Fenryr: ¿El señor Kiehl esta?
-Cordelia: Si, pero estaba ocupado, dijo que esperaran que estaba preparando algo.
-Dragonfang: Dejen de ignorarme…
-Kurumi: Muchacho…
-Dragonfang: Mi madre, mis amigos, la gente de mi ciudad, la gente de mi nacion… ¡todos muertos!
Todos guardaron silencio con ese grito desesperado lleno de dolor.
-Fenryr: Antes que nada… Déjanos presentarnos honorable Swordman…
-Dragonfang: Cla… Claro.
-Fenryr: Mi nombre es Fenryr, nacido en la Republica de Schwarzwald estoy aquí para servir.
El Crusader era enorme realmente, fácil 1.90 de altura, tenia una piel morena y cabello color ceniza, además de sus extrañas marcas en las manos, sus ojos de color negro eran bastante profundos.
-Kurumi: Mi nombre es Kurumi, nacida en las naciones orientales.
La Knight era muy guapa, y tenia unos ojos afilados color miel muy lindos, y una piel blanca como la nieve, además tenia un cuerpo muy fino y estilizado para una persona que puede partir a la mitad un dragón de diez metros de alto con las manos desnudas.
-Lucian: Yo soy Lucian, nacido en la ciudad de Cómodo.
El Monk era excepcionalmente moreno, tenia sin embargo el cabello rubio y los ojos de color amarillo, además de un barba desaceitada y varias cicatrices en los brazos, tenia una musculatura muy desarrollada y sus dedos parecían enormes garras.
-Arrow: Yo soy Arrow, Nacido en la ciudad de Payon.
El Hunter tenia una piel de color claro, cabello azul y ojos del mismo color, media mas o menos 1.80 y poseia las mismas marcas que todos en sus manos, cabe resaltar que era muy ágil y siempre daba la impresión de estar atento.
-Rag: Yo soy Rag, Nacido en la Nación de Arunafeltz.
El Priest era de estatura media, 1.75. Tenia una enorme cruz de plata en su pecho, no se veía fuerte físicamente, sin embargo a pesar de tratar de ser gracioso se adivinaba en sus ojos una profunda sabiduría. Su pelo era de color rubio y sus ojos de color verde, piel clara y sus sotana se abría mostrando su pecho y su enorme cruz.
-Cordelia: Yo soy Cordelia, Cordelia Van Tassel, Nacida en la Nación de Arunafeltz.
La Priest era un mujer ya adulta, de apariencia intelectual, media casi lo mismo que el Priest y tenia unos lentes que la hacían verse aun mas atractiva y seria, su cabello era muy largo llegándole hasta la altura de los muslos y tenia las mismas marcas que todos en sus manos.
Tras todos haberse presentado dude en preguntarlo, pero claro, como era de esperar la curiosidad del momento pudo mas.
-Dragonfang: ¿Qué son esas marcas que llevan en las manos?
-Fenryr: Dentro de poco lo sabrás muchacho.
-Dragonfang: Porque secretean tanto… ya se que no soy mas que un muchacho, ¡Pero quiero saber que esta ocurriendo!
-Cordelia: No somos nosotros quienes debemos decírtelo.
-Kurumi: La verdad es que hace ya mucho que esto se venia preparando.
-Dragonfang: De que están hablando…
-Fenryr: El mundo esta cayendo muchacho…
-Dragonfang: Que quieres decir…
-Lucian: Que es fin, todos estamos condenados.
-Dragonfang: ¡Hablen claro!
-Cordelia: El señor Kiehl, todos de rodillas.
De pronto todos se arrodillan y unos pasos muy pesados se escuchan venir, al voltear vi a un hombre con anteojos y una mirada fría y calculadora, de piel blanquísima, parecía un muerto y con las majillas hacia adentro y los pómulos hacia fuera, como si estuviera hambriento, y aun así, con una apariencia casi precaria, su sola presencia hacia que todos guardaran silencio, era alto como de 1.80 y su cabello era de un color rubio claro, sus ojos celestes resaltaban de tal forma su pupila que parecía que siempre te estaba mirando, sus ropas parecían las de un Alchemist, pero sus hombreras eran distintas, tenían una especie de boca dentada que se movían, como si la prenda tuviese vida por si misma.
-Kiehl: Mi nombre es Kiehl, nacido en Aldebarán, la ultima ciudad de los hombres.
No sabía bien que querían decir… ¿El fin del mundo? ¿Condenados? ¿Quién era este imponente sujeto que aparecía ante mí? Todo parecía nublarse tal y como hacia el cielo mientras las primeras gotas de lluvia caían desde lo alto y los truenos presagiaban el relampagueante destino que esperaba a todos los que se encontraban en Aldabaran, la ultima ciudad de los hombres.
Fin Capitulo II
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Un poco mas largo, un poco menos de accion, un poco mas de blabla, empezando a introducir interrogantes, espero les guste ^o^
