Hola a todos, esta es una historia que he empezado a escribir, como es bastante larga la he dividido en capitulos
Tambien deciros que es mi primera historia, así que no sean muy duros conmigo
Espero que les guste
Cap. 1 - DespertarDolor…, esa es la primera sensación que tuve, y cuando abrí los ojos pude apreciar una estancia amplia y bien iluminada. Mis sentidos estaban entumecidos, una sensación extraña, intento incorporarme pero todo me da vueltas.
-Hola!!, por fin te despiertas - en un principio no identifico de donde proviene la voz, pero en unos segundos veo una sombra en una de las esquinas de la habitación - ¿Cómo te encuentras? – La figura emerge de la penumbra, es una mujer, con un vestido color rojo fuego, ajustado, y una diadema que recoje su largo cabello pelirrojo. La verdad es que no puedo apartar la vista de ella.
-¿Cómo te llamas?, la verdad es que me asustaste cuando te vi en ese estado en la entrada de Anthell – Anthell? Estado? Como me llamo? NO RECUERDO MI NOMBRE!!!, el corazón se me acelera, y siento como el pánico agarra mi corazón y lo estrangula lentamente.
-Yo…, yo…, no sé cómo me llamo, - estoy confuso, asustado, pero la dulce voz de esa mujer me tranquiliza – Tranquilo, pude que estés confuso, te contaré lo sucedido a ver si así recuerdas lo que te ha pasado.
-Yo me dirigía a Anthell con mi party cuando vimos a una Guild que estaba tirando ramas de invocación en la entrada de la dungeon, y todos los novice que llegaban eran masacrados por los monstruos invocados, suerte que mi party es de un nivel alto, y después de deshacernos de ellos y reportar lo sucedido a los GM yo y mis compañeros empezamos a resucitar a los derrotados, pero tú no despertaste, así que te traje a esta posada. Supongo que estabas entrenando con los demás novices pero nadie te conocía. Y ese es el final de la historia. ¿Recuerdas algo?
-No…, estoy confuso, aunque supongo que te tengo que estar agradecido por ayudarme….
-Tranquilo, no tienes que agradecerme nada, soy una priest, y nuestro deber es ayudar a los demás. Por cierto he observado que tus pertenencias son un cuchillo y esa camiseta vieja, nada de dinero ni accesorios…, la verdad es que lo vas a tener muy difícil si quieres ganar experiencia con un equipo así. Ya sé!! Hablaré con mi Guild Master para que te haga miembro de nuestro Clan, y yo me ocupare de ti personalmente.
- No sé qué decir, te estás tomando muchas molestias conmigo….
-No es ninguna molestia – me respondió – nuestro clan no es muy grande, pero todos son muy buenos compañeros, ahora mismo le envio un aviso, mientras vístete y vayamos al centro de la ciudad, a ver que encontramos por ahí, venga!! No te entretengas – y de un golpe salió de la habitación dejándome sin saber que hacer, pero reaccioné rápido y me vestí, vajé las escaleras y allí estaba ella, junto la puerta, esperándome.
- Vamos, iremos a la fuente, allí está el servicio de Kafra de Prontera, así que veremos que tengo que pueda servirte por ahora – y diciendo eso nos pusimos en marcha.
Llegamos al centro de la ciudad, estaba llena de gente paseando, gritando e incluso algunos que otros luchando (aunque creo recordar que no está permitido los duelos en las ciudades). La priest se dirigió a la chica de la cofia y vestido lila, le enseño una especie de tarjeta y en unos segundo se dirigió a mi.
-Bien, para empezar te daré esto, cógelo – me entrego un escudo, unas sandalias una espada y un gorro.- Perfecto, ya estás listo para empezar el entrenamiento. ¿Ya tienes claro lo que vas a ser?
-Perdona, ¿pero cómo quieres que sepa lo que quiero ser, si no se ni quién soy? – Ella se puso roja y se le veía claramente avergonzada – Yo no quería…, lo siento, no tenia que haber sido tan brusco.
-Tienes razón, la verdad es que a veces no pienso las cosas, no importa vayamos a entrenar, y así veremos tus aptitudes. Iremos a Payon dungeon – y nos dirigimos al servicio de Warp y nos transportamos a la entrada de Payon Dungeon.
Continuará...