Lamento reconocerlo, pero poco contacto he tenido con la mayoría de los visitantes de la taberna, y como mi torpe entendimiento me llevó a malinterpretar, como a más de uno por lo que veo, el procedimiento de la junta, me limité a votar por Doriel, en base a tres cosas: no me esperó cuando fuimos a la junta, no me contestó cuando le pregunté su opinión, ya que según él no me había oído (cosa extraña porque me cercioné de su presencia en la taberna (Doriel (+1 Oculto(s)) y 0 Visitantes están viendo este tema)) y no tenía ningún otro voto en su contra, no corría riesgo de condenar a un inocente. El posterior curso de los acontecimientos aún me está costando superarlo, pero si hay algo que los ángeles puede que hayan dejado pasar por alto, es el orden temporal de las votaciones, tal vez ahí se encuentre la clave de aquella fatídica noche. Si tergiversaron sus intenciones con el fin de culpar a inocentes, o fueron directos a por su objetivo, escapa de momento a mis razonamientos, pero es posible que hayan considerado la votación como algo compacto, cuando en realidad los espacios temporales entre las votaciones son realmente relevantes, echadles un vistazo.