Las paredes parecían ir tan rápido como el joven Assassin, que apenas podía respirar del cansancio, aún sabiendo que no podía detenerse. Sentía como el retumbar de las paredes se oía a sus espaldas, de seguro lo habían encontrado, y no tenía suficientes energías como para enfrentar al demonio que se avalanzaba a sus espaldas. En el momento en que la luz se veía en la lejanía, y cuando el Assassin pudo dislumbrar la puerta que daría fin a aquella carrera, ocurrió lo inimaginable. Los pies del joven guerrero se despegaron del suelo en el momento en que una flecha atravezaba su espalda. La salida parecía tan cercana que el guerrero extendió su mano para poder alcanzar la luz, pero cayendo de bruces al suelo, su escape se veía frustrado. Maldecía en sus interiores el momento en que decidió poner un pie en el suelo maldito, y aunque el Abysmal Knight lo había dejado escapar, se veía presa de una fuerza aun mayor. Apegó su cara contra el frío suelo intentando evitar topar su mirada con la de su atacante, pero en un acto de desesperación, el guerrero se puso de pie, abriendo aun mas la herida que le habían ocacionado. Ignorando aquello siguió hacia la puerta que prometía una salvación, mientras la fuerza invisible lo seguía con burlezco paso. Cuando se dio cuenta de que no lo lograría, se volteó ferozmente para encarar a su atacante. "Sonic Blow", gritó con todas sus restantes fuerzas, mientras atacaba sin saber lo que hacía. Al abrir los ojos, no había nadie, solo una rosa negraen el suelo. La cogió como botín de supervivencia, ocultando su significado para el mismo, y salió de Glast Heim con una flecha en la espalda.