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Autor Tema: Historia colectiva en verso 2.0  (Leído 2949 veces)

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Re:Historia colectiva en verso 2.0
« Respuesta #15 en: 14 de Noviembre de 2011, 06:49:19 am »
En el más peligroso bosque
un Baby Swordman se perdió.
"Como un paseo en el parque"
Así sería, o eso pensó.
Además no trajo el estoque,
pues en su casa se lo dejó.

Por qué lo habrá olvidado
ese estoque tan perfecto.
Ahora cuando lo agarre la mob
se la van a meter por el recto. (Ya empezamos ¬¬) (Yay! ^^)

Rectas eran sus intenciones
Honesto su dorado corazón.
Razones tuvo para irse así,
así que fue sin arrepentirse.
¡Irse indefenso fue su error!

En el oscuro páramo
de desesperanza.
Apareció un Atroce feroz,
dispuesto a insertarle la gansa. (Cuak! :D )

El valiente caballero,
sin siquiera pensarlo,
sacó su cuchara de acero
e intentó desafiarlo.

Llorando del miedo estaba
apesar de su gran valentia
Cuando de pronto escucho un ruido
uta! era una Isilla!

No ganaría aunque mucho rezara
Así que utilizó su enorme cuchara.
Por suerte trajo sus yogures de sabores.
Empapó a la Isilla de yogures de fresa.
Y le dió su cuchara al Atroce hambriento
que vió a la Isilla con yogur en la cabeza

El isilla, muy enojado
sacó de su entrepierna al "pelado"
y colorín colorido
el swordman terminó cogido. (follado)
Con el recto desgarrado
corrió a esconderse en el ganado.

Allí, el héroe vio la escena:
Isilla, tras el acto, muy cansado,
no consiguió pensar en claro
y al monstruo sirvió de cena.

Que genial siguió la historia
al ser la de la polla rellena.

Y Atroce dijo: -¡Mandioca!
Tu ágape mi esplín atrajo;
de tu suerte yo soy reo.

-Algo te pasa en la boca,
pues no te entiendo un carajo.
-Que me pidas un deseo.

-Qué podría yo pedirte
que no sea ajeno a esa wea
-Una mandioca clandestina
de esas que mi ano desea.

-No, que me da mala espina.
-¿Quieres castillos? ¿Dinero?
¿El amor de una princesa?
-Lo siento, no me interesa.

-Pero entonces dime.
-Amo a Teresa.
-Qué demonios...
-Tengo patos en la cabeza.

-Y Teresa, con su gran olla
cosinando pato a la sebolla
mientras me comia tó' la po**a.

-Oh Teresa, qué gran cabeza,
con esa carne hago milanesas.
-No seas bizarro...
Aunque cuando termine te va a chorrear el tarro.
Lo que tenemos tete y yo será eterno, a pesar de que nos podremos pelear, siempre será mi argentino preferido.