CAPITULO 1 - ¡Estalla el fuego del Dragón, la Trampa del monje!
la noche caia a las afueras de prontera, junto a un arbol, dos personas estaban sentadas, eran Dragón y Fried, heridos aunque no derrotados, descansando de su encuentro... el monje se apoyó en el arbol y suspiro mirando las estrellas.
-¿Me dirás por fin que te trae por estos lares o necesitas mas golpes? - Dijo en tono de burla el lord caballero.
-El momento se acerca - respondió Dragón. Tengo... necesito ser mas fuerte.
-No entiendo a que te refieres...
-Esta en la ciudad, ese hombre... - Susurró el monje absorto sin percatarse que pensaba en voz alta.
-¡Ah, buscas a alguien! - Dijo Fried mientras se daba la vuelta para buscar alguna respuesta en los ojos del monje aun mirando las estrellas llevandose una mano al parche del ojo derecho en animo melancolico. ¿Buscas quien te hizo eso?
-El... me dejó vivir... me marcó de por vida, para que yo le buscara... - Explico Dragón sin quitar su mano del parche. Quiere que sea yo quien lo mate.
-Hace años que no se ven monjes, sois muy poco sociables...
-Todos los monjes fuimos exterminados hace tiempo...
-¡¿que?! - exclamo sorprendido Fried, aunque no era de extrañar... eran un culto tan cerrado que la noticia era enormemente probable que no hubiera llegado nunca a fuera de sus templos si no fuera por uno de sus integrantes.
La respuesta del monje fue el silencio, despues de la pequeña charla Fried se fue, dejando algunas manzanas para el joven monje y decidió retirar cualquier tipo de cargo contra el, haciendo que todo lo ocurrido el dia anterior fuera "olvidado"
Realmente tenia curiosidad por lo que estaba pasando, que habia tras la actitud de un monje que buscaba batallas sin cesar y buscaba a ese "alguien" pasaron los dias y los informes llegaban por toda prontera de que monjes de todas partes estaban llegando, se estaban concentrando en el centro de la ciudad, era algo extraño... inquietante.
-Lord Fried, hemos registrado otro monje mas en la ciudad - Informaba un caballero a Fried.
-Esto es extraño... - musitó pensativo el lord caballero. El dijo que estaba a punto de empezar ¿se referia a esto?
-Es extraño pero todos se estan empezando a concentrar en el centro de la ciudad y algo mas extraño... llevan dias desde que llegaron y siguen ahi, rezando, sin moverse del lugar donde se sentaron.
-Apartadles del lugar, no dejeis que se sigan reagrupando y sobretodo no dejeis entrar en Prontera un solo monje mas...
-¡Si señor! - Respondio el caballero, pero antes de salir por la puerta del hogar de Fried, este llamo su atencion.
-Una cosa mas... - Dijo mientras agarraba su peto dorado para comenzar a vestirse. da igual que sean monjes, no dudeis en atacar si fuera preciso.
Fried se asomó al ventanal que habia en la habitacion y ahi se quedo, observando como efectivamente, las calles estaban repletas de monjes, quietos e inamovibles ocurriera lo que ocurriera... ¿habia mentido el joven monje con respecto al desastroso final que los monjes habian tenido? ¿que era lo que ocurria? habia muchas preguntas y pocas respuestas pero estaba convencido que pronto todas esas dudas se iban a disipar, o al menos, eso esperaba.
El Lord caballero se preparó para salir al camino de toda esa extraña situacion, mientras tanto...
Dragón estaba en la entrada de la ciudad, observaba complacido como lo que el creia estaba a punto de ocurrir, ocurria, valga la redundancia el monje continuó su camino siguiendo pequeñas bolas centelleantes que flotaban por el ambiente, eran esferas espirituales que a esas horas de la ya entrada noche comenzaban a llenar e iluminar la ciudad, por alguna extraña razón que nadie podia comprender, ya que, esas esferas eran invocadas por los monjes para luchar y en rara ocasion se habian visto tan alejadas de sus invocadores, pero estas parecian caminar sin rumbo fijo por toda la ciudad, era sin duda, algo desconcertante para el.
Durante largo rato investigo la ciudad hasta llegar al centro de ella, donde la mayoria de los monjes, sumidos en un extraño trance se reunian, podia reconocer a todos cada uno de ellos, despues de todo pertenecian a la misma orden pero, continuó revisando el lugar hasta que Fried le salió al paso.
-¿Esto tiene algo que ver contigo? - pregunto con semblante serio el lord caballero.
-Es posible que sepa por que están aqui... - Confirmó el monje con mirada seria y penetrante mientras pasaba de largo.
Fried se giro para seguirle pero algo cortaba el paso de ambos, sin duda alguna no eran monjes corrientes, sus ropas les delataban como algo mas que eso, una mujer de pelo rojo y ojos de igual color encabezaba la cometida de cuatro extraños personajes que parecian conocer a
dragón, todos tapaban parte de su rostro con bufandas blancas, la mujer se destapo el rostro completo y... si las miradas mataran Dragón el cual parecía paralizado por la impresion estaria fulminado en estos momentos.
-¿Vosotros... tambien? - Dijo confirmando las sospechas de Fried sobre el lazo entre ellos. Geminis...
-¡¿Son amigos o enemigos, Dragón? - Grito Fried llevando sus manos a escudo y arma en un acto de prudencia.
-Aun no lo se... amigos quizas, en el fondo - Respondio el monje recobrando la postura. Estas ante La mano Sagrada de Prontera.
-¡¿Que?! - Fried se sobrecogio ante los poderosos seres que se encontraban ante ellos. ¡¿Ellos son La Mano de Dios?!
-Los mas poderosos monjes hasta el momento, la elite de la iglesia temido por todos - Describió el joven monjes. Ellos son Campeónes.
En ese momento el aire se volvió aun mas tenso, ambos notaron como la energia que desprendian no era normal, se sentia el aura asesina en ellos, sin duda alguna no eran otra cosa que enemigos, Geminis, que parecia ser la cabecilla se cruzo de brazos y dio varios pasos hasta ponerse a la altura de Dragón, que tan siquiera podia moverse, la campeona cargo su mano izquierda y armó el brazo cual cañón para golpear en pleno estomago al monje que se levantó un palmo del suelo con un sonido ensordecedor, Fried apenas habia tenido tiempo de cubrirse con el escudo por puro acto reflejo, pero tal cual apartó su aegis pudo comprobar como el monje caia de rodillas vomitando sangre a raudales, por la boca, sus ojos y sus oidos.
La potencia fue tan grande, que incluso el escudo que Fried uso estaba doblado, sus piernas le temblaban ¿que podian hacer los caballeros de prontera ante semejante poder?
-Sigues siendo débil, Dragón... - Dijo Geminis con un tono de superioridad ante un destrozado monje que apenas podia mantenerse consciente.
-Ese golpe debio ser mortal... - Susurro Fried asombrado.
-Seis costillas, pulmones e higado acaban de estallar quedando en nada - Explico Geminis mientras agarraba a Dragón por la ropa y lo ponia en pie. ¿de verdad pensabas que podrias detener esto tu solo?
Con total desprecio lanzó a contra la pared el cuerpo casi sin vida del monje que cayó inmovil contra el suelo, para entonces todo el mundo de una forma u otra estaba pendiente de lo que ocurria en aquel lugar, la gente comenzaba a dispersarse y los caballeros de prontera evacuaban la ciudad sin demora alguna, los monjes parecian haber recibido la señal para atacar y en toda Prontera las escaramuzas comenzaban a hacer mella en la ciudad, los gritos de terror de todos y sonidos de armas golpeandose y hechizos lanzandose se hacian presente en cada callejon de la ciudad.
-¿Que significa esto...? - Se pregunto Fried para si mismo, pero en voz alta.
-Prontera caera esta noche... - Respondio Geminis.
-Ni hablar... - Susurró Dragón, volviendo en sí. Esta ciudad no pertenece a otros que no sean sus propios habitantes...
-¿Aun puedes moverte? - Geminis hizo una señal al mas grande y musculoso de los Campeones que le acompañaban de pelo corto y negro. Mejai...
Mejai plantó el pie con rudeza sobre el hombro de Dragón, entonces ocurrio algo que nadie esperaba, este agarro el pie resistiendo el pisotón y comenzo a hacer fuerza mientras se levantaba, la cara del campeón delataba el esfuerzo que hacia para no caer de espaldas, aunque intentara disimularlo.
-¡¿Por que intentas resistirte, maldita escoria?! - Bramó Mejai. ¡Tu camino termina aqui!
-¿Que mi camino termina aqui? - respondio Dragón en tono burlón. Que sabras tu de mi camino...
Mejai retiro el pie y se hecho hacia atras mientras el joven monje se incorporaba, a su alrededor comenzaban a aparecer varias esperas y mientras se ponia en pie, podia verse como su semblante habia cambiado, estaba furioso, muy enfadado...
-¡¡Sea absurda o ridicula, esta es la forma de luchar de los grandes hombres!! - Comenzo a decir el monje, entonces las esferas pararon de girar y con un destello entraron en su interior provocando que todos los musculos de su cuerpo de hincharan, las venas se marcaron y el joven dobló su masa muscular mientras una extraña aura roja le rodeaba como una llama y pequeñas chispas iluminaban su cuerpo, una vez incorporado apreto los puños con fuerza y escupió la sangre que llenaba su boca hacia un lado. ¡Si hay un muro, lo hare pedazos! ¡Si no hay camino, yo lo hare con estas manos! ¡El fuego del dragon arde en mi interior!
-¿Es ese el "Estado Critico" de los monjes? - Susurro Fried haciendo referencia a una habilidad especial de los monjes que cargaban su cuerpo con energia espiritual para aumentar su potencia de combate a cambio de su propia salud.
-¡Basta de una vez, Niar! - Grito Geminis. ¡Sabemos cual es tu limite!
-¿Niar, ese es su verdadero nombre? - Pensó Fried para si mismo. ¿Es que acaso aun no es capaz de exprimir todo su potencial?
-¡Este es mi propio camino del Dragón - Siguio el joven con su discurso mientras se arrancaba el parche que le cubria el ojo, dejando al aire un ojo con la pupila de forma alargada color amarilla y una retina amarilla - Vosotros... ¡¡QUIENES OS HABEIS CREIDO QUE SOYYYYYY!!
Cinco nuevas esferas aparecieron a su alrededor, esta vez brillaban mas intensamente, reaccionando al poder de sus emociones, la voluntad del dragon que habia en su interior, los Campeones se miraron entre si y se dispusieron a atacar, Mejai y otro mas saltaron sobre el, Dragón les miro furioso y grito.
-¡Fried, a cubierto! ¡¡Golpe Espiritual!! - En ese instante las esferas espirituales salieron disparadas en todas direcciones golpeando ambos enemigos en varias ocasiones y provocando pequeñas explosiones, luego volvieron a su posicion y con una respiración profunda Dragón se puso en posicion de combate.
-¡El lo tiene, es el ojo de la tormenta! - Exclamo sorprendida Geminis. ¡¡Esta es la energia que sentiamos!!
Mejai se levanto con dificultades, el ultimo ataque habia causado quemaduras en todo el cuerpo del Campeon, pero aun asi no estaba dispuesto a rendirse, se lanzó sobre el monje que esquivo la primera patada, agarro su pierna y comenzo a girar sobre si mismo para estamparlo contra la misma pared que anteriormente habia sido manchada con su sangre, Antes casi de poder tocar la pared y destrozarla Dragón dió un poderoso puñetazo en la mandibula provocando que se hundiera aun mas, la sangre salpico toda la escena en el instante en que todos quedaron congelados, el joven se giró levemente y señalo a Geminis.
-Se que no podéis usar todo vuestro poder - Dijo retando a la Campeona. ¡Y no me importa! ¡esta a sido una muestra de mi poder, ahora se quienes sois y no descansaré hasta encontraros!
-El luchó en prontera para atraerles hasta aquí - Penso Fried en ese momento lamentandose. Que astuto... e imprudente.
-Geminis... - Siguio con su amenaza Dragón. Recuerda que ya no pertenecemos a la misma orden, no somos hermanos ¡Olvidate de Niar!
-¿Que...? - La mujer no tenia palabras para lo que acababa de ocurrir. Nos tendio una trampa...
-¡Yo sigo el Dogma del dragon! ¡¿Quien te has creido que soy?! - Dijo para concluir golpeando su pecho con el puño. Vengare al Maestro Shen ¡Recuerda mis palabras!
En ese instante el estado critico parecio desvanecerse, el joven cerro su ojo y lo oculto tras su mano izquierda, su cuerpo habia estado sometido a mucha presion fisica y espiritual y no podia mantener ese estado durante mucho tiempo, su visión se nubló y comenzó a ladear su cuerpo sin fuerzas, antes de caer al suelo sin conocimiento pudo oir una voz, la de Geminis, que le decia con tono alegre a la vez que burlón.
-Nunca pararás de sorprenderme, Niar... ¡Casi consigues asustarme!
CONTINUARA.