Capitulo 3
-El enigma-
-Debes guarda esta historia en Total secreto, en verdad esta información es confidencial y practicamente nadie sabe lo que te contado. Muchos saben de la aparición de Belsebub y Satán, pero solo conocen la versión de la novela y piensa que todo lo escrito es mera mentira y ficción.- Dijo Videl, sus ojos mostraban tanta calidez y confianza.
-Por supuesto sera nuestro gran secreto Videl, Si Señor!!!!- Decía Génesis, mientras se ponía la mano en la frente, en saludo militar. Ambos se largaron a reír a carcajadas, por la niñerías de Génesis.
El tiempo se hizo eterno desde ese entonces, Videl intento dormir en el camino, mientras Génesis pensaba en la increíble y espeluznante historia relatada, siempre había leído historias de Satán pero la verdad eran muy distintas a la versión de Videl. Además quien era Belsebub? y porque razón quería hablar con el Papa se lo preguntaba una y otra vez Génesis. Al final Génesis callo rendida por el sueño y el cansancio de tanto pensar en el asunto.
-Despierta Génesis hemos llegado- Replico Videl. Esta es la antigua cuidad de los magos, "Oracle". Nuestro destino es una cuidad que queda al noroeste de esta cuidad, desde acá nos iremos camino.
-Si. -Respondió Génesis algo soñolienta.
La cuidad era enorme y tenia un gran edifico en el centro, recorrieron sus calles pero no lo suficiente como para apreciarla mas y salieron rapidamente de ella. Al fin se adentraron en el bosque, Génesis pensó que seria tetrico pero no fue así, el aire era fresco y húmedo y los arboles bailaban al compás del viento. Caminaron un par de horas y al fin divisaron una pequeña cuidad al fondo de bosque verde y vivo.
-Creo que esa es la cuidad Génesis, pasemos a confirmarlo.- Dijo Videl.
-No estas seguro Videl?- Repuso Génesis con algo de duda.
-No es eso, es solo que........no importa olvídalo- Respondió con una sonrisa en su rostro.
La cuidad era pequeña, y muy malgastada por el tiempo, las casas en su mayoría era de madera, aun que de igual forma habían unas cuantas de concreto y piedra. La cuidad parecía algo desierta, casi ninguna persona andaba en las calles, y el ambiente era extraño.
-Videl? no hay ningún niño en la cuidad, llegamos tarde?- Pregunto con angustia Génesis.
-No lo creo, deben estar en sus casas con el resguardo de sus padres lo mas probable- Respondió algo consentrado y pensativo.
Los sacerdotes se quedaron observando un poco la cuidad, sus casas, sus dimensiones, la poca gente que caminaba por las calles con miedo he inseguridad. Desde el fondo se acerco un anciano, su cabello era muy corto completamente blanco y caminaba gracias a la ayuda de un bastón.
-Ustedes son del monasterio? han venido a ayudarnos? - Pregunto el adorable veterano.
-Si, hemos venido del monasterio por vuestra petición, Soy el padre Videl y ella es la hermana Génesis, porfavor necesito todos los detalles de meollo, con lujo y detalles.
-Génesis?, que curioso nombre para una sacerdote, pero en fin adelante comberzaremos en mi hogar, de ese modo estaremos mas tranquilos, adelante siganme.-Dijo el anciano. Por cierto, lo olvidaba mi nombre es Nicolás.
Los sacerdotes lo siguieron por un camino de tierra, Génesis se preguntaba por que el anciano le había dicho esas palabras, ella encontraba que su nombre era muy lindo, y lo que le había dicho le molesto y la incomodo. En ese momento se pregunto quien le regalo ese nombre, nunca conocio sus padres y solo recuerda cuando era muy pequeña y que Videl estaba al lado de ella protegiéndola, pero a ella no le importaba realmente, mientras Videl estuviera con ella. Finalmente llegaron a una pequeña casa.
-Entren por favor, a delante tomen asiento yo les traeré algo de beber. -Dijo muy tiernamente el anciano.
-Gracias!- Replicaron a coro los sacerdotes.
La casa era muy humilde en verdad, la decoración era muy antigua, por no decir bastante vieja. Nicolás entro con una bandeja con 3 tazas de te, se sentó en el sofá del enfrente y cuando todos estuvieron cómodos, se dispusieron a conversar de los sucesos.
-Muy bien señor Nicolás, cuéntenos lo que ocurre en este lugar.- Dijo Videl algo serio.
-Si, bueno como ustedes deben saber han estado desapareciendo niños pequeños de esta aldea, y últimamente personas adultas.- Dijo Nicolás haciendo una pausa, tomando un poco de te.
-Lo extraño es, que si están muertos no hemos encontrado los cuerpos en ningún lado, y si tuvieran vivos tampoco nos han pedido alguna clase de recompensa por sus vidas, simplemente han desaparecido, como si la tierra se los hubiera tragado.- Dijo tristemente Nicolás.
-Las personas desaparecidas tienen algo que los conecten?, familia, amigos o algo por el estilo, eso seria de ayuda para aclarecer un poco el asunto.- Dijo Génesis preocupada, mientras Videl le sonreía por la pregunta acertada que hizo.
-Yo mismo me he encargado de investigar las desapariciones, y bueno son personas al azar, nada que los conecte demasiado, tal vez mas de alguno fueran amigos cercanos ya que este pueblo es muy pequeño, en todo caso he escrito un informe con los nombres, edades y bueno en verdad todo lo importante que yo he creído, si gustan pueden leerlo.-Dijo Nicolás.
-Seria de gran ayuda de verdad.- Dijo Videl. El anciano rápidamente fue a los cuartos del fondo y trajo un cuadernillo con hojas sueltas y se lo entrego a Videl.
-Vaya es mucho material, le molestaría si me tomo mi tiempo para leerlo con calma?.- Dijo Videl sutilmente.
-Para nada, todo el tiempo que gusten. Yo necesito hacer unas cuantas cosas en la aldean aun, saldre por algunas horas, pero no se preocupen estan en su casa, en la cosina hay comida por si les da hambre, pueden sacar lo que quieran con toda confianza, ahora si me disculpan.- Dijo Nicolas al mismo tiempo que retiraba las tazas vacias.
-Muchas gracias Señor Nicolas.- Dijo Genesis y se dio cuenta que el abuelo la miraba con detenimiento.
-Ocurre algo?.- Pregunto Genesis, vastante incomoda.
-OH!, mis disculpas, te pareces mucho a alguien muy cercano mio que perdí hace algún tiempo. Ya nos les quito mas tiempo, hasta luego.- Dijo Nicolás y finalmente los dejo solos.
Videl de inmediato se puso a leer los escritos de Nicolás, mientras Génesis recorría la sala de estar, veía a Videl muy concentrado y no dijo nada para no interrumpirlo o desconcentrarlo. La tarde avanzo rápido y Génesis estaba muy aburrida, al parecer Videl había leído un montón de veces los escritos y finalmente se dispuso a hablar.
-Mañana saldremos al amanecer Génesis, se nos ha hecho algo tarde, y no nos combine salir a investigar en noche- Propuso Videl muy serio.
-Como tu digas Videl. Y bien encontraste algo de ayuda?.- Pregunto Genesis curiosa.
-Mañana te explicare con lujo y detalle, ahora no es oportuno hablar de eso.- Dijo Videl aun serio.
-Mis disculpas, me he tardado mas de lo que yo pense.- Dijo Nicolas que regresaba a casa nuevamente.
-No se preocupe, me gustaría saber si hay algún hotel o algún lugar donde quedarnos esta noche.- Dijo Videl, ahora con la cara llena de alegría y tranquilidad. Génesis se sorprendió por el cambio de animo de su amigo.
-Si lo desean pueden hospedar acá, tengo dos habitaciones libres- Menciono el anciano.
-Muchas Gracias Señor Nicolás, aceptamos su ofrecimiento con gusto- Respondió Videl.
La noche fue era algo tétrica y Génesis no podía dormir, Videl estaba en la habitación conjunta a la de ella. Cuando porfin los ojos se le cerraban lentamente para dormir escucho un horrible grito de un niño a los lejos, se asomo por la ventana pero no logro ver practicamente nada por culpa de la intensa oscuridad. Pensó en despertar a Videl, y cuando se aproximaba a golpear la puerta de su superior, escucho nuevamente un grito de dolor y sufrimiento, su cuerpo se movió por inercia al exterior de la casa.
Continuara....