termine de leer la historia ;).. larga pero entretenida, creo q en 3 o 4 dias estoy entrandso en xatiya..eso espero... aun no se bien cmo se usa el foro y no se a quien estoy firmando =S ns vemo spronto =D
Faye Valentine
Pues estaré el sábado y domingo, los otros días estudio y escribo esto, así que espero verte esos días. Saludos.
Capítulo 28: Demasiado inocente-
¡Qué buena suerte!Cerca de una palmera, un ave grande, un poco más que su tamaño, de plumaje naranja atornasolado, con unas patas gruesas que parecían poder desgarrar de todo y su pico largo y azul, similar a un tucán, daban a entender que era capaz de partir las rocas más sólidas, se veía imponente y majestuoso . Eso, sin mencionar su mirada torpe y despistada.
"Uhmmmm Peco peco frito" pensó Raise,
“Me pregunto si le gustaran los gusanos” se decía tramando la trampa que lo salvaría de una inanición.
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Ven peco, ven pequeño, soy tu amigo, mira este gusano. – El ave empezó a acercarse.
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Sí, así, ¿Lo quieres? – Dijo sacudiendo la lombriz –
Ven por él. – El pájaro hacia movimientos bruscos y súbitos para atraparlo pero Raise podía adelantarse, dio un salto, lo toreó o mejor dicho lo pecoó????, llegó a alcanzar al insecto pero ya estaba a la merced de su depredador, Raise se abalanzó con toda intención de tener una cena ese día. Los graznidos furibundos del animal que luchaba por salvarse, sin embargo, su lugar en la cadena alimenticia no le ayudaba mucho ya que el Crusader desenfundó su daga e iba a propinar el corte de gracia, sería uno rápido y preciso en el cuello y wala!! la comida esta servida. El peco gruñó con más fuerza, más que la representación de un afán de supervivencia era tristeza, había notado que era su fin y se resignó, cosa que sorprendió a Raise, quien soltó su puñal.
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No podría, bien amigo, es todo tuyo. – Arrojó al bicho unos cuantos centímetros, el peco se lo tragó, lejos de irse, volvió a Raise y empezó a picotearlo en la cabeza. –
No, no, deja. ¿Quieres jugar eh? – Se fue a la rivera del oasis y comenzó a salpicarle. –
Bueno, un nuevo amigo. ¿Quieres venir conmigo? – Como si le hubiera entendido el peco asintió. Agarró una manta y se la puso como silla de montar. -
¡Arre!. El peco ladeó la cabeza y se quedó en su sitio.
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Huh? ... Camina. – No pasó nada. –
Como quieras, quédate ahí. – Contradictoriamente comenzó a correr.
“Y eso se llama psicología inversa. Curioso que los monstruos lo entiendan” pensó mientras continuaba “paseando” por el desierto. De improviso, una tormenta de arena se formaba frente a ellos, siendo atraídos por un tornado cuya intensidad aumentaba a cada segundo. Estuvieron volando entre todas esas partículas y siendo sofocado ya que algunas entraban por sus fosas nasales. Perdió el conocimiento. Pequeñas punzadas y aullidos despertaron a Raise. Al verse casi sepultado, se sacudió para buscar su tesoro y darse cuenta que él y su mascota estaban rodeados por una manada, que enseñaban sus filosos dientes y escurriendo baba parecían pedir sus vidas como alimento. Estaban agotados, después de lo ocurrido, enfrentarse a los lobos era una preocupación mínima para él, quería recuperar su espada pero tenía que defender, un problema que por donde se ve ambos terminaran muertos.
“Esto puede esperar”, se incorporó y asumió posición de combate, se puso delante del peco como escudo. Los lobos arremetieron al mismo tiempo, por todos los ángulos, Raise rechazó a uno con una patada, sin embargo, otro le mordió el brazo y el siguiente iba a su cuello, lo último que vería: los colmillos. De la nada, el agresor animal calló al suelo, había sido el peco, protegiendo al Crusader. Ahora era un dos contra siete, los números no estaban precisamente a su favor, sobretodo cuando concentraron su ataque en la presa más jugosa, Raise puso su espalda para bloquear el ataque, recibiendo casi todos los impactos, ya que uno de ellos fue directo al nuevo compañero, cazando su pata. Cojo, tambaleó y se desplomó, al chocar su pico con la superficie, descubrió algo extraño y como pudo, tiró de la ropa de su dueño, este, aprovecho un descuido para atenderlo y la encontró... sí, su espada y su escudo, el peco lo halló, con una mano herida, sólo pudo sujetar su arma. Una oportunidad, como en la primera ocasión, atacaron a la vez. Cerró los ojos, estaba perdiendo la visión debido a la cantidad de sangre derramada, sintiendo el aire que se avecinaba, un aire de muerte, con lo poca fuerza que le quedaba, hizo Bash en el área arenosa, haciendo una gran ola que enterró prácticamente a todos los que amenazaban su vida. Todo tiene un límite, y el de él estaba cerca, producto del calor, el cansancio y los golpes le tocó “besar tierra”.
En una habitación oscura hecha con adobe, cama sencilla con patas de piedra y colchas de lana, amaneció él. La Diosa Fortuna le concedió salvación a ellos. Su peco estaba descansando, tenía la extremidad mordida, vendada. Una voz fría irrumpió en el medio del cuarto.
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Pareces ser más resistente de lo que aparentas, niño. -
¿Quién esta ahí?-
¿No te enseñaron modales?. Este es mi humilde hogar, agradece que te lo estoy brindando para que reposes, también a tu ave.-
Bueno, bueno, perdón y gracias.-
Puedes ser más sincero, ¿Sabes?-
No tengo tiempo para esto. ¿Quién eres? y ¿Qué quieres?Una daga que venía de las sombras pasó rozando sus orejas y quedando clavada en la pared.
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Un saludo.-
Muéstrate y pelea, si eso es lo quieres.-
Creo que deberías aprender a controlar tus emociones. En estos momentos no tengo la necesidad de matarte. Me hubiera divertido más verte perecer en el desierto. Me llamo Eremes...
Fin Capítulo 28Esto es por los dos últimos y cortos capítulos, ¿Me perdonan? ;D (excepto KnightDX porque dejarlo en ridículo en la historia no tiene precio (?))