Han ocurrido mas de 15 años en el mundo, la humanidad actualmente aun trabajan en la construcción de sus ciudades destruidas por la amenaza de los ángeles, y muchos intentan olvidar lo ocurrido.
Aquel día Videl salio solo de la extraña puerta, y esta se cerro para nunca mas abrirse. Sus amigos estaban agotados y casi inconscientes pero sanos y salvos tal como le prometió Génesis. Muchas fueron las preguntas que sus amigos le hicieron a Videl pero el solo pudo decir, "Lucipher y Génesis están muertos", y guardo en sus memorias los extraños sucesos que tuvo con el supuesto cadáver de dios, nunca menciono lo que ocurrió, vio, escucho o vivió en aquel lugar. Ese mismo día Videl fue nombrado héroe de la humanidad, pero este rechazo el titulo por razones que no quiso explicar. Desde ese día los hombres y mujeres se fuerzan día a día en trabajar por lo destruido y superar la duda prueba que tuvieron que afrontar.
Black, Maria, Reiyei y Brillit tuvieron sus funerales con todos los honores que se merecían, mucha gente lloro sus muertes ya que eran muy queridos y admirados por todos sus pares.
Adán se encargaron de la nueva Guild Blanca, no así del monasterio.
Ámbar tomo un rumbo desconocido, se le fue ofrecido dirigir la Guild Azul, pero ella lo rechazo, "No va con migo, ser líder" fue lo que dijo, y aunque muchos les perdieron el rastro frecuentemente se reúne con sus antiguos camaradas.
Abel y Cain se quedaron en el monasterio como supremos sacerdotes siempre fue su vocación el ayudar a la demás gente y ahora mas que nunca podían cumplir sus sueños.
Eva fue elegida como la nueva Sumo pontificio, tenia la experiencia, la sabiduría, la madures y la edad para tomar dicho cargo, que acepto con gusto.
Bueno y el paradero de Rufras, Sophia y Videl...........
Sophia se movía de un lugar a otro, la casa tenia un rico aroma a verduras y carne ya que estaba preparando el almuerzo. De pronto escucho que llamaban a la puerta y grito al cuarto del al lado.
-Querido ve quien es, que yo estoy ocupada!.- Grito para que la pudieran escuchar.
Pronto unos pasos fuertes y veloces se aproximaron a la puerta. Sophia aunque se encontraba lejos de la entrada pudo escuchar que se trataba de alguien que su fiel esposo conocía.
-Videl mi querido amigo ha pasado tiempo desde la ultima vez que nos vimos, pasa por favor no te quedes mas tiempo afuera.-Exclamo muy feliz Rufras.
-Es verdad casi 8 años que no nos veíamos, pero vaya que has cambiado si hasta tienes bigote.- Dijo Videl riéndose.
-Pero si tu no has cambiado nada, estas igual que hace 15 años.- Dijo Rufras, pero Videl le incomodo un poco el comentario y Rufras cambio el tema rápidamente.
-Pero bueno cuéntame que has hecho estos años de ausencia?.- Pregunto Rufras muy curioso.
Videl comenzó a hablar de los lugares donde había estado, a la gente que había conocidos sus aventuras y desaventuras, fue cuando pudo ver que unos pequeños ojos ocultos detrás de una puerta a mal cerrar lo estaban observando, Videl se quedo mirando al pequeño niño que lo observaba curioso. Rufras se percato que Videl miraba alguna cosa y luego de eso lo llamo a donde ellos se encontraban.
-Arom ven a saludar, no te quedes ahí.- Dijo Rufras con voz de mando. El niño no dudo y se a próximo al lugar.
-Buenas tardes.- Dijo Arom muy nervioso.
-Buenas tardes.- Respondió Videl muy dulcemente.
-Y quien es este niño?.- Pregunto Videl a Rufras.
-El es mi querido hijo.- Dijo Rufras mientras se le inflaba el pecho.
-Que!!!!.- Respondió Videl sorprendido.
-Y quien es la madre?.- Volvió a preguntar Videl.
En ese momento una melódica voz se deja escuchar y se aproximaba en donde ellos estaban.
-El almuerzo esta servido.- Dice Sophia.
-No me digas que.....-Alcanzo a decir Videl antes que Rufras le confirmara.
-Si, Sophia es mi fiel esposa.- Dijo Rufras nuevamente con el pecho inflado.
Así fue como Videl fue invitado a comer por la familia de Rufras, muchas historias, alegrías, y aventuras fueron contadas mientras comían, el tiempo voló y se hizo tarde. Videl los dejaría nuevamente y aunque Rufras le ofreció quedarse unos días, Videl se negó a su invitación, por alguna razón sabia que su amigo de mucho tiempo se había venido a despedir de ellos, y esta vez para siempre.
-Videl antes que te vallas querido que te lleves esto, le perteneció a mi madre y quiero regalártelo.- Dijo Rufras mientras le pasaba una cajita de cartón.
-Pero que hermosa cruz, la usare como colgante muchas gracias amigo del alma.- Y sin nada mas que decir se marcho y ya no pudieron verlo.
Videl caminaba a paso lento y pensativo, mientras apretaba mas y mas fuerte la cruz que le había regalado su amigo. Muchas son las preguntas que nunca podría responder Videl, durante estos 15 años no lo dejaban de acosarlo una y otra vez. ¿Quien en verdad era esa calavera?, ¿cual era la verdadera razón de la creación de los ángeles y de los humanos?, ¿Que significaba la extraña decoración de ese lugar? ¿Si de verdad Dios estaba muerto, como es posible que un ser tan divino pueda haber muerto?, estas y muchas preguntas se planteo pero siempre llego a la misma conclusión, "no hay respuesta para ello". Sera el eterno misterio de la humanidad. Pero de pronto Videl se detuvo y pensó en voz alta.
-Al matarme ganaras la inmortalidad en el tiempo de un ángel, Videl siempre te acompañare en esta ultima misión, crees poder llevar esta ultima carga?. Eso fue lo que mi dijiste antes de morir y aunque aun no lo comprendo se que el tiempo me lo dirá.
finalmente Videl se encamino otra vez a un destino desconocido he incierto.
Rufras finalmente se sentó a pensar y vio un rosario en el suelo.
-El rosario de Videl, aun lo has conservado!. Arom ven, quiero pedirte un favor, llévale esto a Videl antes que salga de la cuidad, rápido ve.- Ordeno Rufras a su hijo.
Arom corrió con todas sus fuerzas en las calles de la cuidad pero no lograba encontrar a Videl por ningún sitio, hasta que tropezó con alguien de gran tamaño y que a el lo hizo caer al suelo. Arom levanto su mirada para ver con quien había tropezado y pudo ver un hombre de tamaño considerable, su pecho estaba al descubierto y usaba unos ajustados pantalones que terminaban en pieles. Su cabello era melenudo y rojo como el atardecer, el hombre le estiro la mano y le dijo.
-Pero que hermoso hombrecito ha venido a mi encuentro.