Comienzo con mi historia...
Desde lo mas profundo de un barrio pobre vine yo... Un pobre chico que no sabia que hacer, si merecía la pena aguantar la hipocresia de la gente y de aguantar a la gente ingrata y desagradecida...
Un día dirigiendome hacia donde el lugar donde me conseguía mis pocos zenys, encontré varios chicos haciendo tiro con arco cerca de una cueva muy peligrosa de Payón a la cual no me adentraría. Esos chicos me invitaron a probar con el arco, a sorpresa mia, daba bastantes aciertos... Esos chicos me recomendaron aficionarme a ese Job y ... Por tal de no acabar como habían acabado mis hermanos decidí aceptar el trato, pero no sabía lo que me esperaba, ni los enemigos que me encontraria en mi camino...
De repente, con aquel arco me sentí fuerte y decidí adentrarme en aquella cueva que temía desde hace tiempo.
Para mi sorpresa en aquella cueva muertos que caian rendidos ante mi arco, me sentí como dios... El poder vencer mis miedos siempre ha sido mi mayor satisfacción.
Sorprendiendome, un angel iluminó mi cabeza dandome mas precisión y mas agilidad a la hora de matar a aquellos monstruos, invitandome a acabar con ellos. Mi sed de sangre no cesaba y cuando ya fue mucho el tiempo que estuve alli deseaba algo con mas poder, con mi mente nublada vi un acceso a la cueva mas profundo y mas tenebroso, pero mi conciencia estaba lo suficientemente nublada para adentrarme.
Sin dar crédito a lo que veia un monstruo acabó conmigo de un flechazo...
Al instante mi vida... Empezó a pasar por mis ojos, aquellos poring que tanto me gustaban... mi lunatic que yo cuidaba... Mi madre... Pero todo se volvio a oscurecer y vi a 2 personajes, un caballero montado en una especie de caballo muy agil y un sancerdote, el me curo y me santificó, no conseguia comprender ... Solo sabía que me habían salvado la vida, decidí volver rapidamente a mi casa para descansar de aquel dia, cuando a las puertas de Prontera encontré a un hombre muy alegre tocando un instrumento... Creo que a mi parecer era una bandurria, el me preguntó si quería aprender a tocar, me pareció interesante poder tocar tan bien como aquel hombre, cuando cojí ese instrumento mi mano se empezó a iluminar y mis ropajes cambiaron como los de aquel hombre y el en su sorpresa se fue corriendo hacia el bosque... Aquella guitarra me daba una sensación rara... No podía evitar tocarla, aquella música era celestial...
Decidí dormir un poco para pensar en todo aquello...
Continuará...