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Autor Tema: El Dragon del Sol Naciente  (Leído 2431 veces)

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Desconectado *Diamante*

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El Dragon del Sol Naciente
« en: 09 de Agosto de 2010, 05:46:03 am »
Prologo

Hace 14 años exactamente existían 4 países en el oriente del Midgard; Amatsu, Killpue, Louyang y finalmente Senday. Durante muchos años atrás estos países estuvieron involucrados en disputas y conflictos, ya sean económicos, diplomáticos, políticos, o territoriales los cuales nunca lograron llegar a acuerdo, y que finalmente desato la guerra. Pero estas no fueron las verdaderas causas que desataron la guerra, la causa fue otra muy distinta. El Rey del País de Amatsu fue asesinado por alguien desconocido, el rey a pesar de sus diferencias con los otros 3 países era un hombre pacifico y muy querido en su región, lo cual produjo el odio, la rabia y la venganza en todos los habitantes de su País. Como se trataba de una época difícil, rápidamente se le otorgo el titulo de Rey a la persona mas capacitada y la mas fiel que el Rey tenia, su mano derecha y jefe de las Armadas Ninjas de Amatsu, Yamato. El nuevo Rey tomo la decisión de declarar la guerra a las otras 3 naciones. Louyang no se negó en hacerlo ya que junto con Amatsu poseían el mayor poder militar a diferencia de Killpue y Senday. Era evidente que Senday y Killpue serian cruelmente derrotadas y sometidas a las fuerzas de sus países vecinos. Louyang se encargo de tomar control de Killpue y Amatsu se encargo de Senday, aunque tampoco fue tarea fácil hacerlo tardaron mas de 4 años en lograr su cometido. Los colosos siguieron con los adversarios que les quedaban, fueron otros 5 años de guerra contra Amatsu y Louyang, pero no lograron su meta y los países se dieron un tiempo de tregua, que por supuesto no duraría mucho tiempo. Killpue fue totalmente borrada del mapa por la brutalidad de Louyang al menos eso dicen sus escritos y Senday aun sigue estando a merced de Amatsu, como un país esclavo. Ya han sido 14 años exactamente que ocurrió todo esto y la tregua entre los Países vencedores pronto llegara a su Fin.

Indice:
-Capitulo 1: Senday y los Ojos de Agatha.
1.1- La profecía de Agatha.
1.2- La Elegida.
1.3- Ryuuga Crónicas.
1.4- Los Dragones del Fuego y el Trueno.

-Capitulo 2: Killpue y las cenizas de una Flor.
2.1- El gran poder del Killpue.
2.2- El rey de la miseria.
2.3- PepeLuty Crónicas.
2.4- Los Dragones del agua y de la Tierra.

-Capitulo 3: Louyang y los Kunai del Poder.
3.1- Tenkay, Acepta el desafió.
3.2- La serpiente que nunca duerme.
3.3- Stylo Crónicas.
3.4- El dragón Oscuro y el Dragón Purpura.

-Capitulo 4: Amatsu y las Gemas Preciosas.
4.1- Ninpowing deja Amatsu.
4.2- La desertora Diamante.
4.3- Hideki Crónicas.
4.4- El Dragón del hielo y el Dragón Demonio.
« Última modificación: 26 de Enero de 2011, 03:06:42 am por *Diamante* »

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Capitulo 1: Senday y los Ojos de Agatha.
« Respuesta #1 en: 09 de Agosto de 2010, 05:49:18 am »
1.1- La profecía de Agatha.

Senday era un País pequeño mejor dicho una pequeña isla, localizado al oeste de su vecino mas cercano Amatsu. Hace algún tiempo que Senday tenia disputas y conflictos, pero nunca a tal punto de crear una guerra, y siempre evitando hacer una. Muy pocos ninjas vivían en esta isla, aun así existían muy buenos guerreros dispuestos dar su vida si fuera necesario, pero en verdad todos preferían la paz. Pero un incidente ocurrió en Amatsu, su Rey fue asesinado y nadie sabe quien lo hizo. El país Vecino actuó de la peor manera y le declaro la guerra a todos los país que posiblemente podrían haberlo hecho. Senday no acepto la declaración, pero si no querían perder sus tierras, tradiciones o sus propias vidas, tendrían que hacerlo de todos modos, y así fue. Pero mas que participar de ella, solo se limitaron a defender lo que era de ellos.

*Hace 10 atrás*
-Agatha, mis hombres me dijeron que otras 10 flotas de barcos de Amatsu se acercan a nuestras costas.- Dijo un Ninja.
-Lo se, no creo que puedo mantener el campo por mas tiempo Anng.- Respondió Agatha.
-Era de esperarse, has mantenido ese poder por mas de 4 años que los tiene alejados de nuestras ciudades, pero es obvio que ellos saben que tus fuerzan se acaban.- Dijo Anng.
-Aun puedo hacerlo por un par de días mas.- Respondió Agatha exhausta.
-Te agradezco lo que haces por tu país, mi quería Reina, pero solo estas retrasando lo inevitable, creo que es mejor que reúna a los ninjas y pelemos contra el país invasor.
-Nos superan 50 a 1, es una locura, es un suicidio.- Dijo Agatha muy angustiada.
-Hasta la muerte, y que así sea.- Dijo Anng, mientras se daba la vuelta y se marchaba.
-Espera!.- Grito Agatha.
-No me detendrás aunque tu la reina me lo ordene, Soy el general de las fuerzas armadas de Senday y cumpliré mi trabajo hasta el final.- Dijo Anng sin darse la vuelta.
-No, no te detendré. Pero quiero pedirte una favor, llévate a mi hijo contigo, vallan a Louyang, te lo suplico, ustedes no deben morir aun.- Replico Agatha.
-Si hago eso seria dejar mi pueblo y traicionar a mi gente.- Respondió Anng.
-Tu aun me debes un favor y lo sabes, ademas es una orden de tu reina.- Dijo Agatha.
-No lo haré.- Respondió Anng.
-Sabes porque te lo digo, el día de mañana al medio día estaré muerta y no hay nada para evitarlo, sabes que puedo ver sucesos del futuro, veo tu destino y el de todo mi pueblo, no seas necio. Tu juraste tu lealtad hacia mi, y yo jure lealtad a mi pueblo, cumple con lo que te he pedido y ambos cumpliremos nuestras promesas.- Dijo Agatha sin aliento. Anng no dijo nada y se marcho.
                                                                   
-0-

-General Anng, que fue lo que le dijo la Reina.- Dijo un ninja.
-Ella ya no podrá sostener por mas tiempo el campo de fuerza, preparen a la milicia defenderemos nuestro País.- Ordeno Anng.
-Si.- Respondió el ninja mientras tragaba saliva.

Anng se quedo contemplando como se reunían mas y mas barcos en la costa, mas de 30 habían en el mar. Poco a poco los ninjas de Senday se reunían a las espaldas de Anng, unos 50 o 60 ninjas están listos para la guerra que se venia.
De pronto pudieron observar como la cálida luz que resguardaba la isla desaparecía y los barcos se posaban en las islas y bajaban incontables ninjas de los barcos. Los hombres y mujeres de Senday se lanzaron contra las tropas de Amatsu. Amatsu no se esperaba este encuentro tan repentino y muchos de ellos cayeron sin darse cuenta del ataque de Senday, pero por cada ninja que caía otros 10 bajaban de los barcos. Sin darse cuenta los ninjas de Senday se vieron rodeados por mas de 300 hombres de Amatsu.

-Si el día de hoy debemos caer, que sea con honor!!!!!.- Grito Anng mal herido.
-Por Senday!!!!.- Gritaron a coro sus camaradas.
Pero antes que pudieran moverse una voz femenina, autoritaria, y firme se hizo presente.
-Hikari Ryu!!!.- Convoco Agatha.

Un enorme poder afloro del cuerpo de la mujer y tomo forma de un dragón de luz que se estrello contra una buena cantidad de enemigos. A muchos les sorprendió, pero sobre todo fue la luz cegadora que causo, poco a poco todos pudieron abrir sus ojos y observar lo que había ocurrido. Mas de 30 ninjas de Amatsu estaban muertos de la peor manera, su piel estaba seca como si su piel estuviera pegada a sus huesos, sin una sola gota de sangre. Muchos estaban apunto de correr, pero otra voz se dejo escuchar antes que lo hicieran.

-Sorprendente, de verdad muy sorprendente.- Dijo Un hombre que bajaba por uno de los barcos muy tranquilamente.
-Fuera de mis tierras si no quieres que te ocurra lo mismo.- Dijo Agatha molesta.
-Y porque no lo intentas. O ya no puedes hacerlo?.- Dijo el ninja mofándose.
-Insolente!!!.- Respondió Agatha.
-Mi nombre de Hideki, señora de Senday. Aun que lo disimules se que estás a punto de desmayarte del cansancio, a mi no me engañas con suerte te mantienes en pie.- Dijo Firmemente Hideki.
-Que quieres de nosotros?.- Dijo Agatha mientras se mordía el labio de la frustración.
-Esta es una guerra, es obvia esa respuesta.- Dijo Hideki.
-Que así sea entonces, pero creo que te equivocas con migo, mocoso engreído.- Dijo Agatha mientras en un abrir y cerrar de ojos, se trasportaba en el centro de la batalla junto a sus camaradas.
-No deberías haber venido.- Susurro Anng.
-Anng!!.- Dijo Agatha, al mismo tiempo que le ponía su dedo indice en la frente.
Anng quedo inmóvil, en blanco, como si estuviera en otro lugar, sin habla y sin aliento. Los hombres de Amatsu atacaron, pero Anng no se movió ni un centímetro.
-Okuko Riku!!!!.- Dijo Agatha mientras se giraba a la batalla.

Un enorme rayo salio de ella y que se estrello a otro grupo de ninjas, aparentemente no tuvieron daños ni un solo rasguño, pero de pronto un ninja pego un grito desesperado, al mismo tiempo que Agatha se desplomaba agota al suelo.

-Mis Ojos, Mis Ojos!!!!!!!.- Gritaron un docena de ninjas de Amatsu, que tenían sus ojos completamente blancos y estaban totalmente ciegos.
-Perra!!.- Dijo Hideki mientras se lanzaba contra Agatha. La tomo por sus cabellos y la forzó a ponerse en pie y la obligo a observar como sus camaradas eran asesinados uno a uno por la gente de Amatsu. En poco tiempo todos estaban muertos, pero Anng no se encontraba en el lugar.
-Matame de una buena vez.- Dijo Agatha exhausta.
-Me encantaría hacerlo, pero mi Rey quiere tener ese privilegio tu alma le pertenece a Yamato. Tu te vienes con migo a Amatsu.- Dijo Hideki y acto seguido le pego en la nunca para que perdiera el conocimiento.

Continuara....
« Última modificación: 26 de Enero de 2011, 03:26:24 am por *Diamante* »

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-Capitulo 1: Senday y los Ojos de Agatha.
« Respuesta #2 en: 11 de Agosto de 2010, 20:01:49 pm »
1.2- La Elegida.

Anng corrió con todas sus fuerzas esquivando los ataques de los ninjas invasores, sin saber como o porque lo estaba haciendo mientras sus ojos no dejaban de llorar. Finalmente desapareció del campo de batalla y se aproximo a la cuidad que estaba totalmente desprotegida, los aldeanos vieron como el General de las fuerzas armas de Senday corría a toda velocidad, escapando del la guerra. Muchos se preguntaron porque Anng un hombre valiente y firme corría con tanta prisa, y aunque muchos se lo preguntaron, el solo hizo oídos sordos y siguió corriendo hasta llegar a la casa de Agatha y entrar en ella. Ya estando adentro se tranquilizo un poco y respiro hondo y mas pausado, analizando que es lo que estaba haciendo.
Recordó que estaba en la batalla y Agatha poso sus dedos en su frente, y fue cuando toda una vida se puso en su mente, tantas cosas que fue como vivir una vida entera, pero lo extraño era que cada vez que intentaba recordar lo que el pudo ver, mas y mas se borraba de su mente. Anng vio partes del futuro, desde luego lo que Agatha le había comentado. Camino no muy seguro de lo que hacia y entro en una de las habitaciones, donde descansaba un bebe no mas de 1 año, lo envolvió en ropas y se lo llevo. Cuando salio de la casa, pudo escuchar como el ejercito de Amatsu acababa su cometido, Anng se dio la vuelta y se dirigió al puerto del norte, ese día el gran General, orgullo he imponente, seria recordado como el cobarde que dejo a su pueblo atrás, pero no le importo y tomo el primer bote que tenia a mano y se marcho con el bebe en sus brazos.

* 1 Día después*
Agatha estaba siendo cargada por dos ninjas, intento escapar pero se percato que estaba amarada y muy bien custodiada, ya habían llegado a el enorme país de Amatsu y de seguro la trasladaban al rey de ese país.

-Me duele la cabeza.- Dijo Agatha sin darse cuenta que hablaba en voz alta.
-Así que por fin despiertas- Dijo Hideki.
-A donde me llevas?.- Pregunto Agatha mareada aun por el golpe.
-Ya te lo dije veras a nuestro rey, Yamato.- Respondió Hideki.
-Puedo pedirte un favor antes de ver a tu rey?.- Pregunto Agatha débilmente.
-Eso depende de lo que se trate.- Respondo Hideki secamente.
-Me dejarías ver su ojos, por favor?.- Dijo Agatha.
-Estas loca?! vi lo que hiciste a mis hombres, no te daré el gusto de dejarme ciego.- Dijo Hideki mientras se daba la vuelta y le gritaba a su cautiva.
-Tengo mis manos atadas, no creo que pueda realizar algún sello o técnica que te perjudique, concédeme ese favor.- Dijo Agatha. Hideki lo pensó un segundo y acepto.
-Deténganse!.- les dijo a los ninjas que trasportaban a Agatha.
-Pero mi señor!.- Reprocho un ninja.
-Fue una orden.- Dijo firmemente Hideki.
Hideki se agacho un poco para que Agatha pudiera ver los ojos de el, ella lo miro por un par de minutos y finalmente dijo.
-Gracias, de verdad.- Dijo Agatha.

Siguieron caminando y la mujer observaba el majestuoso castillo que había en aquel país, perfectamente hecho, con un estilo totalmente oriental y muy perfeccionado. Su interior no se quedo atrás, era un castillo enorme tan grande que casi cubría toda la villa de Senday. Siguieron cargándola hasta llegar a unas puertas enormes de madera.

-Pueden retirarse, desde acá me encargo yo.- Ordeno Hideki. Mientras el cargaba a la mujer al interior.
-Se que estas en contra de esta guerra, pero eres fiel a tu rey. El destino te dará respuestas que jamas habrías pensado.- Le susurro Agatha al oído de Hideki.
-Que quieres decir con eso mujer.- Dijo Hideki molesto.
-Todo a su debido tiempo.- Respondió Agatha.
Entraron a una habitación muy lujosa, al final del pasillo había un hombre de algo de edad sentado, sin lugar a dudas era el rey de Amatsu. A su derecha he izquierda dos niñas que no pasaban mas de los 4 años de edad.
-He aquí a la Reina de Senday, Agatha.- Dijo Hideki mientras hacia una reverencia hacia su Rey.
-Buen trabajo Hideki, puedes retirarte.- Dijo Yamato fríamente.
-Si, mi rey.- Respondió Hideki y se fue sin decir nada mas.
-Al fin te tengo ante mi Señora de Senday.- Dijo Yamato.
-Que es lo que intentas con esta guerra estúpida y vacía.-Dijo Agatha molesta.
-Por supuesto que vengaremos la muerte de mi mejor Amigo y antiguo Rey de Amatsu.- Respondió Yamato mientras se levantaba de su trono y se dirigía a la mujer.
-Venganza?, si fuera eso lo que de verdad quieres tendrías que matarte a ti.- Dijo Agatha que miraba fijamente a los ojos de la niña de la derecha.
-Que quisiste decir con esa ofenda, Reina de nada.- Dijo Yamato enfurecido, y que la tomaba fuertemente del cuello.
-Quieres algo que algunas personas poseen, no es así?, tu guerra es solo una fachada barata.- Dijo Agatha sin sacarles los ojos de la niña.
-Suficiente!!!, Diamante toma esto.- Dijo Yamato que se dirigía a una de sus hijas y le daba un Kunai.
-Papá?.- Dijo la pequeña niña muy nerviosa y angustiada.
-Mátala, ahora!!!!.- Ordeno Yamato, y su otra hija sonreía del gozo.
-Puedes escucharme Diamante?, mi nombre es Agatha quiero pedirte un favor, cumple con lo que tu padre te ha ordenado.- Dijo Agatha.

Diamante no se explicaba como esa mujer podía hablar con ella si no había abierto sus labios, y comprendió que ella hablaba en su mente.

-Pero yo no quiero hacerlo.- Respondió Diamante.
-Yo estaré bien, créeme, solo cierra tus ojos y hazlo.- Dijo Agatha.
-Has lo que te dije mocosa malcriada!!!!.- Dijo Yamato enfurecido.
Diamante no podía caminar del miedo y el pánico y sus lagrimas no dejaban de salir, a sus cortos 4 años su padre le ordenaba matar a una persona que no se veía que fuera malvada, pero hizo caso a la mujer y sin pensarlo mas lo hizo.
-Buena niña.-Dijo Agatha que caía muerta, por un puñal directo en el corazón.

Diamante por primera vez sintió como el metal entraba en la carne y la sangre tibia tocaba sus delicadas manos, pero no tan solo eso sintió. Un millón de imágenes afloraron de la nada y sus ojos no dejaban de dar vueltas, pego un grito desesperado y callo al suelo desmallada por aquel extraño embrujo.

-No hay caso con esta niña, Cristal lleva a tu hermana a su habitación.- Dijo Yamato ignorando lo que en verdad le había pasado a su hija mayor.

Cuando las niñas se fueron Yamato se quedo a solas con el cuerpo de Agatha, se acerco y se quedo esperando a que algo ocurriera y finalmente eso paso. Un Orbe tan dorado como la mas intensa luz que jamas hayan visto afloro del pecho de la mujer, su luz era cálida, re confortable y al mismo tiempo poderosa y firme.

-Al fin tengo un Dragón.- Dijo Yamato y soltó una carcajada interminable.

Continuara......
« Última modificación: 25 de Agosto de 2010, 22:38:09 pm por *Diamante* »

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Re: El Dragon del Sol Naciente
« Respuesta #3 en: 11 de Agosto de 2010, 20:42:12 pm »
WoWoWo , esto esta empezando a atraparme xD . Ya casi vienen mis cronicas!!  /hi

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-Capitulo 1: Senday y los Ojos de Agatha.
« Respuesta #4 en: 25 de Agosto de 2010, 22:34:49 pm »
1.3- Ryuuga Crónicas.

Anng llego en un bote a mal traer y lo desembarco en la orilla de Louyang, ya había pasado mas de 5 días desde que abandono Senday y el bebe necesitaba mejores alimentos que solo pan y agua. Era un día lluvioso y se refugio en una cabaña no muy lejos de donde el se encontraba, esquivo y evito las batallas con la agresiva mob que se encontraba en aquel lugar. Entro en la casa con la esperanza de que le dieran hospedaje, pero para su sorpresa nadie se encontraba en el lugar. Anng se percato que hace días que nadie a frecuentaba la casa así que paso, estaba algo sucia y se notaba que algunas cosa no las habían movido hace un buen tiempo, así que solo se quedo en la sala de entrada por si en algún momento llegara alguien al hogar. Tomo prestados unos alimentos y le dio de comer al pequeño bebe. La noche llego, y Anng estaba exhausto por el largo viaje y finalmente se durmió. Un ruido muy molesto lo despertó en plena noche, era el llanto de un niño, se levanto para ver al Bebe, pero este dormía plácidamente, y fue cuando empezó a buscar de donde venían los llantos. Entro a una modestas habitación y se percato que habían 2 bebes mas, casi en los huesos.

-Nunca pensé que me convertiría en niñera y más encima de 3 niños.- Dijo Anng.

Tomo a los 2 bebes un niño y una niña, y les dio el cuidado que necesitaban.
Así pasaron los días, meses he incluso años, y los dueños del hogar nunca aparecieron, y Anng dedujo que fueron a la guerra y que era posible que no regresaran. El crio a estos 3 niños y aunque Anng siempre les dijo que el no era su padre verdadero los 3 niños siempre lo quisieron como si fuera el suyo. Y así fue como pasaron 12 largos años......

-Ryuuga, Ryuuga!!!.-Llamaba incansablemente Anng.
-Que ocurre Anng?.- Dijo Ryuuga que salía de un escondite.
-Donde diantres estaban metidos, los estoy buscando hace un buen rato.- Dijo Anng algo molesto.
-Perdón, estábamos jugando, enseguida voy por Sei y Rumiko.- Dijo Ryuuga y salió disparado a buscar a sus hermanos.

Anng se había encargo de entrenarlos como ninjas a los 3, para que en un futuro no tuvieran mayor problema en defenderse. Pronto llegaron los 3 niños y Anng se dispuso a hablar.

-Chicos necesito hacer unas cosas lejos de Louyang, así que me ausentare unos días, les he dejado comida y dinero por si lo necesitan, pero por favor no se lo gasten golosinas como el otro día.-Dijo Anng que acariciaba la cabeza de uno de ellos.
-Si!!!.- Gritaron en coro.
-A! lo ultimo, no se alejen mucho de la casa por favor.- Dijo Anng y acto seguido tomo algunas cosas y se marcho.

Pasaron algunos días y Ryuuga buscaba a Rumiko, que aun no había llegado a la casa, era tarde y muy extraño que aun no llegara.

-Sei! ayúdame a buscar a Rumiko, no la has visto?.- Pregunto Ryuuga.
-No. Pero me dijo que estaría en la orilla del mar hace un rato, vamos juntos.- Dijo Sei.
Así fue que ellos se encaminaron a la playa de Louyang, y fue donde la encontraron sentada contemplando como el mar se expandía y se recogía.
-Rumiko es muy tarde para que este fuera!.- Grito Sei.
-No me des esos sustos, casi se me sale el corazón.- Dijo Rumiko después del brinco que dio del susto.
-Que es eso de allá?.- Pregunto curioso Ryuuga.
Los 3 observaron que a lo lejos venia algo hacia Louyang, pronto se percataron que era un barco que se acercaba cauteloso y a movimiento lento.
-Es un barco.- Dijo Sei.
-Si así veo.- Dijo Rumiko.
-Amatsu.- Dijo Ryuuga con la garganta seca.
Se podían escuchar los latidos de los 3 niños, un miedo les recorrió el cuerpo y pronto se ocultaron en unas hierbas para ver de quien se trataban.
-Deberíamos irnos a la casa.- Dijo Rumiko muy nerviosa y asustada.
-Están casi en la orilla, si nos movemos sabrán que estamos acá.- Repuso Ryuuga.
-Nos habrán visto?.- Dijo Sei.

Pero nadie respondió a esa pregunta, y se quedaron mirando como del barco bajaba un solo hombre, este miraba en todas direcciones y de pronto desapareció, antes los ojos atónitos de los niños. No se movieron durante varios segundos, hasta que al fin salieron del escondite en donde ellos estaban.

-Donde crees que se fue?.- Pregunto asustada Rumiko.
-No lo se, pero metámonos a la casa de una buena vez.- Dijo Ryuuga.
-Vámonos rápido- Dijo Sei.

Caminaron cautelosos por la noche, pero Ryuuga no se podía quitar la sensación que alguien los estaba siguiendo, aun así no vio nada y supuso que era su imaginación. Finalmente llegaron a su casa y entraron rápido, cerrando las puertas.

-Crees que sea bueno reportar a la armada de Louyang?.- Dijo Sei.
-Si, pero que sea mañana.- Dijo Ryuuga.
-Yo ni loca salgo otra vez con ese extraño sujeto ahí afuera.- Dijo Rumiko que aun no se tranquilizaba.

De pronto sintieron un olor muy fuerte como ha hierba quemada, Ryuuga fue a observar de donde provenía, y entro en la ultima pieza pensando que algo se podía estar quemando pero no fue eso lo que ocurría, ahí estaba el hombre que habían visto en la costa, sentado, riéndose, y fumando un cigarrillo.

Continuara…..
*(Crónicas Ryuuga: Versión original, del autor Ryuuga-kun).

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-Capitulo 1: Senday y los Ojos de Agatha.
« Respuesta #5 en: 26 de Enero de 2011, 03:08:21 am »
1.4- Los Dragones del Fuego y el Trueno.

Ryuuga se quedo perplejo, sin habla ni aliento, mientras el hombre de ya una edad considerable lo miraba con una sonrisa burlona.

-Que...que haces acá?.- Pregunto Ryuuga asustado y atonito.
-Bueno, la verdad es que me enviaron de espía a Louyang, y vi 3 pequeños niños escondidos en la hierba.- Dijo El hombre mientras había una pausa para fumar otro poco. A decir verdad tenia pensado dejarlos en paz, pero por lo que escuche me van a delatar, así que no me dejan mas salida.
-A que te refieres?!.- Dijo Ryuuga alzando la voz.
-Los matare.- Respondió El hombre.

Ryuuga se quedo nuevamente sin habla, y como había gritado la ultima vez Rumiko y Sai escucharon que algo malo pasaba y fueron a donde estaba su hermano. Cuando llegaron donde el y vieron aquel hombre de inmediato se percataron de quien se trataba.

-Que bueno ahora están todos juntos, así ahorraremos algo de tiempo.- Dijo el hombre.

Los niños salieron corriendo por los pasillos y a su vez fuera de la casa, pero para sorpresa de ellos ese sujeto ya estaba en el exterior como por arte de magia.

-Rumiko, Sai!!!.- Dijo Ryuuga sacando valor de donde nunca lo había pensado.
-Si!!.- Respondieron a la vez.
-Oh, así que despues de todo conocen algo de los ninjas, diviertanme muchachos.- Se burlo el hombre.

Los 3 era muy inexpertos en sus especialidades, Ryuuga había empezado a manipular la electricidad, Rumiko el agua, y Sai el fuego. Anng sabia que podían defenderse solo con lo que sabían, pero como el había pensado solo podrían defenderse. Ryuuga fue el primero en lanzarse contra el hombre, sus manos se bañaron en electricidad y intento conectarle un golpe, pero el hombre simplemente los esquivo, de forma inmediata Rumiko invoco una mágica agua a los pies del hombre que impedían que se moviera, por mas que trataba zafarse le era imposible hacerlo y fue cuando se percato que Sai estaba sobre el con unas llamas en cada mano las cuales se expandieron cuando se las lanzo al cuerpo. Las llamas le dieron de lleno, y los tres niños se queraron contemplando como el hombre ardía juntos a los arboles que estaban alrededor. Rumiko dio un suspiro y se dejo caer al suelo. Sai no dejaba de ver las llamas con mirada nerviosa pero mas tranquila.

-Lo vencimos?.- Pregunto Sai.
-Eso creo.- Respondió Ryuuga.
-Pues crees mal.- Dijo una voz ronca y molesta que venia desde sus espaldas.

Los niños no tuvieron tiempo para reaccionar y el hombre le dio una patada a ryuuga y un fuerte golpe a Sai que los hicieron volar por los aires y caer de forma torpe y brusca. Rumiko se quedo mirando a aquel desquiciado, mientras el sujeto se ponía a recitar alguna clase de hechizo. Sus manos se bañaron con aura de color gris, y se dispuso a golpear a Rumiko en el estomago, ella solo pudo poner sus brazos delante de ella para protejerse, sintió como si el tiempo se detenía delante de ella, y luego empezó a escupir demasiada sangre.

-Maldito!!!.- Dijo Sai enfurecido, y se dispuso a saltar sobre el hombre, pero nuevamente estaba detrás de el.
-Mi nombre es Hanzaki, recuerdalo en el otro mundo.- Le grito con desprecio mientras le ponía la mano en toda la cabeza.

Sai también sintió que el tiempo se detenía y al igual que Rumiko empezó a sangrar, pero por sus ojos, nariz y oídos.

-Que clase de técnica monstruosa le has hecho, demonio!!!!.- Grito Ryuuga y sacaba un kunai de su bolsillo.
-Ven, aquí estoy.- Dijo Hanzaki.

Ambos comenzaron a luchar con kunai, pero Hanzaki parecía mas entretenido viendo lanzar golpes a ryuuga y a sus amigos desangrarse sin descanso. La batalla era demasiada desigual, pero a Ryuuga no le importo y siguió abatiendo su arma contra el enemigo. Hasta que al fin Hanzaki se aburrió y lo agarro por un brazo y lo puso a espalda de el, sujetandolo con fuerza y el dijo.

-Agradece lo que haré, así no tendrás que ver morir a tus amigos.- Dijo Hanzaki.

Puso su kunai en los ojos de Ryuuga y acto seguido lo arrastro de derecha a izquierda dejandolo completamente ciego. Un grito de dolor se dejo escuchar mientras se ponía sus manos sobre su cara, aun podía sentir el frió metal sobre rostro, y el malvado ninja se reía descontroladamente. Desde ese momento Ryuuga se quedo quieto, desconcentrado y angustiado por no poder ver absolutamente nada. Pudo escuchar los pasos de aquel hombre alejarse y fue cuando Rumiko dio un grito Seco y ahogado. Ryuuga intento arrastrase a ella, pero fue inútil ni siquiera sabia donde se encontraba. Nuevamente se escucharon los pasos y otro sonido se dejo escuchar estaba vez fue cuando el metal se mete en la tierra, y al mismo tiempo un gemido lastimero y doloroso. Lágrimas de sangre es lo que de los ojos le salia, sabia lo que había ocurrido pero no quería aceptarlo, pero Hanzaki nuevamente abrió la boca.

-Listo, solo quedas tu, los mate rápido para que no sufrieran tanto, deberías estar agradecido.- Dijo Hanzaki, mientras contemplaba la patética postura de Ryuuga.

El niño no dijo nada, pero no era necesario, desde Ryuuga empezó a emanar una extraña aura amarilla pálida, casi platinada un color único y hermoso. Hanzaki dio un brinco hacia atrás, mientras el aura no dejaba de crecer mas y mas. Hanzaki le lanzo una buena cantidad de shurikens todos repelidos por el poder de Ryuuga.

-Muere!!!!!!!!.- Grito Ryuuga como si estubiera en trance.

Desde su espalda afloro un enorme Rayo con forma de Dragón, el cual no dejaba de emanar truenos y rayos. El enorme Dragón se quedo mirado a los niños muertos y pero sobre todo no le quetaba la miraba a Hanzaki, como si aquel hechizo tuviera vida propia. Hanzaki estaba asombrado, tu rostro estaba lleno de sudor y el miedo y el pánico se apodero del sádico ninja. No se movió ni un centímetro hasta que el enorme Dragón que nacía de Ryuuga dio un Rugido tan apoderoso que hizo taparse los oídos para no quedar sordo. El Dragón se estrello contra el, pero este lo logro esquivar, pero el Dragón levanto su cabeza y abrió su boca y nuevamente se lanzo contra el hombre y esta vez no pudo burlar al enorme animal, sus mandíbulas se abrieron de par a par para luego cerrarse, cortándole el brazo derecho, aun no lograba caer al suelo y el demonio del trueno se lanzaba nuevamente a terminar lo que había empezado, pero este desapareció antes que lo lograra matara. Al fin Hanzaki callo al suelo intentando reponerse de feroz ataque, mientras que Ryuuga se desplomaba inconsciente al suelo.

-Tu guardas un dragón dentro de ti, si te logro matar ese poder sera mio.- Dijo Hanzaki, mientras caminaba hacia Ryuuga.

Pero antes de que se pudiera acercar demasiado sintió un calor infernal desde su derecha, giro su cabeza y nuevamente vio esos ojos endemoniados de hace un rato, esta vez la bestia estaba envueltas en llamas y sin darle mucha tregua se lanzo contra el, quemandolo por completo y sin poder hacer nada.

-No, si yo estoy presente.- Respondió Aang a lo que ese ninja había dicho antes.

Aang miro la situación y se quedo mirando la luna de aquella noche fría, mientras no dejaba de llorar sin poder contenerse.

Continuara.......

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-Capitulo 2: Killpue y las cenizas de una Flor.
« Respuesta #6 en: 26 de Enero de 2011, 03:09:16 am »
2.1- El gran poder del Killpue.

*Año 504*

-Mi lord no podremos resistir mucho tiempo más ante la fuerza de Louyang.- Dijo un Ninja.
-Lo se, ya han sido 3 años de lucha contra ese maldito país.- Respondió.
-Escucho sus órdenes mi señor Duma.- Dijo el Ninja.
-Intenta sacar a todos los civiles, no quiero que sean expuesto a esta guerra, reúne a las tropas daremos todo nuestro poder, no nos van a ridiculizar la gente de Louyang.- Dijo firme pero tranquilamente Duma.
-He escuchado tu plan padre, yo me encargare de reunir a la milicia restante dalo por hecho, después de todo yo soy el General de las fuerzas armadas de Killpue.- Interrumpió un hombre joven.
-Hijo Karuka, espera no te adelantes a ti te tengo una misión especial.- Dijo Duma.
-Misión especial?.- Respondió Karuka.
-Nos dejarías solos, por favor.- Dijo Duma.
-Si!, mi Lord.- Respondió el Ninja y se marcho de la habitación.
-Te escucho.- Dijo Karuka.
-Se que tienes muchas ansias de participar y proteger a tu gente, pero necesito que cumplas con lo que te voy a ordenar. En una lejana cuidad llamada “Payon”, vive un buen amigo mío, el tiene guardado un pergamino muy poderoso, necesito que me lo traigas.- Dijo Duma.
-Pero padre eso me tomaría mas de un mes en ir y volver!.- Dijo Karuka muy molesto por la petición. Duma lo tomo con fuerza de la ropa y dijo....
-Escúchame Karuka se perfectamente que estamos a punto de perder nuestras tierras, cultura, creencias y tradiciones y sobre todas las cosas nuestra gente y vidas!!, tu crees que si no fuera importante no te lo estaría pidiendo!!, ese pergamino puede cambiar el curso de esta guerra hueca.- Dijo Duma con total autoridad. Karuka se quedo pensando y finalmente dijo....
-Esta bien, lo haré.- Respondió sin muchas ganas.
-Recuerdas al viejo Rohf?.- Pregunto Duma.
-Si lo recuerdo, el lo tiene no es verdad?.- Respondió Karuka.
-Así es, debes ir cuanto antes, tienes que cumplir una misión aun.- Repitió Duma.
-Entonces iré.- Respondió Karuka, y sin nada más que decir se marco rápido a su próximo destino. Cuando Karuka ya no estaba a la vista Duma susurro....
-Perdóname hijo.- Dijo Duma.

-0-

Ya había pasado más de 2 semanas desde que Karuka se marcho a la lejana tierra de Payon a cumplir su misión, su fiel corcel le había ahorrado una buena cantidad de tiempo y era cosa de horas a que el pudiera llegar a su destino y finalmente lo hizo. Entro apresurado a la antigua casa del amigo de su padre, con la esperanza que aun viviera allí y no se equivoco, apenas el anciano lo vio lo reconoció.

-Karuka como has crecido, eres todo un hombre.- Dijo Rohf muy contento.
-Lo siento mucho pero no tengo tiempo para hablar con usted, nuestro país esta en guerra y necesitamos vuestra ayuda.- Dijo Karuka aun exhausto por el viaje.
-Lo se y créeme que lo lamento mucho. Pero dime, como puedo ayudarte ya estoy muy viejo como para participar en esta guerra.- Dijo Rohf algo avergonzado.
-Mi padre me ha envidado a que me entregue el pergamino que usted guarda!!!- Dijo Karuka algo más exaltado.
-Pergamino?, Yo no guardo nada parecido a lo me has dijo.- Dijo Rohf confundido.
-Imposible!!!!.- Dijo Karuka enfurecido.
-Tranquilízate muchacho, aquí tiene que haber un error.- Dijo Rohf tratando de tranquilizar a Karuka.
-Padre!!!.- Dijo Karuka entre dientes y el cual apretaba sus puños de tal punto de lastimarse las manos.

Al darse cuenta del engaño de su Padre se marcho sin decirle nada más al anciano y se monto en su caballo nuevamente, aunque el animal estaba cansado no opuso resistencia y nuevamente retomo la carrera al doble de fuerza que en un principio. Mientras tanto en Killpue……

-Al fin te tengo ante mi Señor de Killpue.- Dijo un Ninja.
-Veo que has acabado con mis guardias, al menos tendrás la dignidad de mencionar tu nombre.- Dijo Duma manteniendo la calma.
-No faltaba mas, mi nombre es Tokey, pero sabes una cosa tu eres el único con vida en todo el castillo.- Dijo Tokey mofándose y los mas de 10 que lo acompañaban se rieron con el.
-Basta de habladuría!!!!. Gekido Jimen!!!.- Conjuro Duma enfurecido.

Más de 10 picos de tierra afloraron con fuerza desde el suelo y a una velocidad increíble penetrando a una buena cantidad de ninjas matándolos al instante, algunos lo lograron esquivar el ataque y dieron un salto que casi llegaron al techo del castillo.

-Aun no termino!!!.- Volvió a Gritar Duma sin moverse del lugar de donde estaba.

Nuevamente los picos aparecieron pero esta vez eran piedra y desde el mismo techo, ninguno pudo esquivar el ataque del poderoso Rey dejándolos ensartados en el cielo del castillo, con excepción de uno de ellos.

-Oh! Sorprendente no por nada eres un dragón.- Dijo Tokey que caía finalmente al suelo.
-A si que solo has venido por el Orbe, asqueroso y corrupto ninja!!!.- Dijo Duma enfurecido.
-Por supuesto, es necesario para derrotar a Amatsu.- Repuso Tokey.
-Has matado a toda mi gente solo por vuestras ambiciones egoístas y desquiciadas, no te lo perdonare, además nunca podrás derrotarme no estando tu solo.- Dijo Duma intentando recobrar la calma.
-Crees que seria tan entupido como para venir a enfrentarme contra ti con las manos desnudas?. No mi señor, estas enfrente de un rival digo de ti.- Dijo Tokey tan calmado con el principio.

Tokey puso sus brazos en frente de el como si estuviera formando una X, y de pronto una aura de color Púrpura y viscosa se formo en sus extremidades.

-El dragón del veneno.- Dijo Duma atónito.
-Ven, disfrutemos esta pelea.- Dijo Tokey con mucha confianza.

La pelea fue entre colosos, la tierra parecía que tuviera vida propia, Duma la controlaba de tal manera que pareciera que fuera de su propiedad, mientras que Tokey se movía a una velocidad increíble esquivando y acercándose más y más al Rey de Killpue. Estaba a solo centímetros de su objetivo y finalmente le conecto con la palma abierta en todo el corazón con el extraño veneno. Pero la figura humana tomo un color castaño seco y de inmediato se percato que había caído en la trampa del Rey, un Clon. Duma apareció debajo de el y Recito otro de sus hechizos, el ninja invasor intento escapar pero Duma no se lo permitió. Mas de seis manos gigantescas de piedra aparecieron a su alrededor todas se lanzaron contra el provocando una explosión de piedras y polvo. Duma ya se había alejado y nuevamente estaba preparando un ataque.

-Sufre la cólera del dragón de Tierra, Muere!!!!.- Dijo Duma con ira y odio.

Todo el Castillo se empezó a sacudirse y a una forma increíble se empezó a desprender ladrillo por ladrillo estrellándose contra el cuerpo destrozado de Tokey. El enorme castillo quedo hecho añicos y todo lo que quedaba de el era una enorme montaña de escombros.

-Te confiaste niñato.- Dijo Duma exhausto y agotado.
-Tú eres el que te confiaste, abuelo.- Dijo Tokey intacto y introduciendo su mano por la espalda de Duma. Inmediatamente pudo sentir el efecto del veneno en sus venas, ese ninja lo había atrapado de la peor manera.
-Maldito!!!, me cogiste desprevenido, es claro que la victoria es tuya……Pero dime, cual es vuestro… objetivo final.- Dijo Duma casi perdiendo el conocimiento.
-La verdad es que no tengo la menor idea, solo vine por el Orbe de la tierra, pero sobre todas las cosas me encanta matar a las personas, mas aun si son niños es tan reconfortante.- Dijo Tokey dándole la espalda.
-Eres… despreciable y un desviado.- Dijo Duma mientras caía sobre una de sus rodillas.
-Esperare a que te mueras envenado ya ni siquiera debes sentir tu propio cuerpo.- Dijo Tokey, mientras se sentaba a contemplar la muerte de Duma.
-Lo siento mi querido país les he fallado (Pensaba Duma). Ira de Gaia!!!.- Convoco Duma con un grito desesperado.
-Imposible!!!!, como es posible que tu….-Hablo Tokey pero luego se callo ya que quedo sin habla por lo que se estaba formando en frente de sus ojos.
-Si mi gente he de morir será…. Por mis propias manos…. te veré en el infierno!!!.- Dijo Duma que caía muerto al suelo y sepultado por su propia técnica.

Una enorme mujer de tierra se formo en el centro del destrozado lugar, media mas diez veces la altura del castillo. Tokey por primera vez en su vida se quedo helado y no se podía mover por el miedo. La mujer lo observaba con atención sin expresión alguna y lentamente empezó a levantar sus gigantescos brazos. El ninja por fin se levanto pensado que lo iba a aplastar y se alejo lo que mas pudo del lugar, no dejaba de mirar hacia atrás pensando que ese enorme gigante lo pudiera alcanzar, pero el gigante no se movió, aun así no dejo de alejarse. Una vez que sus brazos estuvieron en el cielo los dejo caer con violencia y de inmediato los picos de tierra afloraron a su alredor los cuales avanzaban hacia todos lados a una velocidad imaginable, rápidamente le dieron captura a Tokey matando sin tregua alguna, pero eso fue lo de menos, fue tan devastador que arraso con toda la cuidad y personas que estuvieran en ella, acabando con todo y con todos. Finalmente la mujer de tierra desapareció poco a poco, mientras que el viento se la llevaba como arena y polvo.

Continuara.....

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Capitulo 2: Killpue y las cenizas de una Flor.
« Respuesta #7 en: 26 de Enero de 2011, 03:10:52 am »
2.2- El rey de la miseria

Una joven mujer y tal vez la única sobreviviente de la destrucción de Killpue, corría desesperada por el frondoso y espeso bosque, podía oír como los soldados de Louyang le seguían el paso. En sus brazos tenia un pequeño niño no mas de 4 años de edad, envuelto en ropas, su hijo. Finalmente se interno en un bosque hermoso y muy poco común, era llamado "El bosque PepeLuty" ya que las extrañas flores que ahí habían recibían ese nombre. Siempre que una persona se les acercaba demasiado estas se cierran completamente como un modo de defensa hacia las personas. Mientras la mujer más se adentraba, mas flores cerraban sus enormes pétalos a su paso y era cosa de tiempo que la descubrieran y la pusieran en evidencia por culpa de las flores. Finalmente el agotamiento la venció y tubo que detenerse unos instantes para recobrar el aliento, pero era demasiado tarde las voces de los hombres ya estaban sobre ella, corrió con sus ultimas fuerzas y en la desesperación introdujo a su hijo en una PepeLuty antes que esta cerrara sus pétalos por completo, de esta forma el niño quedo resguardado y oculto por la extraña flor. Finalmente los ninjas encontraron a una mujer sola y agotada, ya no podía hacer nada más y simplemente acepto su destino.

-0-


-Mi señora, hemos encontrado el Orbe del Veneno!.- Dijo un soldado de Louyang.
-Excelente llevarme a el de inmediato!.- Ordeno la mujer.

La cuidad de Killpue fue totalmente arrasada y la Jefa del batallón de Louyang aun no podía creer que todos sus hombres y también los habitantes de Killpue fueran asesinados por el poder del Dragón de la tierra, un poder enorme y monstruoso, mientras caminaba pensaba que si ella hubiera llegado unas cuantas horas antes al lugar, formaría parte de los muertos. De pronto dejo sus pensamientos de lado para apreciar el hermoso color purpura que irradiaba el poder del Dragón toxico, eso significaba que Tokey había muerto, a decir verdad eso no le importaba en lo mas absoluto a Seiketsu. Estiro la mano hacia el Orbe y un grito la hizo detenerse.

-No lo haga mi señora Seiketsu, dos hombres ya han muerto por intentar tocar esa cosa!!!!.- Grito uno de los ninjas que estaban al rededor.
-No seas estúpido, yo no soy igual a ellos recuerda con quien estas hablando, insolente!.- Respondió Seiketsu malhumorada.

Nuevamente acerco su mano a la esfera brillante y esta rápidamente respondió al llamado de Seiketsu introduciéndose en el cuerpo de ella. La mujer pudo sentir como un nuevo y monstruoso poder recorría sus venas, a tal punto que casi se desmalla, algunos de sus hombres la atraparon preocupados y la dejaron descansar unos minutos. Pronto Seiketsu se puso en pie ya repuesta con una gran sonrisa en su cara.

-Mi señora hemos encontrado un sobreviviente, mis compañeros lo están vigilando y no hemos hecho ningún movimiento hasta escuchar sus ordenes.- Dijo un ninja que apareció de la nada.
-Bien llévame con el.- Dijo Seiketsu aun mareada.

Caminaron unos cuantos metros y Seiketsu pudo sentir un poder muy similar al de ella y les hablo a los ninjas que están en el lugar.

-Yo me encargo, fuera de aquí!- Les ordeno. Sus hombres se esfumaron después de escuchar estas palabras.

Seiketsu se aproximo a un hombre de mediana edad, se veía que estaba ileso aunque algo sucio y pudo sentir con mas fuerza el poder de algún dragón, lo mas probable que fuera el de la tierra.

-Quien eres!!! responde!.- Grito Seiketsu.
-Karuka.- Respondió sin animo.
-Karuka?! hijo de Duma señor de Killpue?.- Pregunto atónita.
-Señor de la nada dirás tu.- Dijo Karuka.
-Veo que no participaste de la Guerra, porque estas aquí ahora, remordimiento de no haber ayudado a tus pares?!.- Dijo Seiketsu con algo de sarcasmo.
-Eso ya da igual, no tengo nada. Has venido por el Orbe de mi padre? por alguna razón se introdujo en mi cuerpo cuando me acerque a el, si lo quieres tómalo.- Dijo Karuka casi balbuceando.
-Si me lo quedo tendría que matarte, sabes eso no?.- Dijo Seiketsu algo desconfiada.
-Has lo que quieras.- Respondió Karuka.

Seiketsu no dijo nada mas y se dio media vuelta para juntarse con sus hombres fue cuando Karuka nuevamente hablo he hizo que se detuviera.

-Acaso no quieres este maldito Orbe?!, no es por esa razón que atacaron nuestra cuidad?!, si tanto lo quieren porque mierda no me matas de una buena vez!!!.- Grito Karuka con un odio y desprecio hacia Seiketsu.
-No lo hago por la misma razón que tiene el Orbe de la tierra.- Dijo Seiketsu sin darse la vuelta.
-No me salgas que yo soy el elegido de esta cosa, porque tanto como tu y como yo sabemos que no es así!!!.- Dijo Karuka mas enfurecido aun.
-Tienes razón, puedo sentir el poder de ese Dragón y claramente no esta conectado contigo en lo mas mínimo.- Respondió Seiketsu sin darse la vuelta.
-Entonces porque?!.- Grito Karuka.
-No lo se, tal vez el destino te de la respuesta.- Dijo Seiketsu y acto seguido desapareció ante los ojos de Karuka, este se quedo sentado con los ojos secos sobre una roca.



*Año 506*

Kakura tras ver el desastre y destrucción de su querido País, se sumergió en un terrible depresión, hundido en el alcohol y la vagancia. Dejo de entrenar y sus deseos de vida eran nulos, muchas veces pensó en suicidarse pero por alguna razón nunca lo hizo.

Un día cuando aun no estaba completamente borracho, decidió descansar y terminar de beber su Sake en las flores de PepeLuty, siempre venia a contemplar la belleza de estas hermosas flores, únicas en su especie. De pronto se percato que una de ellas se abría lentamente, Karuka pensó que estaba demasiado borracho porque lo que vio fue un brazo pequeño, se levanto con cuidado y se acerco a la flor para que esta no se cerrara, cuando estaba lo suficientemente cerca pudo a ver a un niño no mas de 5 años de edad, este lo tomo en sus brazo y lo saco de aquella flor, una vez el niño fuera la flor cerro sus pétalos para no abrirlos mas. Karuka supuso muchas cosas, pero de lo que estaba seguro era que esa flor había protegido y cuidado de ese niño, quien sabe por cuanto tiempo. Finalmente lo llevo a su humilde casa y lo cuido.

Cuando el pequeño niño despertó, no recordaba nada en absoluto, ni guerra, ni familia ni su propio nombre, fue cuando Karuka lo bautizo como PepeLuty igual que las flores que lo habían protegido. Poco a poco el pequeño niño se intereso en las artes ninjas y este le pidió al borracho y retirado ninja que le enseñara, Karuka no muy convencido en enseñarle lo que el sabia, acepto con una sola condición, Pepeluty tendría que obedecer una única orden que el le diría en el momento oportuno, y el niño acepto.

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Capitulo 2: Killpue y las cenizas de una Flor.
« Respuesta #8 en: 26 de Enero de 2011, 03:15:16 am »
2.3- PepeLuty Crónicas..

*Año 518*
Karuka estaba teniendo una batalla de entrenamiento con el ahora adolescente PepeLuty, el sabia que ese niño en poco tiempo lo superaría, sus habilidades y sus destrezas eran increíbles. PepeLuty le lanzo un juego de Kunai que el esquivo con facilidad y fue cuando su pecho empezó a quemarle, como si tuviera un trozo de carbón en llamas dentro de su cuerpo.

-Se encuentra bien Maestro?!.- Dijo Preocupado Pepeluty.
-Si! no te preocupes muchacho, tráeme un poco de agua por favor.- Dijo Karuka algo sudoroso. Inmediatamente que Pepeluty desapareció empezó a hablar solo.

-Desde el día que encontré a ese bebe reaccionaste como un animal, me gritabas como un demonio que el era a quien tu querías, pero en ese entonces no te podía entregarte a el, ese niño no estaba preparado para ti, pero hoy es distinto, el niño se ha convertido en un hombre digno de llevarte, hoy cumpliré tu deseo, perdona la larga espera.- Decías Karuka antes de ser interrumpido por su pupilo.
-Me decías algo Maestro?, no logre escucharte bien.- Pregunto Pepeluty.
-Gracias por el Agua, creo que el entrenamiento termina por ahora, descansa PepeLuty.- Dijo Karuka algo mas aliviado.

La noche callo rápido y ambos estaban a fuera de la casa, al lado de una cálida fogata.

-Quieres que traiga mas leña? El fuego esta que se consume.- Dijo Pepeluty.
-No, ya no es necesario que lo hagas.- Respondió Karuka.
-Te encuentro raro, te sucedo algo maestro?.- Pregunto Pepeluty.
-La verdad es que si.- Dijo Karuka sin animo.
-Soy todo oídos, esta mas decir que puedes confiar en mi.- Dijo Pepeluty amablemente.
-Creo que ha llegado el momento que cumplas la parte del trato que acordamos, deberás obedecer la orden que te imponga.- Dijo Karuka muy serio.
-Si por supuesto, te lo he jurado y he de cumplir sin importar lo que me pidas.- Dijo Pepeluty firmemente.
-Antes de eso, quiero contarte una historia y espero que comprendas lo que te voy a contar.- Dijo Karuka aun serio.

La tarde era calida y el viento soplaba muy despacio. Karuka hizo una pausa y Pepeluty tenía los pelos de punta por la curiosidad, pero al mismo tiempo una angustia y mal presentimiento que no se podía sacar del cuerpo. Kakura aun no hablaba y solo observaba el poco fuego que aun quedaba, las llamas bailoteaban de un lado a otro, como si tuvieran vida propia o como si tuvieran una pequeña fiesta en los leños carbonizados. Pepeluty trago saliva y fue cuando Karuka comenzó a hablar.

-Mi padre es Duma Rey del Killpue, soy Karuka Príncipe de los escombros de la cuidad o mejor dicho soy el Rey de la nada. El día de la destrucción de mi País toda mí familia, amigos y todo lo que conocía desapareció por culpa de la Guerra, y con excepción de mi. Durante dos años vagué sin un destino, sin una razón de vida. Pensé en vengarme pero no tenia caso ya no había nadie por quien, ya que todos estaban muertos, así fue como encontré mi mejor aliado mi querido Sake. Pero todo cambio hasta que me interne en el bosque PepeLuty y encontré dentro de una flor un pequeño niño. A decir verdad tenia pensado dejarte en algún pueblo, pero me di cuenta que nuestros caminos estaban enlazados por el destino, tal y como lo dijo esa mujer.

-Esa mujer?.- Pregunto Pepeluty sorprendido por la declaración de su maestro.
-Fue una mujer que conocí en los restos de Killpue y creo que te la toparas algún día, pero esa es otro historia. Decidí entrenarte y enseñarte todo lo que se, ahora que eres un hombre de 18 años de edad, me pregunto quien es mas fuerte de nosotros dos?.- Dijo Karuka levantando la mirada hacia su pupilo.
-Que clase de pregunta es esa, maestro!.- Dijo Pepeluty confundido y algo molesto.
-Escúchame bien Pepeluty tu destino, tu camino esta a punto de comenzar todo lo que has vivido no es mas que el comienzo del principio. Es hora de cumplas tu palabra y obedezcas la petición que pensé al momento de pactar nuestro trato. Ten un duelo a muerte con migo!!.- Dijo Karuka seco y fríamente.
-Pero que esta diciendo, a que viene todo esto…- Preguntaba Pepeluty pero fue interrumpido.
-Silencio mocoso!!!! Me lo juraste no es asi?!.- Dijo Karuka exaltado y furioso.
-Si.- Respondió Pepeluty sin ganas y mirando el suelo.
-Te daré una hora, prepárate!.- Dijo Karuka cerrando la conversación.

Pepeluty esta en blanco, no sabia que hacer ni que pensar, no quería hacerlo pero a ese hombre le había jurado lealtad y su palabra, tenia que cumplirlo estaba obligado a ello. No dejaba de pensar en todo lo que había dicho su maestro y la hora dado paso volando con un ave, Karuka se levanto de donde estaba sentado, y las ascuas que aun tenia la leña se apagaron de pronto, el tiempo dio la impresión que se había detenido y el duelo había comenzado.

La iniciativa la toma Karuka, este lanza un giro de espada el cual PepeLuty rechaza con su Katana, pero ese golpe produce estragos en el equilibrio de Pepeluty y lo hace retroceder, Karuka con una mirada de decisión no suelta la iniciativa y lanza una serie de kunais que a duras penas esquiva PepeLuty y que lo hace tropezar y caer al suelo, Karuka frente a sus ojos desaparece y PepeLuty empieza a temer por su vida por el endemoniado ritmo, fuerza y decisión que Karuka estaba demostrando como nunca antes lo había hecho en sus entrenamientos. Para evitar un ataque por la espalda PepeLuty se apoya en un árbol y concentra toda su atención en el lugar, pero sorprendentemente Karuka aparece debajo de la tierra y da un certero golpe que sin duda hubiese acabado con PepeLuty si este no lo contrarrestara con su espada. Pepeluty decide tomar la iniciativa pero Karuka planea otra acción, toma el enorme shurikens de su espalda dispuesto a lanzarlo contra su pupilo y el cual jamás ha podido rechazar. Karuka toma posición y se dispone a atacarlo con todas sus fuerzas. El Shurikens de tamaño considerable toma una velocidad increíblemente rápida y Pepeluty solo reacciona poniendo su espada enfrente de el, por cosa de milagro el ataque fue repelido al precio de la total destrucción de su espada. Ahora Karuka se encuentra sin energías por el último y devastador ataque. Tras perder su Katana Pepeluty coge un kunai y la sostiene como una daga, como por instinto de sobrevivencia se lanza a la ofensiva y tras poca respuesta de Karuka atraviesa el pecho de este. Karuka no utilizó en ningún instante la defensa básica del Ninja, con la cual hubiese rechazado fácilmente el ataque. Finalmente este cae mal herido y comienza a hablar.

-Lo siento maestro, yo no…- Dijo Pepeluty pero nuevamente fue interrumpido.
-Escucha bien Pepeluty, mi historia y mi destino termino hace muchos años… Yo solo soy el recipiente para un nuevo dragón… Toma el Orbe de la tierra que logre encontrar en las ruinas de mi cuidad… tu eres dueño de tu propio camino… solo tu puedes decidirlo nadie mas… no lo olvides jamás.- Dijo Karuka casi desvaneciéndose.
-No entiendo lo que me dice maestro!!.- Dijo Pepeluty con los ojos llenos de lágrimas.
-Todo a su tiempo… fue muy grato....compartir estos años contigo.- Dijo finalmente Karuka que cerraba sus ojos, ya muerto.

Pepeluty intentaba aguantar la pena y el llanto, se quedo junto con el cuerpo de su maestro y fue cuando del pecho de Karuka emano una luz hermosa nunca antes vista, una esfera de color marrón dorado quedo levitando sobre el cuerpo de su maestro. Pepeluty la toco con algo de miedo y al mismo tiempo de curiosidad y esta se introdujo en el cuerpo de el, un nuevo dragón había nacido.

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Capitulo 2: Killpue y las cenizas de una Flor
« Respuesta #9 en: 26 de Enero de 2011, 03:16:05 am »
2.4.-Los Dragones del agua y de la Tierra.

Al pasar mas de un mes PepeLuty aun estaba muy triste por el evento con su maestro, pero tenia que salir adelante y a si fue como lo hizo, se propuso una meta y fue convertirse en el mas fuertes de todos, no por el poder, sino para denostarse a si mismo hasta donde podía llegar y decidió tomar un viaje sin rumbo hacia donde el viento lo llevara. Estuvo en muchas ciudades y conoció mucha gente en sus viajes hasta que finalmente llego a la cuidad en donde la guerra había comenzado, Amatsu. Fue muy problemático poder entrar en la isla ya que la seguridad era demasiada rigurosa, pero finalmente lo logro. Ya era bastante tarde como encontrar algún ninja que quisiera un duelo amistoso con el, así que pensó que lo mejor era descansar para el día siguiente, no tenia dinero para hospedarse en alguna posada así que decidió quedarse bajo un puente lejos del castillo de Amatsu. Tomo unos leños secos que estaban tirados por el lugar, prendió una fogata y se quedo mirando el fuego.

-Es igual que ese día, no crees Karuka?.- Pregunto Pepeluty al aire, contemplando el fuego sin ni siquiera pestaña.

Esa noche era mucho mas helada de lo normal, y el fuego estaba apunto de apagarse, decidió ir por mas madera ya que no podía conciliar el sueño. Estuvo una media hora buscando leñas y cuando estuvo satisfecho de su colecta se regreso a su refugio, para su sorpresa había una persona tomando el calor del fuego, estaba envuelta en una capa negra que difícilmente dejaba ver si era un hombre, una mujer o tal vez un niño. Aun si se acerco con cuidado y le dijo.

-Quien eres tu?!.- Pregunto.

El sujeto se estremeció y de inmediato saco un Kunai dentro de sus capas dispuesto a atacar a Pepeluty, el por puro instinto saco el propio y se defendió, cuando las dagas filosas chocaron entre si, Pepeluty pudo comprobar que era un golpe sin fuerza casi de un novato.

-Espera, porque me atacas yo no te conozco.- Dijo Pepeluty tomando distancia del agresor.
-Déjame en paz, no te me acerques.- Dijo el sujeto con hostilidad.
-Como que te deje en paz! eres tu el que se puso a robar calor de mi fuego.- Dijo Pepeluty con molestia.
-No eres de por aquí verdad?.- Pregunto con mas tranquilidad pero sin dejar su posición de combate.
-Así es, no soy de este país, solo vine de visita.- Dijo Pepeluty aun confuso y molesto.
-Lo siento, no quise atacarte.- Dijo el sujeto soltando la voz de rudeza y convirtiéndose en una voz mas femenina que masculina.
-Como no, tu cuerpo se movió solo y el sólito decidió atacarme y volarme la cabeza no?.- Dijo con ironía.
-Me disculpo nuevamente.- Dijo ahora mucho mas relajado.

El sujeto guardo su arma y se dispuso a quitarse el manto negro que cubría su cabeza, una hermosa melena azul se dejo caer sobre sus hombros, y Pepeluty pudo ver el hermoso y blanco rostro del sujeto que en verdad se trataba de una mujer casi de su edad. Sus ojos claros y su piel bien cuidada le hacia parecer una verdadera princesa.

-Hermosa!.- Dijo Pepeluty entre sus labios.
-Disculpa?.- Pregunto la mujer.
-Y bien me explicaras que haces acá?.- Pregunto Pepeluty.
-Te molesta si me quedo un tiempo junto a tu fuego?.- Dijo la mujer ignorando la pregunta.
-Primero me robas fuego, después me intentas matar y ahora me pides quedarte con migo, tu eres increíble de verdad.- Dijo Pepeluty sorprendido por la petición de la mujer.
-Ya te pedí disculpas no lo haré nuevamente, si no quieres que me quede unos instantes junto al fuego pues dilo y yo me marchare.- Dijo Secamente la mujer.
-Esta bien no te molestare mas.-Dijo Pepeluty y se dio media vuelta a recoger los leños que había tirado por culpa del combate.

Estuvieron contemplando el fuego un buen rato sin decir ni una palabra mas. La mujer no dejaba de estar alerta, siempre atenta a cualquier sonido a su alrededor era casi enfermizo. Cuando Pepeluty la miraba a sus ojos ella rápidamente le quitaba la mirada algo nerviosa, hasta que el silencio se rompió.

-De que estas escapando?.- Pregunto Pepeluty serio y directo a la mujer.
-No se de que hablas.- Dijo la mujer muy nerviosa.
-Se que estas escapando de algo o alguien, yo no te conozco y la verdad no me interesa tus asuntos pero la verdad no me gusta en lo mas mínimo este país y por lo que veo a ti tampoco, se ve desde fuera que se están preparando para una guerra y el ambiente es demasiado hostil, tengo pensado marcharme mañana mismo, así quiero hacer un trato contigo si te parece bien.- Dijo Pepeluty
-De que se trata?.- Pregunto la mujer curiosa por la petición del desconocido.
-Yo te ayudo a salir de acá, a cambio de tu nombre.- Dijo Pepeluty con una mueca que parecía una sonrisa. La mujer se quedo callada por unos instantes y luego se puso a reír.
-Diamante, me llamo Diamante.- Dijo la mujer aun riéndose.
-Me llamo Pepeluty, un gusto de conocerte Diamante.- Dijo Pepeluty haciendo una reverencia. Y ella se rió con mas ganas aun.
-Lo mismo digo Señor Pepeluty.- Dijo Diamante burlándose. Pepeluty se quedo callado por lo que dijo Diamante y ambos se largaron a reír.
-No te preocupes sino quieres contarme que es lo que te aflige, yo cumpliré mi promesa como te lo he prometido. Pero dime una cosa mas....
-Al fin te encontré Diamante!!!!.- Interrumpió una voz alterada, joven y femenina, una niña no mas de 15 años los estaba viendo en la altura del puente.

Continuara.......