Nota: Esta es mi segunda historia, esta vez me referiré a unos de mis pjs secundarios, dedicada con todo mi amor para Boreal, vida mia esta historia es para ti, tu eres y seras mi mas grande inspiracion.
Aun recuerdo cuando abandone mi hogar en la tranquila ciudad de Hugel, era un día de otoño y las hojas de los árboles caían por montones, curiosamente mi nombre es Adalid, que significa protector, pero en mi corta vida ni siquiera era capaz de protegerme a mi mismo, es obvio de que mi aventura había comenzado y tenia muchas experiencias que vivir, el camino se encontraba delante de mi y yo deseaba recorrerlo, lo primero que hize al dejar casa fue aprender a sobrevivir por mi propia cuenta, no se me daba bien el uso de la espada ni de la magia, pero si del arco, practicaba cada día para pulir mis habilidades, sabia que en el mundo exterior habían muchos lugares increíbles, pero también habían peligros increíbles y por eso debía estar preparado, poco a poco mis sentidos se fueron agudizando y mi destreza con el arco aumento, ya era primavera y todo florecía, pensando en que ya me encontraba preparado para ir por nuevas aventuras, fui a la cuidad de Prontera, una da las cuidades mas grandes de Midggard, me impresiono la majestuosidad de Prontera, muchos guerreros se reunían en esta gran cuidad para ir de aventuras a reinos desconocidos, yo no quería ser la excepción, recorriendo la cuidad encontré a alguien, no se si habrá sido efecto de la primavera, pero aquella criatura que mis ojos vieron hizo que mi corazón latiera con frenesí, restregué mis ojos una y otra vez, porque no podía creer lo que mis ojos veían, tenia miedo que fuera una ilusión, pero me fui acercando mas y esa hermosa criatura no desapareció, al parecer esperaba algo o a alguien.
Buen día –le salude
Buen día – respondió ella
Ahora que la tenia frente a mis ojos, la observe con detenimiento, su largo cabello rubio resplandecía como el más radiante sol, y sus penetrantes ojos parece que veían a través de los míos, tenía una hermosa sonrisa tan calida y dulce que podría derretir hasta el más gélido hielo, mi corazón volvió a acelerarse, si, la primavera había llegado.
Me llamo Adalid –le dije, hize una reverencia
Yo me llamo Boreal –dijo ella, y volvió a sonreír.
Una vez presentados, le pregunte si conocía de algún lugar en el que pudiera aumentar mis habilidades, ella me hablo de una isla en la lejana cuidad de Moscovia, era el lugar perfecto para ir de aventura y conocer mas del mundo, pensé entre mi, el problema era que no sabia llegar a ese lugar, le pregunte a Boreal si sabia como llegar ahí, ella me dijo que sabia como llegar y que ella también tenia deseos de ir allá, porque quería pulir sus habilidades como Priest, pero no podía ir sola y ella esperaba ir en compañía de alguien.
Quieres acompañarme en mi viaje? –le pregunte
Si –respondió ella, esperaba que me lo pidieras, y volvió a sonreír.
Sentí que el corazón se me saldría del pecho, estaba muy feliz de que Boreal me acompañara, yo no tenia mucha experiencia en combate real, pero no dudaba de mi corazón y daría mi vida por proteger a Boreal, de eso no tenia duda alguna. Nos dirigimos a la cuidad de Alberta, nos preparamos con todo lo necesario para ir a la isla de Moscovia, tomamos un barco hacia esa cuidad, el viaje fue muy tranquilo y agradable, no pare de charlar en ningún momento con Boreal, su compañía era impagable, cada momento que pasaba con ella me sentía mas cautivado, y esa hermosa sonrisa me encantaba mas y mas, ya comenzaba a amar a Boreal y no quería perderla por nada del mundo, llegamos a Moscovia, fuimos a ver a la máxima autoridad de esa cuidad el Zar, el nos concedió el permiso para ir a la isla, fuimos en busca de un barco que nos llevara hasta allá, justo había un barco que estaba por zarpar a la isla, lo abordamos rápidamente y zarpamos hacia lo desconocido, la marea estaba muy agitada, sentí que debía estar alerta, ya se podía divisar la isla, pero en un momento las aguas se inquietaron mas aun, en un segundo unas criaturas marinas habían abordado el barco, una de esas criaturas iba a atacar a Boreal con su tridente, pero yo lo derribe de un certero flechazo antes de que pudiera acercarse, tense el arco nuevamente y mate a otra de esas criaturas que estaba muy cerca de mi, en el barco también habían guerreros de toda especie que iban en dirección a la isla, entonces comenzó una sangrienta batalla en la cubierta del barco, yo comencé a matar a esas criaturas a medida que se acercaban a nosotros, siempre con Boreal a mi lado, las criaturas ya estaban siendo repelidas, no habían matado a ningún tripulante, pero si había algunos heridos, cuando ya creímos que todo había terminado una criatura salto del agua y abriendo su enorme boca me dio una gran mordida en mi hombro, clavándome con fuerza sus afilados colmillos, Boreal golpeo fuertemente a la criatura en la cabeza con su báculo, la criatura cayo inconsciente, puse mi mano en mi hombro y presione con fuerza, Boreal me miraba llena de preocupación.
Estoy bien –le dije
Déjame ver tu hombro –dijo ella
Mi mano sangraba, la herida había sido muy profunda, Boreal la examino cuidadosamente, fui en ese momento cuando vi el poder de Boreal, ella tenia el báculo en sus manos, alzo su vista y pronuncio unas palabras cuyo idioma yo no conocía, el báculo en sus manos comenzó a irradiar un aura blanca muy resplandeciente, es aura rodeo mi cuerpo y comencé a sentir una sensación indescriptible, note que nuevas fuerzas eran puestas en mi.
Te encuentras mejor? – me pregunto Boreal
Ya no sentía mas dolor, mire mi hombro y ya no había rastro de la herida, los poderes de Boreal eran asombrosos, ese era el poder de una priest, el poder de la sanación. Le dirigí una mirada llena de agradecimiento y le di un fuerte abrazo, ella correspondió con alegría, nuevamente sonrió con esa sonrisa encantadora que tanto me gustaba, ya estaba completamente enamorado de Boreal y el lazo que me unía a ella se iba intensificando. Por fin llegamos a tierra firme, nos despedimos del capitán y de los tripulantes, cada cierto tiempo volvían a la isla, si queríamos volver a Moscovia solo debíamos esperarlos en ese lugar, siempre con Boreal a mi lado nos adentramos a la isla, el lugar era perfecto para pulir las habilidades, muchos monstruos rondaban en la isla, pero el capitán nos advirtió que tuviéramos cuidado, porque la isla guardaba un gran secreto, estuvimos durante muchos días en la isla, cada día entrenábamos para volvernos mas hábiles y cada día el lazo de amor que me unía a Boreal se hacia mas intenso. Hasta que llego ese día o mejor dicho noche, porque ya descansábamos, nos despertó unos ruidos extraños, era como el gemir de muchas criaturas marinas, miramos la luna y esta se encontraba de un color celeste, mi corazón sintió que algo estaba por venir y la angustia se apodero de mi, abrace fuerte a Boreal y le dije:
Boreal amor mío, tu sabes que te amo verdad?
Si –dijo ella, así como yo también te amo a ti
Que sucede? –pregunto
No lo se –le respondí, pero pase lo que pase no te dejare de amar.
Ni yo a ti –dijo Boreal
Bese sus manos y su frente y la abracé con fuerza, después de hacer esto, vimos que fuertes vientos azules que provenían de la luna se dirigían a la isla, esta era el secreto de la isla del que nos hablo el capitán, un fenómeno que ocurría muy de vez en cuando. Desde la luna se comenzó a formar un tornado azul que iba directamente hacia la isla, el viento comenzó a soplar con una furia imparable, en un abrir y cerrar de ojos, Boreal y yo volábamos por causa del fuerte viento, la tome con fuerza de sus manos, pasara lo que pasara yo no la iba a soltar, pero el viento nos fue acercando mas y mas hacia el tornado, hasta que fuimos tragados hacia el vortice, apreté las manos de Boreal con mas fuerza, sentí como dábamos vueltas hasta, que las fuerzas se me acabaron y solté a Boreal, moví mis manos hacia todos lados con la esperanza de tocar su cuerpo, pero ya era tarde, mi dulce Boreal fue tragada por el tornado y yo correría la misma suerte, no se cuanto tiempo estuve dando vueltas, el agotamiento me venció y perdí el conocimiento, seria ese nuestro fin?....
Un remezon me despertó.
Estas bien? – pregunto una voz desconocida
Si – dije, abriendo mis ojos
Vi a un hombre que estaba con un niño, ellos me habían despertado, trate de incorporarme, pero sentí un fuerte mareo y nuevamente me encontré en el suelo.
Deberías descansar –dijo el hombre, mi hijo y yo te encontramos, y hemos encontrado a muchas personas así.
Mi mente tuvo un rápido flashback y en dos segundos recordé todo lo que había sucedido.
Han encontrado a alguien llamada Boreal? – pregunte con ansiedad
No –dijo el hombre, no conozco a nadie llamada así.
Donde estoy? -le pregunte
Estas en las costas de Cómodo –dijo el hombre
Cómodo, no tenia idea de donde como había llegado ahí, supuse que el fuerte tornado, nos había arrastrado a todos hasta las cercanías de esa ciudad, Boreal tenia que estar por aquí, mi corazón estaba desesperado, tenia que encontrarla cuanto antes, le di mis agradecimientos a aquel hombre y a su hijo, me incorpore e inicie mi búsqueda, recorriendo las extensas costas de ese lugar, revise cada rincón, pero no encontré a mi dulce Boreal, fue a la ciudad de Cómodo y pregunte por ella, pero nadie tenia información de Boreal ni de su paradero, la angustia comenzó a apoderarse de mi, Boreal me hacia falta, no era el mismo sin ella, recorrí muchas ciudades, visite muchos sitios, pero de no había rastro de Boreal, mi corazón estaba muy dolorido, por momentos pensé que ya no la volvería a ver, pero mi esperanza no se apagaba, tenia que encontrarla, el tiempo comenzó a pasar, ya habían pasado dos meses desde que desperté en Cómodo, y mis pasos me habían llevado a la ciudad de Geffen, mientras caminaba por la ciudad en busca de alguna pista que me ayudara a encontrar a Boreal, escuche una conversación de unos guerreros, ellos hablaban acerca de una priest que llevaba mucho tiempo en Glast Heim y que el sitio era perfecto para entrenar porque esa priest curaba todas las heridas de cualquier persona que lo necesitase, me detuve a pensar un momento, podría ser Boreal?, había alguna posibilidad que fuera ella?, mi corazón deseaba con todas sus fuerzas que fuera así.
De inmediato fui camino a Glast Heim, a medida que me iba acercando, sentía una pesadez en mi alma, es como si estuviera gimiendo, revise las primeras instancias de Glast Heim, pero no había rastro de ella, fui adentrándome mas y mas y llegue a un tipo de prisión, muchos guerreros estaban ahí, pero de entre todos ellos divise a alguien especial, alguien a quien mis ojos deseaban ver mas que a nada en este mundo, ella me miro sorprendida como si hubiera visto a un fantasma, corrí rápidamente y la estreche con fuerza, ninguno de nosotros dijo una sola palabra, lo único que yo quería era sentirla cerca, la había extrañado tanto todo ese tiempo, ya no sentía el gemir de mi alma, la presencia de Boreal había callado todos mis fantasmas, no podía creer que la había encontrado, pero era cierto, yo la tenia en mis brazos muy cerca de mi, no pude contener las lagrimas y estas rodaron rápidamente por mi rostro, vi a la cara de Boreal y ella también lloraba, supongo que sintió algo parecido a lo que yo sentí, ella rompió el silencio y dijo:
Pensé que no te volvería a ver nunca mas – las lágrimas caían de sus ojos.
Yo no he parado de buscarte, todo este tiempo –le dije con voz ahogada
Nos volvimos a abrazar y ella me contó, que después de que el tornado nos separara, ella me espero por muchos días, al ver que no aparecía ni sabia nada de mi, ella pensó que yo había muerto, muy triste por lo sucedido, estuvo vagando por muchas ciudades, hasta que llego a a Geffen, ahí escucho que en Glast Heim, muchos aventureros tenían dificultades, los seres que habitaban ahí eran muy agresivos y la falta de healers era un gran problema, Boreal no lo dudo y fue a Glast Heim, con la esperanza de encontrarme allí, pero fui yo quien la encontró a ella, Boreal me dijo que ese lugar había sido su refugio durante este largo tiempo, de alguna manera ayudando y curando las heridas de los aventureros caídos, ella encontraba algo de paz en su triste corazón, imaginaba que ayudándolos a ellos así me ayudaba a mi, y ese sentimiento la hacia sentirse cerca de mi. Estuve con Boreal mucho tiempo en la prisión de Glast Heim, sin duda las criaturas que habitaban allí eran de temer, pero en el tiempo que estuve buscando a Boreal mis habilidades habían crecido, ahora tenia el poder de protegerla, no permitiría que nada nos volviera a separar.
A medida que fueron pasando los días, comencé a notar algo extraño en Boreal, su calida sonrisa ya no era la misma de antes, es como si parte de ella se hubiera perdido en el tiempo que estuvimos separados, sin duda ella estaba feliz de que estuviéramos juntos otra vez, pero algo faltaba, Boreal tenia todo mi amor y ella lo sabia, pero quizás eso no era suficiente, quizás faltaba algo mas.
Un día le pregunte a Boreal si ella quería acompañarme de aventuras nuevamente, ella acepto de muy buen ánimo.
Y a que lugar nos dirigimos? –preguntó impaciente
Escuche de un lugar, mas allá de la ciudad de Morroc, el lugar se llama Sphinx y es el sitio ideal para completar nuestro entrenamiento – le dije
Al escuchar eso su rostro cambio, es como si parte de su alma se la hubieran arrancado, me miraba como si no pudiera creer lo que yo decía.
Yo también escuche de ese lugar –dijo en tono serio, y se que es uno de los sitios mas peligrosos de Midgard, allí viven criaturas despiadadas que no dudan en atacar a quien invade su territorio, escuche de muchos guerreros que han muerto en ese terrible lugar.
Quieres perder la vida y dejarme otra vez? – pregunto muy seria.
Si tu estas conmigo, jamás te dejare –dije
Yo no podría aguantar, que te sucediera algo, si algo pasara, yo…… yo no me siento fuerte - Dijo Boreal sollozando.
Abracé fuerte a Boreal, creo que por fin pude comenzar a entender, que era lo que le pasaba, Boreal temía perderme, pero porque tenia esos temores?, ella era una excelente Priest y sus habilidades habían aumentado, si ella estaba a mi lado no me ocurriría nada o podría ser que Boreal había perdido la fe en si misma?, si era eso lo que ocurría yo no dudaría en poner en riesgo mi propia vida para que ella fuera como antes, quería volver a ver esa dulce y calida sonrisa, quería que Boreal volviera a creer en si misma otra vez.
Nos dirigimos hacia Morroc, ya en esa ciudad nos aprovisionamos con todo lo necesario para nuestra aventura, el camino hacia Sphinx fue muy largo, Boreal no decía ninguna palabra y ese silencio de alguna manera me incomodaba, estaba claro que Boreal no era la misma, el tiempo que estuvimos separados despertó muchos temores en ella, era mi deber salvarla, salvarla de toda esa inseguridad que la atormentaba, mi amor por ella era enorme y yo no me detendría hasta que ella volviera a ser la Boreal que conocí, llegamos a Sphinx, era una pirámide enorme, dentro de una construcción tan grande, era posible que muchos peligros nos aguardaran, esa idea me hizo dudar un poco en si debíamos continuar, pero mi voluntad era mas fuerte, deje de lado mis miedos y por el bien de Boreal nos adentramos en aquel lugar, el interior de Sphinx era un laberinto, caminábamos con cuidado porque en ese lugar era muy sencillo perderse, llegamos a unas escaleras, estas debían conducir al segundo nivel, respire hondo y yo avancé primero, Boreal siempre estaba detrás de mi, alerta de cualquier cosa que sucediera, el segundo nivel era aun mas confuso que el anterior y con algo de dificultad encontramos las escaleras para el tercer nivel, no nos habíamos topado con ningún enemigo peligroso, nuevamente el miedo se apodero de mi, no quería continuar, mire a Boreal y ella me sonrió, su sonrisa me lleno de fuerza y de valor, baje lentamente las escaleras del tercer nivel, siembre con Boreal cerca de mi, el lugar estaba oscuro y eso me dio mala espina, tome una de las antorchas que estaban en los muros y la encendí, al tener un poco mas de claridad vi un ser imponente que estaba a pocos metros de nosotros, eran los temidos “Guerreros Anubis”, el se abalanzo contra nosotros, pero Boreal creo un escudo alrededor nuestro usando su magia, el anubis no podía hacernos daño, después de eso Boreal, uso su magia y en unos pocos segundos el anubis cayo vencido, los poderes de Boreal eran increíbles, justo detrás de Boreal apareció otro anubis el cual iba a dañarla, pero yo ya me encontraba listo, tense mi arco y dispare a las piernas, el anubis cayo antes de poder tocar a Boreal, me acerco al anubis y lo remato atravesándole una flecha en la cabeza, la feroz criatura dio un gran rugido antes de morir, y en lo profundo del tercer nivel escuchamos furiosos rugidos, cada vez se sentían mas cerca, volví a tensar mi arco para atacar, mire a Boreal y ella tenia un rostro de determinación, podía ver que ella ya recuperaba la confianza en si misma, la situación era peligrosa, pero no podía evitar sentirme feliz, Boreal volvía a ser la misma y eso no tenia precio para mi.
Los rugidos nos alertaron y los anubis comenzaron a aparecer un grupos, Boreal y yo mirábamos a direcciones opuestas, pero nuestras espaldas estaban en contacto, nos protegíamos entre si, no permitiríamos que se nos acercaran, mientras yo los derribaba a flechazos, Boreal los hacia retroceder usando sus poderes y después los mataba rápidamente con su hechizo de curación, todo iba bien, podíamos con lo que viniera, pero en un momento tres furiosos anubis se me acercaban, tense mi arco y mate a uno, rápidamente saque otra flecha y mate a otro, el tercero ya estaba encima de mi, Boreal que escucho el rugido se dio la vuelta, hizo retroceder al anubis y lo mato con su magia, Boreal me había salvado, pero al descuidar su lado, no se dio cuenta que de entre las sombras uno de ellos la atacaría, rápidamente alcancé a apartarla del anubis, Boreal cayo a un lado, pero el anubis furioso golpeo mi cuerpo, sentí que mi corazón se detenía, mi cuerpo salio volando por el tremendo impacto y se estrello contra una de las gruesas paredes de piedra, caí al suelo sin fuerzas, trate de incorporarme, pero mi cuerpo no se movía, quise decirle a Boreal que huyera, pero mi voz no me salía, al tratar de hablar sentí un desagradable gusto en la boca, me dieron nauseas y me di cuenta de que estaba botando sangre de la boca, mi condición era mala, el anubis me había herido gravemente y ya no podría seguir luchando, temía por Boreal y con mis ultimas fuerzas levante mi cabeza y la mire a los ojos, Boreal me miro pero su mirada mostraba aun mas determinación, se incorporo rápidamente, puso las manos en su báculo este comenzó a irradiar un aura blanca el aura también rodeaba el cuerpo de Boreal, ella pronuncio una palabras que no logre entender, y el anubis que estaba por darme el golpe de gracia, cae fulminado como si un rayo lo hubiese fulminado, solo quedaron cenizas, el resplandeciente cuerpo de Boreal se acerca a mi, me mira a los ojos y me sonríe con esa sonrisa dulce y calida, la sonrisa que me cautivo, Boreal ya era la misma de antes, pude verlo en sus ojos. Me puso de espaldas y vi que mi cuerpo era envuelto en esa aura blanca, acerco una de sus manos a mi estomago que había sido dañado, pude sentir un calor dentro de mi, Boreal me había salvado otra vez, la abracé con mucha fuerza y ella correspondió mi abrazo, rápidamente me puse de pie, pero dos anubis mas venían hacia nosotros, Boreal alzo su báculo volvió a pronunciar una frase que no entendía, y una fuerte luz ilumino todo esa estancia, los anubis quedaron cegados y no nos podían dañar, pero uno de ellos cegado por el fuerte resplandor, dio un brutal golpe a uno de los pilares del tercer nivel, el suelo comenzó a moverse, yo sabia lo que iba a suceder, el lugar se iba a venir abajo, teníamos que salir de ahí cuanto antes, tome la mano de Boreal y juntos comenzamos a abandonar ese sitio, subimos velozmente las escaleras que llevaban al segundo nivel, todo se estaba moviendo y con la oscuridad era difícil moverse, Boreal volvía a alzar su báculo para iluminar nuestro paso, encontramos las escaleras que conducían al primer nivel, rápidamente las subimos, el piso estaba cayéndose detrás de nosotros, pero vimos una luz a lo lejos, era la salida, corrimos a toda velocidad y logramos atravesar la salida unos segundos antes de que todo se viniera abajo, nos habíamos salvado.
Ya estando en el desierto, abrazo a Boreal y beso su frente, le di las gracias por salvarme tantas veces, pero ella me dijo que la agradecida era ella, y que yo estaba equivocado, porque era yo quien la había salvado a ella, gracias a mi ella había encontrado el coraje y la determinación para no rendirse en aquella difícil situación, ella me sonrió nuevamente y yo el ver su sonrisa estaba seguro de que había recuperado a la persona maravillosa de quien me enamore.
Ninguno de los dos sabia que nos deparaba el futuro, pero de una cosa estábamos seguros, nuestro viaje no había terminado, lo que habíamos vivido era solo el comienzo.