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Autor Tema: Nirel, la Alquimista  (Leído 1929 veces)

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Yuuki Cross

Nirel, la Alquimista
« en: 26 de Junio de 2009, 22:08:34 pm »
Parte I

  Al nacer su madre la llamó Nirel, en honor a las hermosas flores blancas que crecen en los bosques de Payon y que son inmensamente apreciadas entre los elfos. Era la hija menor de Natssu, reina de Payon y esposa del rey Vlad, ambos eran descendientes de los elfos de Lórien y tenían un gran poder. Pero el padre de la niña no era Vlad sino Regur El Forjador, a pesar de ser humano no existía ningún elfo o humano de Rune-Midgard que fuera capaz de superarlo en sus habilidades para la forja y con quien la reina Natssu había mantenido un breve romance.

  Cuando el rey Vlad se enteró de la infidelidad de su esposa la mandó encerrar y asesinó a su amante. Se disponía a hacer lo mismo con la pequeña cuando se le apareció Dark Lord (como se le conocía por aquellos lugares al terrible Melkor) y le ofreció incontables riquezas y la posibilidad de vengarse de la traición de su esposa, si a cambio le entregaba a la niña. Vlad aceptó y a partir de ese momento comenzó la maldición de Nirel.

  Tomando forma humana, Melkor se dirigió hacia la ciudad de Gonryun y dejó a la niña abandonada en la puerta de una casa, con el fin de evitar que Vlad no cumpliera con su parte del trato e intentara matarla de todas formas. El dueño de la humilde casita era Tamosito, un mercader reconocido en la ciudad por sus excentricidades y su dudosa sexualidad (había quienes aseguraban que por las noches se lo veía en ropas de mujer haciendose llamar Camil@ o Iset y que su esposa lo había abandonado por ello mismo, dejando a su pequeño hijo Tsukune junto a su excéntrico padre), quien al hallar a la bebé abandonada decidió hacerce cargo de ella y criarla como su hija.

  Así pasaron los años y Nirel creció en una adolescente fuerte y hermosa, por las mañanas ayudaba a su padre en la tienda y el resto del día lo pasaba junto a su amigo y maestro Lunaticus Lupin aprendiendo la ciencia de la Alquimia o en el bosque cazando bestias con su medio hermano Tsukune, quien era hijo de Tamosito y uno de los arqueros más fuertes de Gonryun.

  Cierto día, Nirel debió viajar a Izlude para llevar unos paquetes que su padre le había encomendado. Al llegar a destino conoció a un joven mago llamado Ichirri, quien se enamoró de la belleza de Nirel y le pidió que se quedara con el y fuera su esposa. Nirel, que también se había enamorado de Ichirri, enseguida envió un mensajero a comunicar a su familia sobre su compromiso y prometió regresar a casa junto a su esposo tan pronto como les fuera posible.

  Llegó el día de la boda y Nirel llegó temprano a la Iglesia de Prontera llevando un hermoso vestido blanco y una corona de flores en los cabellos rubios. Durante horas esperó la llegada de su prometido pero este nunca llegó, Nirel decidió buscarlo por todo el pueblo creyendo que algo malo podría haberle ocurrido pero al verla, el dueño de la cantina le confesó que su amado Ichirri había estado bebiendo allí la noche anterior y luego se retiró en compañía de una bailarina exótica y nadie sabía de su paradero.

  Sintiendose devastada ante el engaño de su prometido Nirel decidió regresar a casa, al llegar a Gonryun lo primero que hizo fue dirigirse a casa de Lunaticus Lupin para que este le aconsejara como sobrellevar la situación y evitarle la deshonra a su padre. Al llegar a la casa de su amigo vió que estaba a oscuras a pesar de que ya había anochecido, abrió la puerta con suavidad y lo que le dejó ver el ténue resplandor de la luna que entraba por las ventanas le dejó helada: en el piso de la cocina yacía Lunaticus Lupin agonizando, una serpiente le había mordido y por sus venas ahora corría el veneno mortal. Por más que intentó curarlo, nada pudo hacer y su querido amigo de la infancia murió en sus manos.

  Sin valor para volver a su casa y con el corazón destrozado por las pérdidas sufridas, Nirel comenzó a correr por el bosque tratando de huir de sus penas… corrió hasta que perdió la noción de donde estaba y de cuanto tiempo había transcurrido. Pero el dolor en su corazón era demasiado grande y solo quería dormir y olvidarse de todo, desesperada al no saber que más hacer colocó un hechizo sobre su cuerpo que la mantendría convertida en piedra por incontables años ya que los elfos no mueren por causas naturales.
« Última modificación: 03 de Julio de 2009, 21:02:57 pm por Issengard »

Yuuki Cross

Re:Nirel, la Alquimista
« Respuesta #1 en: 30 de Junio de 2009, 05:35:08 am »
Parte II

  Nadie sabe a ciencia cierta cuantos años pasaron hasta que el hechizo se rompió y Nirel volvió a despertar. Al ser de ascendencia élfica su belleza se encontraba intacta y no había envejecido ni un solo día, sin embargo no podía recordar porque se hallaba en ese lugar.

  Mientras vagaba sin rumbo por el bosque, Nirel se econtró con una hermosa y misteriosa mujer elfo. Sin saber exactamente porque, la mujer se sintió profundamente conmovida por la jovencita sin recuerdos y decidió llevarla a vivir con ella.

  Esta mujer misteriosa en realidad era la reina Natssu (madre de Nirel) quien había escapado de su exilio gracias a la ayuda de sus dos hijos varones, los príncipes Zero-Aran y Zoro y al ver que su esposo había sido corrompido por Melkor, reunió a los mejores guerreros de Payon para formar el clan “Guardianes del Infierno” y derrotar al rey.

  Precisamente fue a la fortaleza del clan a donde llevó a vivir a Nirel y allí esta pudo estudiar grandes libros sobre la Alquimia y volverse aún más fuerte de lo que había sido en épocas pasadas. Sin embargo Natssu y Nirel nunca llegaron a enterarse de que en realidad eran madre e hija.

  Debido a su fuerza y astucia, Nirel se convirtió rapidamente en una de las comandantes del clan y durante los tiempos de paz solía permanecer en la fortaleza Payon entrenando a nuevas generaciones de alquimistas o cazando terribles monstruos junto con su compañero de clan Sabin, a quien amaba en secreto.

  Sabin estaba comprometido con una mujer llamada Firenz, hija de nobles al igual que el y Nirel era demasiado tímida para declararle su amor. Sin embargo, llegó a sus oídos que la bella semielfa lo amaba y decidió enfrentar a su familia y casarse con ella. Así pasaron cinco años en los que vivieron llenos de amor y felicidad y engendraron dos hijos: el nombre del mayor era Paulo, mientras que el más pequeño se llamó Trúlin.

  Pero la maldición de Melkor aún existía y comenzó a manifestarse nuevamente cuando Nirel se hallaba peleando contra el terrible Osiris y uno de sus compañeros de clan, de nombre Squall le traicionó. Sabiendo que este era considerado uno de los más valiosos guerreros dentro del clan y que nada lograría con delatarlo, Nirel decidió retirarse de la lucha y quedarse en casa cuidando a sus dos hijos.

  Sucedió entonces que cuando Paulo tenía 6 años y Trúlin 3, Nirel debió ir a la ciudad a comprar provisiones y pasó gran parte del día fuera de casa. Al llegar halló a su hijo Paulo ahogado en llanto, cuando logró calmarlo este le contó que por la mañana mientras jugaban fuera de la casa, un ser misterioso había aparecido, tomó en sus brazos a Trúlin y desapareció en el bosque. Nirel, su clan y hasta los mismos guardias de la ciudad comenzaron a buscarlo desesperadamente, pero tras varios días de búsqueda infructuosa los soldados de Payon dicidieron darlo por muerto.

  Sabin, quien había estado fuera de la ciudad luchando contra el ejército de Vlad durante semanas, no pudo perdonar a su esposa cuando se enteró de lo ocurrido y la corrió de la casa. Nirel viajó al desierto de Morroc donde vivían sus amigos Sweet Kiss of Death e Isildur, quienes habían montado un nuevo clan llamado “Sons of Thunder” y necesitaban una alquimista poderosa para luchar en sus filas. Sin embargo el enojo de Sabin duró poco y viajó hasta Morroc a buscar a su esposa, y allí vivieron felices durante un tiempo junto al pequeño Paulo.

  Una mañana Nirel despertó y vió que la cama se hallaba vacía y ya no traía puesto el anillo de bodas, al voltear vió sobre la almohada una carta de su esposo diciendo que a pesar de todo no era capaz de perdonarle y por lo tanto regresaba a Payon junto a su hijo. Nirel decidió seguirlos a Payon para aclarar la situación con su esposo, pero al acercarse al pueblo oyó un gran revuelo cerca de la iglesia y pudo ver como salía de la misma Sabin abrazando y besando a otra mujer, en cuya mano relucía el anillo de Nirel.

  Traicionada nuevamente por su amor, se alejó tanto como pudo de Rune Midgard e intentó llevar una vida tranquila en las afueras. Logró esto por corto tiempo, porque cierto día se apareció frente a ella un hombre encapuchado quien comenzó a insultarle y amenazarla con una filosa daga. Nirel pudo reconocer en el extraño el rostro de su amado esposo y con lágrimas en los ojos lo inmobilizóm le arrebató la daga y esparció sobre esta una botellita cargada de veneno que llevaba consigo y se atravesó el pecho con la misma.

  Mientras el veneno mortal comenzaba a hacer efecto pudo ver como Dark Lord, Melkor se aproximaba hacia ella y cargaba en sus brazos el cuerpo casi sin vida para llevarla a las profundidades del infierno y volverla su esclava.

Yuuki Cross

Re:Nirel, la Alquimista
« Respuesta #2 en: 30 de Junio de 2009, 05:38:10 am »
Parte III

Años atrás el rey Vlad de Payon le entregó a Melkor una bebé que era fruto de la infidelidad de su esposa a cambio de incontables riquezas y poder. El Dark Lord decidió que sería más divertido corromperla poco a poco hasta convertirla en demonio que matarla y quedarse con su alma, por lo que la maldijo condenandola a nunca poder hallar el amor o la felicidad verdadera mientras permaneciera con vida, borrandole parcialmente la memoria cada vez para que cayera con mayor facilidad en sus trampas.


  Nuevamente Nirel despertó, esta vez como una valiente guerrera que destrozaba los más terribles monstruos con la fuerza de su espada y nuevamente Melkor posesionó la mente de un humano para que este la enamorara y luego la abandonara. El nombre de este humano era Symphony X y en el breve tiempo que estuvieron casados Nirel dio a luz a un niño llamado Jekyll, pero ella logró darse cuenta de que algo extraño ocurría con su esposo y le abandonó llevandose consigo al niño.

  Pero Melkor no había perdido esta batalla, nuevamente hizo dormir a Nirel y nuevamente despertó, esta vez en forma de una sacerdotisa… pero otra vez logró escapar a sus designios así que volvió a borrar su memoria y al despertar estaba vestida como una hechicera… tampoco pudo lograr nada esta vez y así la mantuvo durante incontables años haciendole cambiar de vida y borrando los recuerdos de la anterior, porque los elfos no mueren a menos que alguien los mate y  no envejecen por más tiempo que transcurra.

  Finalmente Nirel volvió a despertar en el medio del bosque, un bosque oscuro lleno de criaturas extrañas. Tenía el cuerpo cubierto de arañazos y en sus espaldas cargaba arco y flechas, su brazo derecho sangraba por las mordeduras de los monstruos, como pudo llegó hasta un pequeño arroyo para lavar sus heridas y allí la vió un joven guerrero llamado Sentinel, quien arrancó parte de su capa para cubrir el brazo lastimado y cargó a Nirel hasta la ciudad para que un médico curara sus heridas.

  Sentinel permaneció junto a ella hasta que se repuso y convivió con Nirel aun cuando esta se había repuesto por completo. Pero Melkor los halló y con engaños alejó a Sentinel, ya que secretamente quería a la hermosa elfa para si pero necesitaba volverla malvada primero.

  Así Nirel nuevamente cayó en un sueño profundo, esta vez parecía no despertar más… pero en sus sueños oyó voces que la llamaban y le pedían que fuera con ellos… siguiendo en sus sueños estas voces subió interminables escaleras hasta llegar a un castillo flotante y luego todo se oscureció nuevamente. Pero cuando volvió a abrir los ojos seguía allí, ya que el castillo con el que había soñado era el Valhalla donde habitan los Valar y los Maiar, dioses de los Elfos y los Hombres, quienes enterados de las intenciones de Melkor rescataron a la joven y le dieron el nombre de Issengard para que su amo nunca más pudiera encontrarla. Sin embargo Melkor también es un Valar por lo que Nirel Issengard nunca se hallará completamente segura…