CAPÍTULO 9 - El comienzo de otra batallaPor los parajes desérticos al este de las playas de Comodo íbamos, acercándonos al gran desierto Sograt, un paisaje bastante parecido al de Arunafeltz, me recordaba a mis días en Rachel, cuando iba junto a mi padre, que me llevaba a la cueva de hielo a entrenar mis habilidades de Swordman, cuando tuve que recuperar una gema robada a manos de un Wild Rose, en fin, de mi anterior vida.
Ahora, me dirigía hacia Prontera, probablemente iría a ingresar en la guardia de Prontera, y también, escabullirme de la demoníaca mirada de mi querido padre.
¿Podría estar a salvo allí? No lo sé, pero mi padre era un tipo muy vengativo, no creo que fuese a darse por vencido por muy difícil que le pusiese las cosas...
-Ashtan: Bueno chicos, ya estamos llegando al desierto, ¿tenéis algo que poneros en la cabeza? -dijo Ashtan mientras se cubría con un manto la cabeza.
-Ruth: ¿Por qué tenemos que llevar algo en la cabeza?
-Ashtan: Es lo mejor para protegernos contra el calor, sudas, y esos trapos enfrían el sudor, haciendo que te refresces la cara con tu propio sudor.
-Ruth: Vaya asco...
-Ashtan: ¿Asco de tu propio sudor? No te quejes y ponte este trapo en la cabeza.
-Raphtorne: Ashtan, ¿iremos a Sphinx o a Pyramids?
-Ashtan: No tenemos nada que hacer allí, ¿por qué quieres ir?
-Raphtorne: Solo quería verlo, pero da igual, sigamos sin ninguna parada.
-Ruth: ¿Cuándo llegaremos a Morroc?
-Ashtan: En medio día o un poco más estaremos allí, depende de como esté el tiempo.
A lo largo del día ibamos avanzando por el desierto, una tormenta de arena comenzó a remover el desierto, y esto nos retrasó bastante en nuestro viaje.
Sentía calor y frío al mismo tiempo, tuve que usar mi capa para cubrirme la cabeza, Graco no sentía nada ya que él en un principio habitaba en tierras desérticas, no había ni un alma en aquel sitio, hasta que, a lo lejos, divisamos una pequeña caravana, o eso creíamos que era.
-Raphtorne: Ashtan, ¿qué crees que son esa gente?
-Ashtan: Comerciantes, o ladrones quizás, no puedo verlos bien, van en la misma dirección que nosotros, así que supongo que también irán a Satán Morroc.
-Ruth: ¿Por qué la llaman Satán Morroc?
-Ashtan: Bueno... ya que me has preguntado, os cuento un poco cosas sobre la ciudad. Veréis, Morroc es una ciudad esencial para los comerciantes en el centro del continente, el nombre procede del gran demonio Satan Morroc, sellado bajo el castillo de dicha ciudad hace mucho tiempo, y no os negaré, que podría resucitar, ¡Ja, ja, ja!
-Ruth: ¿Un demonio...?
-Ashtan: Según cuentan los eruditos de Morroc, es un demonio encerrado bajo el castillo de Morroc, según dicen, podría igualar al gran Thanatos, un ser temido, o eso me han contado algunos ciudadanos, aunque por ahora, esa bestia no puede hacernos nada, así que no os preocupéis.
-Raphtorne: Yo también conozco a un demonio, pero ése es humano >.<
-Ashtan: Chicos bajad la voz, los comerciantes que había delante nuestra han desaparecido, o al menos no les veo.
-Ruth: Se habrán adelantado ¿no?
-Ashtan: No creo, esta zona es muy conocida por saqueos y asesinatos en estas desérticas tierras, así que lamento deciros que... esto, creo que es una emboscada.
-Raphtorne: Bueno... mientras no los veamos por aquí.
Nada más decir esto, aparecieron varios encapuchados montados en peco pecos, rodeándonos y dando vueltas en círculo alrededor de nosotros.
La tormenta amainó, y luego otro jinete, montado en un peco un poco más grande, nos habló con voz femenina:
-???: Vaya, un abuelo y dos críos, no os haremos daño, siempre y cuando queráis cooperar...
-Ashtan: Cooperar... lo siento, no vamos a daros nada.
-???: Viejo, estás poniendo en peligro la seguridad de tus pequeños amigos, oh vamos, sed buenos y dadnos todo el zeny que tengáis.
-Ashtan: Me niego, ya estamos cerca de Morroc, y allí los bandidos como vosotros no sois muy bien recibidos...
-???: ¿En qué mundo vives? La seguridad ahora en Morroc es basura, así que nos podemos permitir, si queremos, saquearos en las calles de la ciudad.
-Ashtan: No te hagas... la tonta conmigo, conozco muy bien estas tierras.
-???: ¿Acaso no te has enterado del ataque que ha habido por el norte?
-Ashtan: ¿Qué ataque?
-???: Te vuelvo a preguntar, ¿en qué mundo vives abuelo? ¿Acaso no te has enterado de que legiones provenientes de Arunafeltz han atacado Lightzazen hace unos días y se ha disparado una guerra? Todas las ciudades de Rune Midgard están casi desprotegidas debido a la marcha de los soldados a la batalla.
-Raphtorne: Me lo temía...
-Ashtan: Ya veo lo mal que está la cosa... en cualquier caso, mi opinión es la misma.
-???: ¡Ja! Pues entonces no os importará que os invitemos a nuestro humilde hogar, ¿verdad?
-Ashtan: Intentadlo.
-???: ¡A tu edad deberías estar contando cuentos en lugar de ser paladín! -dijo esa extraña mujer disparandole una especie de aguja que alcanzó a Ashtan en el cuello.
El viejo, cayó al suelo, Ruth empezó a llorar aterrorizada, y yo horrorizado contemplaba el cadáver del gran paladín caído... pero no podía hacer nada, eran fuertes y más numerosos, y la noticia de que los de mi país atacaban Rune-Midgard, fue muy inesperado.
-???: ¡Lleváos a estos dos críos y al viejo a la guarida! ¡Chicos, vamos a llevarnos todos muy bien! ¡Ja, ja, ja!
-Raphtorne: ¿Aceptas un duelo uno contra uno?
-???: ¿Tú contra mí? ¡No me hagas reír chico! ¡No quiero herirte!
-Raphtorne: Si supieras quién soy, no dirías lo mismo... -dije bajándome del peco y caminando hacia donde estaba esa extraña ladrona.
-Ruth: ¡Raph no! No te acerques...
-Raphtorne: ¿Quieres saber quien soy? ¿quieres saber quién es el que está atacando Rune-Midgard?
-???: ¡Cuanto antes lo digas antes me reiré!
-Raphtorne: Esa legión que tanto os asusta a vosotros, es la de Rufianthorne de Rachel, y yo, Raphtorne, soy SU HIJO... el hijo de ese demonio que viene a matar a vuestra gente... no eres nadie para cuestionar quién soy, porque soy mucho más que tú, soy hijo de un demonio con poder, y tu, una simple ladrona que se dedica a matar a todo aquel que no le da dinero...
-???: Ajá... muy bien chico, ya que tantas ganas tienes de pelear, peleemos...
Se bajó del peco, y se quitó el turbante, no niego, que era una Rogue muy guapa y joven, pero no tenía muy buenas intenciones, sacó unas dagas y un arco, y nos preparamos para luchar.
-???: Te voy a hacer tragar toda esa palabrería chico...
-Raphtorne: Eso está por ver... chica...
Desenfundé mi espada, y ambos esperamos a ver quien atacaba primero...
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Continuará...