unos eluniums para que refinara su sword [3], pero antes de que Chayo se fuera, Suvid le dijo:
- No es gratis la ayuda que te he dado, debes pagarme
- Pero no tengo nada, tu lo sabes...
- Entonces me tomaré toda la leche que el Negro depositó en ti.
Acto seguido, Suvid le chupa el anterisco y el gusanillo hasta dejarlo seco como una pasa, escupiendo toda la leche en una barril. Luego que terminó su faena, extasiada, exclama:
- Perfecto, tengo leche agria para todo el mes. Mis ponis no pasarán hambre.... puedes irte. Suerte.
Entonces nuestro protagonista, con el amanecer en el horizonte, parte rumbo al bosque. No paso mucho tiempo, cuando explorando la maleza, se encontró...