Capítulo VIII: Llego la hora de que seas un hombreAños habían pasado desde aquel día en que la vida de nuestro héroe estuvo en peligro por vez primera, y los recuerdos de ese evento, que solo pudo haber sido una broma del destino, aun permanecían en la memoria de Lancelot como si hubiese sido ese mismo día.
Por fin había llegado el momento tan esperado por el joven arquero acababa de cumplir 16 años, era un adolescente alto, bien parecido, y lo suficientemente fuerte como para finalmente convertirse en un Hunter, tanto esfuerzo seria remunerado después de muchos años. Todo el pueblo estaba muy feliz desde la víspera de su cumpleaños, sus padres como siempre muy orgullosos de él.
-Felicidades hijo, llego la hora de que seas un hombre – le decía su padre mientras Lancelot preparaba su equipaje
-Si hijo, pronto serás todo un cazador – le decía su madre que se encontraba al punto de las lagrimas – y uno de los mejores seguramente
-Eso espero madre, eso espero. Papá ¿me acompañaras a Hugel?
-Lo siento hijo, esta vez no puedo acompañarte, este viaje lo tienes que hacer tu solo sin nuestra ayuda
-Pero si nunca eh ido mas allá de los bosques de Payon
-Lo sé, pero aunque quiera no puedo acompañarte. Además eres lo bastante fuerte como para defenderte solo de los peligros del camino
-Pero… ¿y si me pierdo?
-No lo harás por eso llevaras este mapa, además el camino es sencillo, solamente tienes que caminar hacia el oeste de la ciudad, una vez que pases los castillos simplemente ve al norte – le decía su padre mientras le señalaba en el mapa – en pocos días habrás de llegar a Prontera o Izlude, una vez allí te recomiendo que descanses aunque sea un día, después sigues hacia el norte hasta llegar a Aldebarán, saldrás por la puerta norte de allí y te dirigirás hacia el oeste así llegaras a Einbroch, pides indicaciones para llegar al Airship, y lo tomas rumbo a Hugel. Después de eso ya no te puedo decir más ya que es donde empieza tu prueba
-Muchas gracias padre – le respondía mientras guardaba el mapa en su mochila
-Bien hijo, ya que termines de acomodar tus cosas duerme, que mañana te espera un largo viaje.
A la mañana siguiente Lancelot se levanto muy temprano para partir junto con el alba, sus padres ya le esperaban en la sala de su casa para despedirlo y desearle buen viaje. Al mientras se alejaba su madre rompió en llanto y lo último que pudo ver al voltear hacia atrás fue a su padre consolándola.
-No te preocupes pronto volverá…
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PS:Perdon por no ponerlo antes, es que habia estado algo ocupado con esto de la navidad y eso