Nos encontrábamos en una situación difícil, estábamos atrapados en un angosto camino rodeados por dos paredes totalmente verticales y lisas, sin salida debido a que la única vía de escape se encontraba taponada por una inmensa montaña de rocas, seguramente el desprendimiento había sido a causa del reciente deshielo de la primavera. Y pensar que la excursión tenía que haber sido una tranquila caminata por el monte Mt.Mjolnir... .
Todo esto no hubiera tenido mucha importancia, tan solo hubiéramos rehecho el camino por donde venimos si no fuera porque directos a nosotros se acercaban medio centenar de Argiopes.
Nosotros éramos un grupo de doce novices que habíamos salido de excursión con unos recién licenciados de diferentes gremios, entre ellos figuraba un Magician, una Acolyte, una Archer y un Swordman. Dicha excursión era principalmente para que viéramos las diferentes opciones que podíamos tener y poder resolver nuestras dudas preguntando y de paso adquirir un poco de experiencia.
-Bien chicos, manteneos detrás de nosotros, intentaremos pararlos – la voz de la Archer la verdad es que nos tranquilizó ya que sonó con un tono de confianza.
-Está bien, haremos lo siguiente – el swordman se puso en cabeza y empezó a dirigir al grupo – Irene, tu nos darás soporte desde atrás.
-Ok! Pero pensad que mi SP es muy limitado!! Solo podré bendeciros un par de veces
-Catherine, tu intentaras repeler y hacer retroceder a todos los que puedas con tus flechas, intentaremos concentrarnos en eliminarlos de uno en uno.
-Entendido Rosiel! Pero como Irene, mi SP también es bajo, nos tendremos que dar prisa en eliminarlos.
-Y tu Phynos haz lo que tu creas conveniente, total, no creo que haya mucha diferencia. -La actitud del Swordman hacia el magician era de total desprecio, estaba claro que entre ellos había un rencor que no se esforzaban en ocultar.- Yo por mi parte intentaré aturdirlos con Bash, nos adelantaremos por si tenemos que ir retrocediendo. Adelante!!!!
El grupo salió al encuentro de los Argiopes, o mejor dicho casi todos, Phynos el magician se quedó donde se encontraba, mirando como sus compañeros se adelantaban, yo que me encontraba a su lado pude escuchar un “Imbécil” salir de su boca, aunque no era de odio o rencor, sino que más bien parecía de resignación, como si la situación lo aburriera.
El resto del grupo parecía apañárselas bien, mientras Catherine hacia retroceder a los Argiopes, Rosiel les iba propinando una combinación de Bash y Magnum Break. Pero por unos de los flancos 10 Argiopes se escabulleron avanzando hacia nosotros.
Physnos se adelantó un par de pasos, levanto su bastón y pronunció tres veces unas palabras que no llegué a entender muy bien pero que parecían ser “Fire pilar!”. Acto seguido se levantaron 3 columnas de fuego de punta a punta de las paredes, los Argiopes al colisionar con ellas retrocedían y sufrían daño por cada golpe que se daban contra estas paredes de fuego. El magician sin bajar su bastón y utilizando el hechizo Frost driver fue congelando uno a uno a los diferentes Argiopes.
-Estúpido!!! Se liberarán antes de que puedas hacerles el lighting bolt – Gritaba Rosiel.
Pero Phynos parecía no escucharle, una vez que tuvo a los diez congelados empezó a entonar otro salmo, este era diferente ya que toda la área donde se encontraban los Argiopes fue marcada por el inconfundible sello mágico, que denotaba que se estaba realizando un hechizo de área, el único que pueden hacer los magicians era el Thunder storm y así fue como pudimos contemplar cuando de una gran bola eléctrica surgieron diez poderosas descargas haciendo impacto en los Argiopes congelados y eliminándolos. Luego avanzando y repitiendo las barreras de fuego por delante de sus amigos lanzó dos Thunder storm más, consiguiendo eliminar al resto de monstruos.
-Estáis todos bien chicos? – Pregunto Irene mientras corría hacia nuestro encuentro – gracias Phynos, lo hubiéramos pasado realmente mal sin tu ayuda – le dijo mientras pasaba por su lado.
No sé si fue cosa mía o no, pero creí notar un enrojecimiento momentáneo en las mejillas del mago, o puede que solo fuera agotamiento por el lanzamiento de tantos hechizos seguidos…
Estaba dándole vueltas a eso cuando desde la lejanía escuché un grito. Era uno de los novieces que venía cabalgando junto con un Knight a lomos de su Pecopeco. Pero como era posible??
Al llegar donde nos encontrábamos, mi compañero nos explico que Irene le había dado un ala de mariposa, puesto que no había visto ninguna nunca y le estaba explicando cómo funcionaba cuando fueron atacados. Así que como su ciudad era Prontera la utilizó para ir al gremio de Knights y pedir ayuda.
-Veo que os habéis apañado francamente bien, cuando el chico me dijo que eran alrededor de un centenar de Argiopes pensé que solamente encontraría vuestros cadáveres – dijo mientras daba unas grandes carcajadas – buen trabajo mago, creo que has salvado a tu party esta vez…
-Gracias señor, pero como puede saber que fui yo - en ese momento Rosiel le lanzó una mirada que de haber podido lo hubiera incinerado como si uno de sus hechizos hubiera sido.
-Jajaja!! Como si este lugar no apestara a churrasco de cienpies!!!, chico, me gustas, eres directo y no te andas con modestias. Creo que será mejor que volvamos a Prontera, o los padres de estos chicos montaran una buena.
Dicho eso nos dirigimos a Prontera, donde a parte de nuestros padres también nos esperaban los profesores de los diferentes gremios.
Este fue el comienzo y las causas por lo que decidí convertirme en magician, Phynos me impresionó con su poder y frialdad ante aquella situación, cosa nada fácil teniendo en cuenta la poca experiencia que todos tenían en combate MvP. Así que entré en el gremio de Magicians y me gradué como uno de los mejores de mi promoción. Pronto me asignaron a una party para que empezara a obtener experiencia. Lo más grato es que en aquella party se encontraban una hermosa Priest un atolondrado Knight y un Misterioso Wizzard, de los cuales años atrás ya pude conocer en cierta incursión por el bosque y que gracias a ellos nos pudimos escapar de una muerte segura. Así es, no eran nada más y nada menos que Irene, Rosiel y Phynos.
Y el porqué fui a parar a esta extraña party y lo que nos sucedió es otra historia…
