Estaba en mi habitación, es de color azul claro y muy bien decorada por mis héroes preferidos. Pero esa noche fue distintas a todas las demás. El lindo color azul se torno de un fuerte color rojo, mi piel estaba caliente y me ardía, mi hogar estaba en llamas. Esa noche desperté en el sótano de mi casa, no se porque motivo estaba en aquel lugar, y corrí con todas mis fuerzas a llamar desesperadamente a mis padre y a mi querida hermana, pero no los lograba encontrar, las llamas se hacían mas y mas intensas y el humo me dificultaba el respirar, gritaba y gritaba el nombre de mi familia pero nunca hubo respuesta alguna. Mi piel me dolía y mi angustia se hacia aun mayor. Mi casa, mi hogar estaba siendo consumida por el maldito fuego, entraba en cada habitación que el fuego me lo permitía, pero no veía a nadie, hasta que un leño en llamas me callo en la cabeza y perdí totalmente el conocimiento. Cuando desperté estaba en el exterior y mucha gente alrededor de mi casa, y solo podía ver como mi casa se quemaba con toda mi familia adentro.
-Basmer!, Basmer!, despierta!.- Dijo Rebeca.
-Que ocurre?.- Respondió Basmer despertándose asustado y dando un brinco de la cama.
-Como que ocurre? te estabas retorciendo en la cama, ¿otra vez esa pesadilla?.- Pregunto amablemente Rebeca.
-Si.- Respondió Basmer.
Rebeca le dio un beso en la frente y salio de la habitación sin decirle nada mas.
Mi nombre es Basmer y tengo 17 años, ya han trascurrido 10 años desde que mi familia falleció. Mi tía Jaquelin se hizo cargo de mi desde ese entonces, vivo con ella y mi prima Rebeca. Son muy lindas y amables con migo y yo las quiero mucho, pero aunque suene cruel ellas no son mi verdadera familia. Hoy se cumplen los 10 años desde que mi casa se quemo con mi familia dentro, suelo tener estas pesadillas con frecuencia, pero nunca hablo de ellas. Hoy no tengo pensado ir al colegio, iré a los escombros de mi antiguo hogar. Querían limpiar los escombros, pero yo nunca deje que lo hicieran.
Basmer se levanto y se metió a la regadera, su piel la sentía mas caliente de lo normal, aumento el agua helada y se sintió mas fresco. Ordeno un poco su habitación y se preparo para salir. Nadie sabia que no iría al colegio y que iría a su antiguo hogar que mas menos quedaba a unas horas del hogar de su tía. Reviso el computador y pudo ver que su amigo Marcos le había enviado un correo electrónico. Era una teoría sobre los orígenes de la humanidad, si había algo que les interesara a Marcos y Basmer era aquel tema, les encantaba investigar como la humanidad se formo, como evoluciono y porque están en aquel mundo. Lo ojeo rápido y luego apago su computadora, Basmer tenia cosas mas importantes que hacer. Finalmente se dirigió al comedor.
Allí estaba su tía y prima que lo esperaban para tomar desayuno, fue agradable como siempre, cuando terminaron de comer Basmer ya se dirigía a la salida.
-Espera primo, vamos juntos.- Dijo Rebeca.
-Rebeca no te ofendas, pero hoy quiero ir solo, si no te importa.-Respondió Basmer.
-Te entiendo. Esta bien luego nos vemos, cuídate mucho.- finalmente dijo Rebeca y Basmer le respondió con una sonrisa en su rostro.
Salio de la casa, y pensaba en Rebeca era una linda jovencita de 20 años, tiene un cabello largo y castaño, sus ojos saltones azules hace que se vea mucho mas joven de lo que ya es. Basmer no quiso tomar el autobús y decidió ir caminado. No dejaba de pensar en su familia, perderle de esa forma fue algo horrible y traumatizador, a decir verdad el nunca sonreía de verdad siempre se mostraba un rostro alegre pero nunca se sentía así de verdad. Es triste no poder llegar a su casa y encontrase con su madre preparando la comida, o los regaños de su padre, ni mucho menos las peleas de su hermana pequeña.
Entro en una tienda de flores y compro un arreglo florar. La mañana se había pasado rápido y ya le quedaba pocos minutos para llegar, el viento soplaba sutilmente y le daba en el rostro.
Finalmente llego, retiro las cadenas que estaban en la entrada y se sentó en los leños carbonizados que aun estaba ahí. Permaneció horas y horas en el mismo lugar, y sin darse cuenta su rostro estaba todo empapado de sus propias lagrimas. La noche callo y Basmer se decidió a regresar donde su tía para no preocupara. Pero cuando llegaba a la entrada pudo ver que un hombre de un abrigo largo que estaba allí, impidiéndole la salida.
-Cuanto tiempo ha pasado desde que esta familia desapareció.- Dijo aquel hombre.
-Disculpe, pero tengo que irme.- Dijo Basmer algo nervioso.
-Te vas tan pronto?, pero si acabamos de vernos.- Insistió el hombre.
-No se, que es lo que quiere, pero no tengo dinero- Dijo Basmer ya asustado. El hombre se largo a reír.
-Solo quería conversar contigo, eso es todo.-Dijo el hombre.
-No tengo tiempo, lo siento.- Dijo Basmer mientras caminaba y pasaba al lado del hombre toda prisa, pero este estiro su brazo y lo tomo por el estomago y lo lanzo de vuelta hacia atrás.
-Hace ya 10 años que no venia a este lugar, en aquel entonces me encomendaron una misión y fue matar a toda las personas de esta casa, pero un pequeño niño sobrevivo. O me equivoco?.- Dijo el hombre mientras sacaba una katana que tenia escondida en su abrigo.
Basmer estaba totalmente confundido y asustado por ese sujeto, no podía moverse ni mucho menos canalizar la información. Sin darse cuenta el hombre estaba encima de el con la espada en lo alto, Basmer lanzo un grito de terror y sintió como su piel ardía.
Abrió los ojos y pudo ver como el hombre peleaba por sacarse el abrigo que se quemaba por el fuego, no comprendía ni mucho menos entendía quien era ese hombre y porque se estaba quemando, se levanto del suelo y corrió hacia el patio trasero, no sentía ni su propio cuerpo y de pronto su cuerpo se quedo helado he inmóvil, bajo su mirada al suelo y pudo ver como el filo de la katana traspasaba su cuerpo. El hombre lo había alcanzado y lo había herido de muerte, nuevamente callo al suelo mal herido, el sujeto se disponía a rematarlo, pero se detuvo y se marcho sin decir ni una sola palabra mas.
Estaba a punto de perder la conciencia y una mujer apareció en la oscuridad de la noche, esta puso su frente junto a la suya y puso su mano en la herida. Pudo sentir por sus venas una sensación extraña, como si los sentimientos de la mujer fluyeran por todo su cuerpo. No pudo apreciarla bien, y solo pudo ver como ella lloraba descontroladamente, antes de perder la conciencia.
Continuara....