.. Un poco largo. Creo que me zarpé escribiendo. Lo que empezó en mi mente como un relato corto, se está tranfsormando en una historia épica mas larga que el Señor de los Anillos. Para los que gusten de un historia larga, aburrida y mal redactada, sean mis huéspedes.
Deseo que disfruten tanto de leerla como yo de escribirla.
O esperen a que salga la película.
El anillo de los Heimskringla
1º El foso y el caballero
El sol se ponía sobre los suburbios de Lighthalzen, mientras el mercader peleaba por sacar el tocón de madera que sujetaba la rueda de su carro-tienda. Aunque a esa hora, del otro lado de las murallas, en la ciudad imperial, la gente ya estaba en la seguridad de sus hogar y alrededor del fogón familiar, en las callejuelas del suburbio la actividad parecia aumentar, si ésto era posible. Los hedores, gritos y pregones de los merchants que trataban de colocar sus mercancías antes de que se hechen a perder, sumados al barullo de aquellos que desarmaban sus carros-tiendas mientras empinaban el codo, reian y se golpeaban las espaldas, al tiempo que comenzaban a fanfarroner sobre quién empinaría mas el codo al llegar a la taberna.
Al fín, el tocón salió de su cuna de barro endurecido, y el mercader lo colocó dentro del carro-tienda junto con la carne seca de Tarou que debería haber vendido, de no ser porque los bonos de alimentación canjeables por zenys eran cada vez mas escasos en ésta época del sumri. Por lo menos tendría algo de mercadería para ofertar mañana, aunque un poco mas dura y a menor precio. Maldijo al carro-tienda, herencia de un abuelo, sabiendo de antemano lo pesado que resultaría de arrastrar otra vez colina arriba y también maldijo a su difunto padre por habérsele ocurrido levantar la choza curiosaménte también .. colina arriba. Aunque inmediatamente, como ocurría cada vez, se arrepintió y besó el anillo de hierro que llevaba colgado de su cuello,extraña herencia de su padre. Los sacerdotes de Freya le habían inculcado desde pequeño un sentimiento de temor y reverencia hacia los difuntos, aunque muerto no lo podría golpear con su belt de cuero, igual lo reverenciaba con temor. Quizás aún mas por estar muerto.
Comenzó a arrastrar el carro-tienda hacia arriba, que por suerte y a pesar de estar desvencijado aún aguantaba el traqueteo. Ya no hacían los carros tan perdurables hoy en día, por lo menos tenía suerte en eso. Aunque una vez sintió comentar que en la ciudad del otro lado de las murallas los mercaderes tenían sus carros-tiendas hechos de maderas exóticas de mas allá del desierto de Arunafelz, decorados con flores, plantas, osos de peluche y hasta techo.
¡Gran Skogul ! ¿ Osos de peluche en un carro-tienda ? ¿ Para qué ? ¡ Si por lo menos sirvieran para arrastarlo colinas arriba ! Menos mal que de pequeño había aprendido la habilidad mental de multiplicar su fuerza por diez para empujar el carro-tienda, junto con los otros niños-mercaderes, gracias al empeño ( y los golpes) del Mercader Maestro del suburbio.
Debo tener cuidado de no irme a pique por el foso, pensó el mercader, que a todo ésto tenía nombre ( un nombre tan largo y dificil de pronunciar que nadie usaba ni conocía), por lo que sus amigos lo llamaban "El hijo de Buda", también herencia de su padre, un rechoncho y avejentado Monk que había combatido en las antiguas guerras de Adumra grass land, llamado el "Buda" por su rostro regordete y plácido ( y colorado por la bebida, ésto hay que decirlo)
La barranca era una cosa nueva, una moderna "decoración" que la gente civilizada de Lighthalzen legaba a sus vecinos menos afortunados, al contruir esas horrendas tuberías gigantescas, Odín sabía para qué ... Sólo el viejo guardia de seguridad del edificio Rebenker, jubilado y habitué de la taberna decía conocer todos los detalles y pretendía hacerse rico con la información. Ya lo había observado alguna que otra vez hablando con aire sospechoso con algunos forasteros y aventureros caza fortunas. Si por lo menos cobrara en jellopys por sus secretos, algún día se haría millonario...
Las monstruosas tuberías ahora ocultaban los últimos resplandores del sol, mientras el mercader avanzaba por la colina, al borde del precipicio y se hundían mucho mas abajo, en el suelo encharcado del pantano. Algunos de los niños-mercaderes juraban que oían extraños ruidos provenientes de la tierra mientas cazaban Holdens y Caramels para comer. Extraños ruidos y sombras furtivas que se deslizaban sobre la tierra. Pero ahora, el ruido mas alarmante sonaba muy encima de él.
Un sonido tan escalofriante ( y desusual) que tardó en reconocer. Era el ruido sibilante ( como el de una serpiente al deslizarse) que produce una Skill de magia de gran poder siendo casteada. Con verdadero horror se dió cuenta que otros sonidos sibilantes se sumaban al primero formando un coro que crecía de intensidad.
Reconocer ésto y ocultarse fué instantáneo ( Bueno, en realidad tardó sus buenos 30 segundos), por lo menos al costado del sendero la maleza era lo bastante tupida. El carro-tienda podría pasar por otra chatarra mas en el paisaje. Ahora la oscuridad era casi total, mientras el estruendo allá arriba era cada vez mas pronunciado. Sonaba como una gran batalla.
Pero luego, la curiosidad pudo mas que prudencia, y asomándose por sobre los yuyajos trató de ver como iba la batalla. Una batalla era algo que merecía la pena ver, no como los @duels inofensivos que jugaban los mercadederes del callejón, dándose carrazos y aullando la skill del mercader loco, que aumentaba la fuerza en forma ridícula. Cuando pudo enfocar la vista lo suficiente por entre los extraños relámpagos y fuego que parecían llover del cielo, llegó a entrever detrás de los jirones de niebla 4 o 5 oscuras figuras encapuchadas que rodeaban a un extraño caballero de armadura. El ballet de figuras combatientes se abrió un poco,y pudo ver que armadura del caballero tenía tintes dorados a la luz de la luna que comenzaba a salir. Tintes dorados y mares de llamas que bajaban de la noche. El fuego, el hielo y los relámpagos lamían al caballero que se desplomaba y caía ... hacia su escondite.
Esperó lo que le pareció una eternidad, con los ojos desorbitados, besando el anillo de su cadena y murmurando plegarias a Ulle el protector. Allá arriba, primero pasos alejándose y acá bajo un bulto informe sobre la maleza, sólo una mano enguantada asomaba sobre el camino. Y un charco de sangre que avanzaba en su dirección. Cuando ya no pudo mas, se incorporó de un salto, mas que por un sentido de humanidad que por el reguero de sangre que casi lo tocaba. Debatiendose entre la razón, que le aconsejaba refugiarse en su choza y olvidarse del asunto y el deseo de ver la extraña armadura ( o lo que quedaba de ella) se acercó a lo que quedaba del desgraciado. Había oído que en tierras lejanas, los High Priests de Odin podía resucitar gente muerta con un skill fabuloso y extraño, incluso se rumoreaba que una hierba que crecía mas allá de la tierra de los muertos devolvía a la vida al cadaver mas tieso, pero él solo tenía carne de tarou en el carro. Y añeja, para colmo.
Del despojo de lo que quedaba del caballero aún emanaba un aire de dignidad, los restos del defending aura se disipaban en el aire frío de la noche y la cruz carmesí del peto de la armadura se apagaba lentamente, al disiparse el efecto que le confería la energia vital de su propietario. ---_Entonces, quiere decir que su ocupante aún está vivo, después de todo_ Pensó. Armándose de valor ( y de un palo), el mercader retiró el casco del moribundo para ser observado por un ojo inyectado en sangre, el otro ojo estaba cerrado y tumefacto. El caballero tosío sangre y trató de hablar.
El viejo bardo bardo borracho que luego me contó la historia que ahora estoy narrando , a cambio de una jarra de vino, por supuesto, juraba que la conversación que mantuvieron el caballero moribundo y el muchacho-mercader fué tal cual la trancribiré ahora. Conversación que, como todos saben, aunque desconozcan los hechos, modificó la historia al punto que ahora comocemos.
_ Muchacho- dijo el caballero - serías tan amable de sacar mi pipa de mi cinturón y prenderla para mí ? No quiero pasar mis últimos minutos en éste agujero sin echarle una última calada a ése excelente tabaco de Umbala. ... Cof ... coff
_ Callad, mi señor, que esos encapuchados podrían oirnos y bajar hasta aquí para acabar con nosotros.
_ ¿Esos inútiles Wizzards lanza rayos ?.. Coffff ... No podrían encontrar mi culo en ésta oscuridad sin ayuda de uno o dos Stalkers rastreadores...
Coooof ...cofff ( sangre) Cooof ( sangre) - dijo, mientas trataba de incoroprarse - Muchacho, ya veo a la Valkyria que viene a por mi osamenta. Por lo menos no puedieron quitarme el maldito pergamino, aunque muerto bien poco vale ahora.
_ ¿De qué pergamino habla, señor caballero ?
_ HAjja jajaja ... Coof ( sangre) Cofff , maldito si se lo digo a un muchacho-mercader harapiento ... Y no soy un señor caballero ... Coffff... Soy todo un Crusader de la orden de ... Ohhhhhhh - a éste punto, el señor caballero, o mejor dicho, Cruzader de no se qué orden, abrió todo lo que pudo su ojo sano y lo clavó en el anillo que colgaba de la cadena de nuestro mercader.
- ¡Odin todopoderoso ! - Gritó abriendo incluso el ojo malo -¿ Es ... Será?¡ ... El anillo de los Heimskringla ! - Cooofff ( sangre) Jajaja ( sangre) ...
-Todo esto ... Éste peregrinar, estando todo el tiempo tan cerca... Coffffff - Una útima bocaanda de sangre salió de su boca y murió, con una experesión de sorpresa en su rostro.
Pasados unos segundos, o minutos, el mercader, que miraba ora al Cruzader muerto, ora a su anillo se incorporó y comenzo a empujar el carro-tienda para sacarlo del barro donde había encallado. Tan concentrado estaba en sus pensamientos, que casi gritó cuando una fría mano lo tomó por el tobillo.
_ Debes ... debes - Trataba de decir el Cruzader, mientras con al otra mano le alcanzaba un pergamino lacrado y manchado de sangre - ¡Debes llevarle el Pergamino a Alexander Dragonfang ! ... Muestrale tu anillo ... Cuídalo con tu vida hasta que estés ante él ... Recuerda, el anillo.. es mas importante... ... Cofff Cofff. Es el anillo de .... Desconfía de los esbirros de la corporación Rebenker, especialmente si llevan gafas, ... esas gafas ... son especiales
Coofff ( sangre-sangre) Con ellas PUEDEN VEL EL ... -
_ Pero .. Señor caballero Cruzader de la Órden ... No quiero que me cazen los encapuchados ni los esbirros con gafas, no quiero saber nada del pergamino ni de ése Alexander Nosecuantos.
_ ¡ Debes ir .. es tu destino ...y el de todo lo que conoces !
_ ¿De parte de quién, señor caballero de la Orden del Cruzader ?
_ Mi... Nombre ... es .. era ... Athelmar... Sir Athelmar Von Heineken ...
Fin de la primera parte.