Capítulo 16: Jaque de maldición.
Viendo el daño que había ocasionado, Kiel se levanta de su silla, y camina como quien luce galanura y porte refinado. A pasos cortos, lentos y algo ruidosos, pasos que inquietan. Se detuvo al lado del joven Raise, que tenía la cara de un ciervo a quien le encendieron las luces de un auto. Lo miraba fijamente, con desprecio.
- Vaya, que fiero te ves ahora. Te dije que sería impactante. Me has decepcionado. Mírate, que patético. - Y haciendo un ademán de rechazo, continuó con la intención de pisotear lo que quedaba del espítiru del Crusader, quien estaba en otro mundo.
"¿Mis padres?" - No podía apartar su vista de ellos, por primera vez, conscientemente, los tenía allí, no de la forma que esperaba. Su madre o su clon, quien hace pocos días casi acababa con él y sus amigos, por lo cual no es necesario describirla y su padre, un adulto de cabello corto, con mechones, color verde pálido como una hoja seca, vestido con una camisa de tela sin mangas, abierta, dejando ver sus pectorales y abdomen, un pantalón jean sujetado por un cinturón de cuero y termina con botas de herrero. No se los hubiera imaginado así. No sabía como murieron. Ahora, sabe sus nombres, sus caras. Ya sabía quienes fueron y lo mucho que hicieron por protegerlo. Tenía su espada, recuerdo de ellos. Y sabía que, lo amaron.
Con los ojos apagados, de sus temblorosos labios, el aire del lugar llevó a los oídos de Kiel un "por qué".
- ¿Por qué? ¿Me preguntas "por qué"? Somos seres humanos, matamos, solo que la gente piensa que necesita una razón para hacerlo. Sin embargo, también estoy en esas... Como director de la investigación, hice arreglos para que nuestro descubrimiento se usara con fines bélicos, las demás cabezas se mostraron de acuerdo. Pero... Recuerdo ese día perfectamente. Tus padres adoptivos destruyendo todo lo que logramos, destruyendo mi ambición, mi sueño. Impotente, solo atiné a escapar. Me interné en un bosque y ahí juré venganza. Luego sucedió...
- DÉBIL HUMANO.
- ¿Quién esta allí?
- ¿BUSCAS VENGANZA?
- Sí, es la razón que me lleva a sobrevivir ahora. Muéstrese. - De la oscuridad salió él, Thanatos.
- SOY THANATOS, EL MAL.
- Y yo, Kiel. - Conteste como si se tratara de alguien familiar.
- VEO UNA MENTE RETORCIDA Y FRÍA, ME SERÁS ÚTIL.
- Para nada, te equivocas de persona. No me hables como si fuera un subordinado tuyo.
- EXCELENTE. ¿QUIERES HACER UN PACTO?... - Y así, acordamos que nos ayudariamos a destruir a nuestros enemigos...
- Tus verdaderos padres fueron las primeras víctimas de nuestra alianza, hace 18 años. Una vez agonizantes, cogí un poco de su sangre. Ya te imaginas para qué. Thanatos se fue y para mí sorpresa, se olvidó de ti. Llorando en los arbustos. Aun para ser un bebé, te sentiste amenazado sobremanera y despertaste el Ojo del destino. Luego escuché voces y pasos que venían. Así que me fui. Quien pudiera adivinar que las personas que te recogieron eran aquellos a quienes odiaba. Trece años más tarde, Thanatos y yo cerramos el trato, asesinándolos. No obstante, todavía quedaba una amenaza: Tú. Nunca mencioné a Thanatos tu existencia porque no pensé que llegarías a ser una verdadera molestia y ya vi los resultados, "mi socio" ya no existe, no pudo matarte y por eso estoy aquí. No me detendrán. No podrán contra mis clones, tienen cien veces las habilidades de cualquier ser humano. Y estos no son los únicos, hay cientos esperando a que termine el proceso de repotenciación. Tendré un ejército y arrasaré todas las cuidades, y pronto, me convertiré en su Señor. - Se agachó un poco, acercó su boca a la oreja de Raise y susurró. - Tu amigo el Stalker fue muy listo. De no haber usado su bomba tendría otra rata de laboratorio a quien clonar. - Un puñete estalló en la quijada de Kiel.
- Ya escuché suficiente. Ya no importa lo que pasó... - Decía mientras se incorporaba. - Las personas que pretendes usar para llevar a cabo tus fines, viven conmigo. Dieron su vida por este mundo así que no me quedaré atrás.
- Muy emotivo e inspirador joven amigo pero estás lejos del presente. - Bramó, levantando su brazo y paralizando a Raise, como en la ocasión anterior. Un hilo de sangre salía de la comisura de sus labios. - Como osaste golpearme, debería matarte ahora. Aunque tengo mejores planes. - Nuevamente, le regreso a Raise el control de su cuerpo. Fue muy extraño.
- ¿Pelearás conmigo?
- Yo no. - Dio un salto acrobático, situándose detrás de los clones.
- Ya veo, pretendes que pelee contra esas cosas.
- Error, no podrías hacerles daño.
- Que tengan la forma de mis seres queridos no significa que no haré nada.
- Muchacho tonto, no les tocarías ni un pelo aunque se quedaran parados y no se defendieran.
- ¿Qué te hace sentir tan seguro?
- Pues, hace unos minutos dijiste que ellos vivían contigo.
- Así es. ¿Hay algún truco?
- Yo no lo llamaría truco, es algo que has estado cargando durante cinco años.
- ¿A qué te refieres?
- Los clones, no poseen esa aura naturalmente. La maldad los rodea pero no la mía.
- ¿Quieres decir que...?
- Como lo supones.
La máquina de recuerdos se activo de nuevo.
¡MALDITOS HUMANOS! COMO PUDIERON...YO... YO TE MALDIGO RAISE. UN DÍA TU DESTRUIRÁS TUS RECUERDOS Y PERMANECERÁS EN EL OLVIDO. RECUERDA... EL VERDADERO MAL AUN NO HA SIDO DERROTADO, DOMINAREMOS EL MUNDO JAJAJAJA...
- Nunca entendí eso.
- Tendré que empezar otra vez. Lo que estas viendo aquí son los primeros clones que hice, y por ser los primeros son especiales. De alguna u otra forma, los seis trabajan como un equipo y son más fuertes que los otros. Eso era hasta que pasó un año después de lo de la torre. El maleficio se presentó y lo comprendí. Eres un guerrero maldito, Raise. Si tú mataras a uno de estos, o a los otras copias todos los recuerdos que tienes con los originales se esfumarán, los olvidarás, como si no hubieran existido. Olvidarás a tus padres biológicos y adoptivos, a tu maestro y a tu amada.
- Tanto tiempo sin verte. Pensaba que estabas...
- ¿Muerta?
- Pues sí.
- Mientras permanezca en tus recuerdos o en el de los demás, viviré eternamente. Como mi amor hacia ti.
- La inmortalidad es un camino que ya he recorrido y para eso, no debes temer a la muerte y enfrentarla.
- Lo sé, pasé por ello pero debes tener en cuenta que, esto es solo el principio, muy pronto confrontarás enemigos más poderosos y al final terminarás renunciando a todo.
- ¿Incluyéndote?
- Así es.
- No podría vivir con ello.
- Jamás sabrás si me olvidaste, será como si nunca nos hubiéramos conocido.
"Yo..."
Fin Capítulo 16