Mi infancia acabó a los 10 años, a partir de ahí, a parte de ayudar en casa, en la huerta del campo y a mi padre en el trabajo, además tenía que ocuparme de mis hermanas recien nacidas. Un puto infierno hasta que entré a la universidad (y cuando la acabé, me fui de casa).
Recuerdos felices son pocos, casi todos agridulces.
La mejor etapa de mi vida ha sido entre los 24 y 30 años, asique se pueden meter la infancia por donde les quepa.
Bueno, ya me he desahogado.