Mi señor están acá -Dijo una hombrecito de sotana.
Gracias, haslos pasar por favor -Ordeno la pequeña, sentada en su grande y costoso asiento.
Nada mas salir el sacerdote, entraron 3 persona que tan solo con su presencia causaban miedo y mucho respeto. Era dos hombres y una mujer, uno de ellos se ocultaba en túnicas negras y muy gastadas, su rostro estaba tapado por completo haciendo muy difícil observar su cara, su era cabello blanco y de ojos afilados. El segundo era un hombre con poca consistencia física envuelto en capas de color azul y que en sus terminaciones terminan en pieles caras y costosas. Mientras que la mujer estaba vestida de una pesada y resistente armadura color rojo, su mirada es intimidante y al simple vista tiene mas musculatura que los otros dos individuos.
Al final se te ha escapado de las manos- Dijo la mujer roja, muy molesta.
Nuestra presencia es porque la situación se a descontrolado por completo -Completo de decir el hombre de negro.
Tranquilos tal vez el Papa tenga una buena explicación para lo que esta ocurriendo- Dijo el hombre de azul calmando la situación.
El Papa no hizo caso a los argumentos de estas personas y solo guardo silencio mientras los observaba a los ojos. La sensación era incomoda y muy desagradable.
No nos dices nada?, no permaneceremos mas ocultos como habíamos acordado- Dijo la mujer de azul.
Estamos en riesgo y es obvio que tus sacerdotes no darán abastos con los demonios del tercer sello- Dijo negro.
Basta ya- Termino diciendo por fin el Papa. La situación esta bajo control, seguiremos el plan de que ustedes no parescan ante la gente para no causar pánico, de esa forma la gente estará mas tranquila y sin temores.
Pero de que mierda estas hablando, estamos al frente del tercer sello y dices esos disparates, no lo voy a permitir, mis espadas y escudos saldrán a las calles te gusten o no te guste- Termino diciendo rojo.
Ella tiene razón, la cosa ya no esta en tus manos Papa, nosotros tres ejerceremos nuestro poder, aun que estés en desacuerdo, prefiero que la gente sepa que algo anda mal, a que sigan muriendo personas inocentes- Argumento Azul.
Tus mismos grandes supremos sacerdotes, fueron brutalmente apaleados por un secuas del mal, y crees que podrás con el tercer sello tu sola, no me hagas reír. Aun que tus sacerdotes aprendan magia negra y a ocupar espadas o dagas, tienes conciencia de que nunca lo harán como nosotros. Termino diciendo negro.
Esta bien, basta ya de reproches. Es verdad que el tercer sello esta en nuestra narices pero no es momento para que ustedes entren en acción, aun no. -Respondió molesto y disgustado. Todo este tiempo he dirigido este mundo y no voy a permitir que ustedes arruinen todo, por sus miedos y temores.
Miedos y temores?, que diablos dices, quieres que sigan muriendo gente por tus visiones, y quien sabe si son acertadas o no- Dijo rojo de forma descolocada.
Hay que hacer sacrificios por el bien de los demás- Respondió Papa.
No puedo creerlo, no se si eres mas despreciable tu o los demonios a los que vamos a enfrentar- Dijo negro.
Como sea nosotros tres ya tomamos la desicion y no permitiremos mas muertes sin al menos luchar por ellos- Termino diciendo Azul. Los tres sin nada mas que decir se dieron la vuelta y se marcharon a paso pesado y rápido.
No me culpen por las muertes de sus guerreros- Susurro el Papa.
Videl estaba en su oficina del clero, poco a poco el cansancio se fue apoderando de el, hasta quedarse dormido completamente, las imagenes en su cabeza aparecieron nuevamente, como un maldicion a la cual nunca podria escapar.....
Era una mañana fría y húmeda, el sol a duras penas irradiaba su calor. Nos encomendaron hacer grupos de a cinco para aprender de las demás guils y así poder pelear en equipo y coordinadamente. Nos dijeron que nos enfrentariamos a un moustro poderoso, pero nosotros somos los mejores de los mejores se que nada mal puede salir, mi espada y mi escudo están listo para cualquier enemigo. -Pensaba Vi del, mientras caminaban hacia el lugar de encuentro.
Cuando llego al lugar se encontró con sus cuatro compañeros, dos mujeres y dos hombres, cada uno vestía de forma distinta y que pertenecían a distintas guilds.
Bueno creo que estamos todos, lo mejor sera que nos presentemos para que entremos en confianza y nos conozcamos mas.-Rompió el silencio uno de los muchachos. Mi nombre es Bean y soy un wizard, un gusto de conocerlos. -Se veía que conocia muchas cosas y que tenia una personalidad muy amable y alegre.
Yo soy Rufras y pertenezco a la guild de hunters, pero mi especialdad son las pistolas es lo que me acomoda mejor. -Se expresaba algo serio.
Mi nombres de Ámbar y soy una sage, y la hermana de Bean es un gusto de conocerlos, espero que nos llevemos bien. -Era una muchacha muy linda y simpática
Yo soy Sophia y soy una soul linker, también es un gusto. -Una linda chica, pero muy tímida la verdad.
Yo soy un cruzado y los protegeré con mi gran escudo, mi nombre es Vi del- Finalmente dije.
Luego de presentarnos, nos pusimos de acuerdo sobre la mision. Era una mision muy especial ya que nadie podía saber de nuestra existencia. Uno de los tres reyes de bosque se estaba comportando de forma extraña y se le acusaba de asesinar a gente sin motivo aparente, nuestra mision era comprobar el estado de "Atroce". Esa seria el fin y el principio de nuestras existencias.
El bosque era muy espeso, caminamos por mas de una semana en busqueda de Atroce, en ese tiempo nos hicimos muy buenos amigos y todos encajábamos a la perfección, de verdad seriamos amigos hasta el final. El bosque poco a poco fue haciéndose menos espezo, es mas es como si empezara a desaparecer, pronto nos daríamos cuenta que nos encontraríamos en una planicie seca y rocosa.
Algo anda mal, no es posible el bosque debería seguir adelante- Dijo Bean preocupado de la situación.
Es verdad, me he percatado que los animales han desaparecido, no hay rastro de ninguno de ellos -Reafirmo Rufras.
Porfavor hagan silencio -Dijo Sophia, que permaneció quieta con los ojos cerrados sin decir ninguna otra palabra, es como se tratase de conectarse con el ambiente o escuchar algo, hasta que finalmente abrió la boca.
Cuidadooo!!!, desde el suelo, haganse a un lado!!!!! -Termino gritando Sophia.
Para sorpresa de todos el suelo se parto por la mitad, la seca tierra voló por los aires junto a las rocas áridas. Una gran arma apareció al medio de nosotros, parecía una espada pero sus dimensiones eran increíblemente grandes para ser una, una mano peluda de color gris apareció y luego todo el cuerpo estaría en el exterior, justo al medio de nosotros. Era un ser horripilante y gigantesco, de una musculatura enorme, sin lugar a duda era al que buscábamos era Atroce.
Porque estas haciendo todo esto Atroce se te acusa de matar a personas inocentes, responde -Dijo Bean muy asustado, pero con una grado de seriedad.
No hubo respuesta del moustro, solo un gran aullido que nos atemorizo aun mas.
Algo anda mal, su esencia es distinta a Baphomed o Eddga, esta descontrolado, tengan cuidado, no podremos dialogar con el, hay que detenerlo a toda costa -Nos ordenos Rufras.
Cold bolt!!!, Thunder Jupiter!!!, Rapid Shower!!!, Esma!!!, Holy Croz!!!. Fueron los ataques que nos darían a entender que solo eramos una hormigas tratando de detener a un elefante.
Retiradaaaaa!!!, no podemos con el huid. Ice Wall!!!!, no lo detendrá mucho huidddddd -Fue lo ultimo que escucharía de Bean.
Todos corrieron con fuerzas, pero yo no puede hacerlo, me quede helado quieto sin poder hacer nada, solo me protegía una barrera de hielo adelante de mi, y aunque quería salir corriendo con todas mis fuerzas, no pude hacerlo. Vi que Bean se percato de mi inactividad y algo le ordeno a Rufras que no alcanse a oír. Rufras y Bean regresaron por mi, intentaron moverme pero fue inútil, finalmente rufras me tomo y me cargo, la delicada barrera de hielo se rompió en miles de pequeños pedazos de cristales, y Bean volvió a decirle algo a Rufras, parecía que están discutiendo, pero estaba demasiado asustado como para escuchar alguna palabra, finalmente Rufras corrió con migo en su espalda y pude ver a Bean que levantaba su mano en señal de despedida, nunca mas lo volvimos a ver. Despues de nuestra fallida mision, nuestras vidas y las personalidades de cada uno cambio por completo, nos marco y para siempre. Luego de eso nos ordenaron abandonar nuestras guils correspondientes y unirnos al clero, aun no se la razón de esa decisión, todos quedamos mas confusos con aquella orden, pero aceptamos sin reclamar a ello.
Se encuentra bien, Hermano Vi del? -Pregunto un sacerdote, que lo acompañaba a su lado.
Si, estoy bien solo estaba pensado en mi pasado, no te preocupes -Dijo Vi del mientras se acomodaba su cabello Albo que cubría su rostro.
Continuara......