@Thunder_Maker: Gracias!!! tenia ganas de seguir posteando!!
Ahi va el siguiente capítulo ^^
===================================================
CAPÍTULO 4: CÓCTEL DE ALMAS Pasamos la noche en casa, yo y Stangkle dormimos en los sofás, y Lucy en la cama, como le prometí. Dormí realmente "como un angelito" esa noche y creo que Lucy también. La herida había desaparecido, no había ni rastro de ella en mi brazo, incluso parecía que los trozos de ropa que se habían roto del golpe se hubieran regenerado. Desperté muy temprano, con Stangkle, que preparó un té para los tres, y mientras yo hice el equipaje para el viaje. Al cabo de una media hora, Lucy despertó tranquilamente, y le di los buenos días, luego nos tomamos el té.
-Bueno Lucy -empezé a hablar-, toca partir. ¿Qué tal has dormido?
-Bien -sonrió- mejor que antes de ayer, je, je ^^
-Me alegro -le devolví la sonrisa- he estado preparándolo todo, hoy haremos un viaje que hice ya mucho tiempo...
-Cuando quiera partimos señor... ups perdon... Gelmir -nos reímos los dos-
Lucy fue a buscar su espada, esta vez brillaba de nuevo, según ella como si le quisiera pasar algún poder, y yo añadí: "o intentara poseerte". Le aconsejé que se dejara la espada al cinto, que no la desenvainara, por cuidado a que ocurriera algo malo. Nos despedimos de Stangkle y nos dirigimos a las puertas de Yuno. Nuestro viaje consistiría en marchar hacia el sur, atravesando los llanos de El Mes Plateau, hasta llegar a la frontera de la República y llegar a la primera ciudad del reino de Rune-Midgard, Aldebaran. Luego, usaríamos el servicio Kafra para llegar a Prontera, capital del Reino, donde pararíamos para comprar equipo y comida para el resto del viaje. Por último, usaríamos Kafra de nuevo para ir a Geffen, y de Geffen al oeste hasta llegar a Glast Heim, nuestro destino.
Empezamos a recorrer los llanos a paso ligero, las diferentes criaturas del lugar pululaban por doquier, pero ignoraban nuestra presencia. A nuestro paso, se acercó un pequeño poring, que no querría nada malo, así que dejé que pasara a mi lado, pero cuando dí un par de pasos oí detrás de mi un sonido metálico, un golpe letal que acabó con la vida de la pobre criaturita. Me giré y observé que era Lucy, llevaba la espada desenvainada y estaba como algo extrañada, sorprendida por su movimiento.
-Qué extraño...-dijo- desenvainé la espada sin querer, y derroté al enemigo sin más...
-Oh, eso no me gusta
Seguimos caminando , pero se nos acercó otro monstruo, de nuevo sin intenciones agresivas. Al acercarse a Lucy, como el rayo dio un golpe crítico, y mortal.
-Oh dios... –dijo- ¿qué fue eso? He atacado como un rayo
-La espada, ¿te posee? –dije, sospechando-
-No sé, habrá sido un acto reflejo, o puede ser que al llevar mucho tiempo sin pelear... Estoy algo confusa.
Continuamos, durante unos minutos más, habíamos llegado a la entrada de una mazmorra, la mazmorra del Magma, que sabía que encontraríamos de paso. Me quedé parado, observando la cueva, y me vinieron a la cabeza viejos recuerdos de mi infancia, cuando tuve que recorrer esos llanos para llegar a prontera, y así empezar mi entrenamiento. Recordando esto, empezé a soñar despierto, y Lucy quería continuar el viaje.
-Estamos en Magma...-dijo ella, y se paró un segundo, pensando en algo- Bueno, sigamos.
Caminamos un trecho, más, pero aparecieron unos Geographers, y antes de enfrentarnos a ellos Lucy se adelantó:
-Gelmir... Mira... siento como mi cuerpo es muchísimo más ligero, y es como si unas ganas de matar me devoraran...
Seguido de decir esto, corrió hacia ellos y de unos mandobles, las criaturas cayeron, y ella tenía en su rostro una cara muy extraña, sonreía macabramente, y daba miedo. En los siguientes minutos de caminata, derrotó a todo lo que encontraba, dejando un rastro de cadáveres detrás de sí. Sin duda, la espada la estaba poseyendo. Sin embargo, pareció calmarse, y pudimos terminar el viaje con tranquilidad. Llegamos a Al De Baran, y usamos el servicio Kafra, que nos transportó a los castillos de Prontera.
Prontera era la capital del reino de Rune-Midgard y realmente hacía honor a su nombre. 6 Enormes castillos se alzaban delante de nosotros, todos ellos espectaculares, blancos como la más pura nube y sus torres altas, que, caprichosas, querían tocar el cielo. Pero había un castillo más alto y más bello que los demás, era el grandioso castillo de Prontera, donde vive el rey Tristán, y donde los cruzados empiezan su entrenamiento. Tras el castillo, estaba la ciudad, siempre llena de vida, las casas rodeaban una gran fuente central, que era el punto de referencia para todos y en ella se alzaba una estatua de Odín. También en ella estaba el gremio de los caballeros (donde entrené a lo largo de mi vida) y una iglesia donde se celebraban las bodas del reino.
Pasamos el mediodía en la ciudad, y nos separamos para comprar algunas cosas, equipo, y coger monturas luego quedamos en un lugar al lado de la fuente para partir de nuevo hacia Geffen, usando de nuevo el servicio kafra, pero a ambos no nos gustó la idea de salir de la ciudad.
Del viaje desde Geffen hacia Glast Heim no recuerdo nada que sea importante reflejar aquí, fue un viaje tranquilo, aunque estaba anocheciendo, y a medida que nos acercábamos a el gran castillo el nerviosismo se hacía notar en nuestros corazones.
Al fin llegamos a Glast Heim, era un castillo gigantesco, y totalmente contrario a lo que vimos en Prontera, sus muros eran negros y oscuros, y del cielo brotaban nubes de tormenta siempre en aquel lugar. Había ruinas por doquier en el lugar, arcos destruidos, columnas caídas, agujeros en los muros... Parecía el lugar perfecto para que la gente viniera de vacaciones (ironía). A nuestro paso se notaba un silencio muy aterrador, la calma que precede a la tempestad, y Lucy desenvainó su espada (la cara de maldad había regresado a su ser). Yo hice lo mismo, esperando que algún enemigo atacara. En efecto, apareció un Knight of Abyss, un caballero negro armado con una gigantesca espada y acompañado por varios esqueletos espadachines. Iba a atacarles, pero Lucy se adelantó, con la espada brillando, y de sólo tres golpes derribó al enemigo y sus guardianes. Yo me quedé realmente sorprendido.
-Sigamos –dijo ella-
Le hice caso, pero al dar tres pasos, sentí una sensación muy extraña, como si me robaran la energía de la propia alma. Era Morgelmir. Estaba seguro.
-Lucy, es aquí,-dije, sufriendo los efectos de esa sensación- entremos por esa puerta...
-Parece que cuando estás cerca de Morgelmir te debilitas... De acuerdo, ¡vamos!
-Espera... no te mentiré, podemos morir aquí, tengo la impresión de que Morgelmir puede matarnos con facilidad.
-Nosotros saldremos adelante –dijo ella- ¡GO!
Entramos apresurados a la mazmorra. Era gigantesco también por dentro, y tan caótico y oscuro. Enormes estatuas nos rodeaban en el camino y aparecieron algunas criaturas, armaduras etéreas que podían moverse como si fueran de verdad, y nuestras monturas huyeron despavoridas. Esta vez me adelanté yo, envainando mi espada, y sacando otra del cinto. Era mi espada de leyenda, Shweizersabel, un sable a dos manos decorado con piedras preciosas y con el poder del trueno.
Muy seguro de mi mismo, me acerqué a ellos (eran 3) que me atacaron apresuradamente con sus espadas, pero yo esquivé todos sus movimientos y después di un salto atrás, concentré mi energía en la espada y golpeé de manera muy fuerte en el suelo, causando un pequeño terremoto imbuido con electricidad (por la espada) que les dio de lleno, dejándolos al borde de la muerte. Rápidamente puse la mano sobre mi hoja, haciéndola brillar intensamente, y di otro golpe que los hizo saltar por los aires, esta vez muertos. Con esta batalla demostré lo mucho que había mejorado durante los dos años que habían pasado. Llegamos al final del pasillo, donde había una pared muy extraña, y ahí saltaron muchos enemigos. Como el rayo, Lucy los derrotó a todos y cada uno, y seguido, soltó una carcajada malévola. Estaba fuera de sí. Entonces oímos una voz muy familiar para mi:
-VAS A MORIR AQUÍ, GELMIR –dijo la voz, gritando como un loco-
-Está aquí... –dije, aunque mi compañera pareció no escucharme-
-MUAHAHAHA... OS TRAIGO MÁS COMPAÑÍA...
Aparecieron varios enemigos más, y esta vez ella dio un salto, clavando la espada en el suelo, y provocando una explosión que alcanzó a todos, incluso mí, dejándolos muertos, y yo conseguí esquivar a medias ese golpe.
Entonces Lucy empezó a moverse de manera diferente, poniéndose al centro de la sala.
-Hmm... ¿que es esto? –dijo Lucy- ARG! ... –algo extraño le ocurría-
-JA JA JA –dijo Lucy, pero esta vez con una voz muy rara y ensombreciendo su rostro- NO LO ESTÁS HACIÉNDO MAL PEQUEÑAJO... NO SABÍA QUE VENDRÍAS CON TU AMIGUITA.
-Malvado!!!!!!!!!!!!!!- dije, dándome cuenta de que era Morgelmir, que había poseído a Lucy.
-JAJAJAJA... Gelmir, por favor... SABES QUE NO TIENES NADA QUE HACER CONTRA MI !!! Hmm, me gusta el cuerpo de tu amiguita...
-¡¿Qué vas a hacerle?!-grité-
-Creo que me quedaré en él una temporada, sólo tomarlo “prestado”. Además... no creo que quieras hacerle daño a tu amiguita...
Diciendo esto, se me lanzó con la espada, atacándome a mi estilo de lucha, dando golpes sin parar, y yo esquivando y bloqueando todo lo que me lanzaba, aunque no podía atacarlo, porque haría daño a Lucy en realidad. Después de esquivar muchos golpes, pudo encajarme uno que me hizo tastabillar, y pudo golpearme muchos más seguido de este. A continuación, me cogió del cuello, pero le dí una patada y salí, aunque resbalé y caí al suelo, intenté levantarme, pero no pude, las heridas de la muramasa me ardían, no tanto como aquel día, (estas eran más débiles y no me provocarían abrazar al infierno, y sanarían, pero no lograba levantarme por el momento)
-JAJAJA!! MÍRATE, ESTÁS HECHO POLVO... JAJAJA!
Pero para su sorpresa, me levanté de nuevo, y esta vez, dispuesto a atacar.
-Perdóname, Lucy... –aunque, antes de atacar, “Lucy” dio un paso atrás, y se puso las manos sobre la cabeza-
-IAAAAAAAAAAAAHHH!!!!
Me predispuse a atacar, cuando saltó y Lucy dijo, con su voz común:
-NOOOOOOOOO!!!... Ah... que... ¿qué ha pasado?
-Morgelmir, no me engañarás... –dije, encolerizado, y con los ojos a punto de cambiar de color-
-Gelmir!!!! –dijo-
-! –me paré al instante-
-Gelmir, soy yo, Lucy –dijo ella-
-Eres Lucy!-dije, regresando a una sonrisa-
Entonces vi una sombra moviéndose por atrás, Morgelmir intentaba huir. Pero me apresuré y corrí tras él.
-Ahí está! –grité- Corre cobarde!!!
Lucy corrió detrás de mí, pero se paró a mitad escalera, aunque yo seguía corriendo.
-Me siento rara... Noto una energía en mi cuerpo...
Mientras, yo lancé mi espada a Morgelmir, gritando “muere!!”. La espada golpeó el trozo de tabla que sostenía Morgelmir, partiéndolo en dos de nuevo, así convirtiéndose en cuatro trozos, y el último todavía lo tenía él, que consiguió huír al final. Cogí el trozo y mi espada y volví con Lucy, que estaba muy rara de nuevo. Entonces recordé algo muy importante.
-Lucy, olvidé decirte una cosa, en el libro ponía que si se rompían los tres sellos de la espada, la fuerza te controlaría totalmente, sólo con que se rompa uno podrá controlarte casi por completo ....
-En la espada hay un dibujo brillando –dijo, pero empezó a retorcerse de dolor-
El brazo de Lucy empezó a brillar, como incandescente.
-Duele! Mi... mi brazo!- gritó-
- Déjame ver-dije, y me acerqué, pero me dio un golpe y salí disparado hacia atrás-
-Gel...Gelmir...-dijo-
-¿Qué ocurre?
-Mira, el dibujo...
El sello brilló con una gran intensidad, y se rompió, dejando una marca quemada sobre la hoja, y cegándome.
-AAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!! GGHH.... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-gritó como nunca la había oído jamás- DIOOOS!!! GEL.... GELMIIIIRRR....
-Lucy! –grité- ¡Suelta esa espada!
-NO... NO PUEDO...-Lucy puso de nuevo la cara que daba miedo- ejejejeje...
-Ah... de acuerdo-dije-
Le dí un golpe con todas mis fuerzas, intentando romper la espada Muramasa, pero Lucy se cubrió con una sola mano, y con la otra mano me cogió del brazo y me lanzó con una fuerza sobrehumana contra la pared. Sentí como un corte de respiración, no podía moverme. De Lucy brotaba una aura ardiente muy poderosa, pero entonces... mis ojos blancos brillaron de otra forma, y lo último que ví era una luz muy brillante. Entonces mi cuerpo pasó a ser de otro durante unos minutos:
-Lucy –dijo el que me poseyó- ¿recuerdas este aspecto?
Se acercó a Lucy, que intentó empujarlo con su fuerza descomunal, pero no mi cuerpo no se movió a pesar de la fuerza de Lucy.
-No deberías... atacar a su maestro –dijo él, y agarró con la mano la Muramasa, aunque ella no la soltaba-
-Sey... Seyren Windsor !! –dijo ella, que volvía a la normalidad-
-He ocupado el cuerpo de Gelmir... quería verte por última vez
-Tu destruiste todo cuánto... amaba...
-Escucha... -dijo Seyren- no fui yo ....mi alma murió, en realidad estoy muerto pero mi cuerpo... fue ocupado por otro.
-¿Maestro? –dijo Lucy, que iba calmandose poco a poco-
-Sí, soy Seyren Windsor, he venido para verte por última vez, y darte tus órdenes finales. Debes hacer el camino con Gelmir y alcanzaréis una nueva verdad.
-Pero... ¿De qué conoces a Gelmir?
- No diré nada... sólo lo elegí para proyectarme una vez más en este mundo, lo elegí de tantos señores de caballeros. Buscad al padre de Gelmir, encontradlo, y sabréis que teneis que hacer –dijo Lord Seyren-
-Esta espada... ¿de dónde salió?-dijo ella-
-La forjaron para ti.
-Pero es legendaria... -dijo ella- es que acaso... ¿esperaban a que yo naciera?
-Y tu eres una heroína de leyenda Lucy, sí, los sabios predijeron tu nacimiento...
-Y mi pasado... ¿qué tiene que ver con Yuno?
-Te has dado cuenta que sabes leer la lengua de Yuno, ¿verdad? Entonces Lucy, piensa, el corazón de Ymir...Todo debes descubrirlo... no diré nada más. Debo... irme... Estoy ocupando el cuerpo de Lord Gelmir, él tiene toda una vida que hacer, y yo he terminado la mía...
-NO!!!-gritó Lucy- Maestro... no me dejes sola... –lo abrazó, llorando-
-Lucy, conviértete en señora de caballeros, esa es mi última orden, y cuando Gelmir encuentre a su padre, te prometo que se te abrirá el camino ... te estaré observando desde el Valhalla. Ese Seyren falso, no soy yo, ni tampoco esos compañeros que le siguen...
-Quién es? –dijo Lucy-
-Todo a su tiempo querida Lucy, no debes saberlo todavía... Cuida de tu acero, y de Gelmir. Hasta siempre... te deseo lo mejor...
-Nos veremos algún día maestro... –dijo, abrazando más suerte- hasta entonces.... cuídate...
Entonces despertó mi yo real, y me dí cuenta de que Lucy me estaba abrazando, y lloraba.
-¿Lucy? ¿qué ha pasado? ¿estamos vivos?
-Sí, mi maestro nos salvó de una destrucción... Si el no llegase a aparecer –dijo-
Por supuesto me extrañé mucho cuando Lucy me explicó todo aquello, y yo le conté todo lo ocurrido cuando fue poseída por Morgelmir. Entre tanta posesión, aquello fue un auténtico cóctel de almas. Usamos unas alas de mariposa, que nos transportaron a Prontera, y fuimos a la posada para pasar la noche.
-Uff, qué de cosas raras han pasado hoy, jeje –dije-
-Vayamos a la posada, Gelmir –dijo ella-
-De acuerdo, pero conozco un lugar mejor, da igual, de todas formas dormiremos en una cama igualmente.
Le dieron las llaves y subimos a la habitación. Esperábamos algo más grande para ambos realmente. Tenía un pequeño armario y una sola cama.
-Jejejee –rió ella- tiene una cama...
-Sólo una –aclaré-
-Esto... –dijo, pero la interrumpí-
-En el suelo, dormiré en el suelo! –dije-
-El suelo está muy sucio y está frío... Tu cuerpo está débil, enfermarás.
-Bah soy fuerte, -dije, aunque no me hacía a la idea de dormir en el suelo-
-Insisto –dijo Lucy- Dormirás conmigo.
-Bueno, vale-dije, pero enrojecí, y se me notó mucho-
-¿Gelmir? –dijo-
-Ah! Sí, sí ok
-Ja, ja, ja!
-¡No rías así! –dije, esto era muy embarazoso para mí-
-¿Qué te pasa? –dijo-
-Nada, nada, -me giré, para que no viera mi cara roja como el tomate- nada, nada.
Entonces se acercó a mí, y me susurró al oído:
-Tu cara no dice lo mismo...
Entonces yo solté un gritito como diciendo “TIERRA TRAGAMÉ!”
-Bueno !! –dijo- iré a cambiarme...
-Ok,... ve
-Un aviso...-dijo- como espíes te mato ^^
-Soy un señor de caballeros –aclaré- no solemos hacer esas cosas... –seguía rojo como el tomate-
Dio un portazo.
Al rato, apareció vestida sin armadura, sólo un pijama de tela, que es mucho agradecer cuando eres caballero, ya que llevar armadura todo el día es un calvario.
-Je, je que guapa vas –dije, sonriente- creo que iré a cambiarme también.
-Gracias jejeje –dijo-
Intenté abrir la puerta, pero no se podía, parecía atrancada.
-Oh, que raro no puede abrirse...
-¡QUE! –gritó, y empezó a golpear la puerta, sin resultado alguno- AAAAAHHHH ESTAMOS ENCERRADOS!!!! No!! Me niego!
-Es verdad –dije-
-Échate a un lado Gelmir.
Me quedé parado mirándola.
-Hazme caso... –yo seguía mirándola, extrañado, pero su mirada se encendió, y tuve que apartarme con rapideza. Desenfundó su espada.-
-Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!! -Dio un golpe contra la puerta, y se partió en dos-
-Puertecitas a mi –dijo- bueno gelmir ya la he abierto ^^
Me quedé mirándola de nuevo, incrédulo
-Ommmmmgggggg..... –murmuré-
-Pasa algo?
-Nnn..nooo nnaadaa... –dije, sorprendido y asustado-
-No fue nada –dijo, mientras se sacudía el polvo del hombro-
-No mires ahora eh?
-Venga lento!!! –dijo, y me dio un empujón-
Me vestí y me puse el pijama, y luego volví a la habitación. Lucy me observó de arriba abajo.
- Jajajaja –rió- wooo en pijama pareces más debilucho jijiji
-Jajajaja –le devolví la risa-
-Ya hice la cama Gelmir...
-Bien bien –dije-
-Ahora sólo queda... >///< -dijo, y enrojeció un poco- Bu... Buenas noches ^^’
-... no me hago a la idea –dije, y me sonrojé mucho- Buenas noches...
De aquella noche recuerdo que me costó mucho dormirme y que creo que a Lucy también, pero logré conciliar el sueño y supongo que ella también... Unas horas más tarde, me caí de la cama, aunque no me dí cuenta, y seguí durmiendo (esto siempre me ocurría cuando dormía en una cama ajena).
___________________________________________